Carabante, Páramo y Peña en el Capricho de la Alameda de Osuna
El Capricho de la Alameda de Osuna está celebrando a lo largo de este año 2024 su 50º aniversario como jardín propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Por este motivo, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha anunciado hoy que el jardín permanecerá abierto de forma extraordinaria durante toda la primera semana de diciembre y no solo el fin de semana, como ocurre durante el resto del año. Los madrileños y visitantes que deseen recorrer este espacio de extraordinario valor ambiental lo podrán hacer entre el 3 y el 8 de diciembre. Del martes 3 al viernes 6, abrirá sus puertas entre las 11:00 y las 18:30 horas, mientras que el fin de semana (días 7 y 8) recuperará su horario habitual, entre las 9:00 y las 18:30 horas. El aforo del jardín es de 1.000 personas.
Carabante ha hecho este anuncio tras descubrir una placa conmemorativa del 50º aniversario de El Capricho como jardín municipal. Posteriormente, el delegado ha realizado una visita por varios de sus puntos más emblemáticos acompañado por el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y el concejal de Barajas, Juan Peña. Carabante ha destacado que las “características naturales y artísticas de El Capricho hacen de este jardín uno de los mejores exponentes de la importancia que el Ayuntamiento de Madrid concede al cuidado y a la continua mejora de sus zonas verdes”.
Situado en el distrito de Barajas, El Capricho comenzó a escribir su historia en el siglo XVIII cuando los IX duques de Osuna adquirieron una finca en la Villa de La Alameda, que representa el mayor ejemplo de villa suburbana y de jardín paisajista del siglo XVIII en España. La duquesa de Osuna, rodeada de los mejores jardineros, arquitectos, escultores y escenógrafos de ese momento, desarrolló un programa cultural ilustrado que hizo de este espacio de Madrid uno de los puntos de reunión y encuentro más frecuentado por personalidades, intelectuales y artistas.
Patrimonio natural y artístico
Desde el punto de vista de su protección, El Capricho reúne las declaraciones de Jardín Histórico, Jardín Artístico y Bien de Interés Cultural. A lo largo de su recorrido se encuentran las edificaciones denominadas como caprichos. Es el caso del Abejero ―un pabellón donde se contemplaba cómo vivían y trabajaban las abejas―, el embarcadero, la ermita, el fortín, el Casino de Baile o la Casa de la Vieja, una casa de labranza que representaba la vida de las clases populares. El palacio albergó un majestuoso comedor, una biblioteca y las alcobas, decoradas con obras de importantes artistas, entre ellos Goya. Otro de los puntos que los concejales han visitado durante su recorrido es la exedra y la plaza de Los Emperadores, decorada con bustos de personajes clásicos y un pequeño templete.
En lo que concierne a su patrimonio natural, destaca la importancia que tiene el agua en el jardín, a través de sus estanques, albercas, fuentes y cascadas. Por encima del resto, son puntos de obligada visita el arroyo, que recorre la finca de norte a sur, y la ría, que inicia su trayectoria en el Casino de Baile, se ensancha en el lago y finaliza junto al fortín.
Su vegetación se caracteriza por los bosquetes de lilos y de árboles del amor. En sus praderas y paseos sobresalen notables ejemplares de robles, pinos, fresnos, cipreses, tejos y cedros, entre otros. También destaca el laberinto localizado junto al jardín bajo, realizado con laureles.
Esta riqueza vegetal permite albergar una fauna variada con aves como el mirlo, la paloma torcaz, el petirrojo o el ruiseñor. En los elementos de agua se localiza al cisne negro y a parejas de ánade azulón. Entre los mamíferos presentes en El Capricho, se encuentran la ardilla roja, la musaraña, el ratón de campo o el ratón común, que pueblan las arboledas y las zonas de matorrales. /