22 de noviembre de 2022. Un reciente estudio en el que participó Víctor Martín Domínguez, profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Isabel I, ha demostrado que el entrenamiento de sprints resistidos con balón puede mejorar significativamente la velocidad y la agilidad en jugadores de fútbol de élite menores de 19 años. Esta investigación, publicada en la revista PLoS ONE, se llevó a cabo en colaboración con otras instituciones, como la Universidad Europea de Madrid y la Prince Sultan University de Arabia Saudí.
El estudio, que incluyó a 30 jugadores de fútbol de la selección nacional sub-19 de Túnez, comparó a un grupo experimental que realizó entrenamientos de sprints resistidos con balón, con un grupo control que continuó con su entrenamiento habitual. Los resultados mostraron mejoras significativas en las pruebas de sprint y agilidad, como la prueba de Zigzag con balón, la prueba de agilidad Illinois y la prueba T, solo en el grupo experimental.
Víctor Martín destacó que “el uso de ejercicios específicos de sprint resistido con balón no solo mejora las habilidades físicas, sino también las técnicas, como la conducción y el giro con balón”, lo que representa un avance en los métodos de entrenamiento.
Este hallazgo sugiere que los entrenadores de fútbol deberían considerar la inclusión de estos entrenamientos en sus rutinas, ya que mejoran tanto el rendimiento físico como las habilidades técnicas en acciones de alta intensidad durante el juego.
El estudio, titulado “Effects of resisted sprint training with ball on speed and agility performance in U-19 elite soccer players”, incluyó un programa de intervención de seis semanas en el que el grupo experimental realizó dos sesiones adicionales por semana de sprints resistidos con balón. Los resultados evidenciaron mejoras significativas en distancias cortas de 5 y 10 metros, así como en la capacidad para realizar cambios de dirección, lo que se traduce en un mejor rendimiento en situaciones de juego real. En contraste, el grupo de control, que siguió con su rutina habitual, no mostró avances significativos en ninguna de las variables evaluadas.
Además de mejorar la capacidad física de los jugadores, el estudio también señaló el potencial de este tipo de entrenamientos para perfeccionar las habilidades técnicas. «Integrar el balón en ejercicios de alta intensidad puede ser clave no solo para mejorar el rendimiento físico, sino también para optimizar las destrezas técnicas en situaciones de juego«, añadió el profesor Martín. Estos resultados aportan nuevas estrategias para los preparadores físicos que buscan maximizar el rendimiento en el fútbol moderno, donde la velocidad y la agilidad son determinantes en la competición de élite.