Andalucía cuenta con 836 ejemplares de lince ibérico (‘Lynx pardinus’), según el censo de 2024 de la especie que acaba de publicarse, lo que representa un aumento de 78 individuos con respecto a 2023. Además, se ha producido un incremento de 19 territorios reproductores y 24 cachorros con respecto a la anualidad anterior. Las áreas de presencia más orientales de la comunidad, Guarrizas y Sierra Arana, son las que han demostrado mayor capacidad de crecimiento en 2024. Por otro lado, en determinadas zonas de conexión, se mantienen sus territorios reproductores o incluso aumentan numéricamente, como el caso de la Sierra Norte de Sevilla y la campiña del Guadalquivir.
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, que ha liberado dos nuevos cachorros en Sierra Arana, en el municipio granadino de Iznalloz, ha valorado estos datos, insistiendo en que «nuestra comunidad ha sido clave en la historia de éxito de la recuperación de la especie, ya que el trabajo desarrollado en nuestra región ha servido para que, después de dos décadas, el lince ibérico ya no se encuentre en peligro de extinción y sume en la península un total de 2.401 ejemplares«. En esta línea, ha puesto el acento en que «todos los linces que corren hoy por España y Portugal son hijos, nietos y biznietos de las 75 hembras que quedaron en Andalucía hace dos décadas. Es importante reconocer que el proyecto de recuperación del lince es genuinamente andaluz, impulsado por la Junta de Andalucía».
Catalina García ha subrayado que, «con respecto a 2019, la población de lince ibérico en Andalucía casi se ha duplicado, puesto que hemos pasado de 463 ejemplares a los 836 censados actualmente» y, además, ha matizado que «si observamos la serie histórica, veníamos de crecimientos lentos, que se han visto incrementados de manera notable en los últimos años».
Andalucía cuenta con cinco núcleos de reproducción, repartidos en las siguientes zonas: Doñana-Aljarafe, con un total de 133 individuos censados, entre ellos 33 hembras reproductoras y 38 cachorros. Sierra Morena Oriental acogió 585 individuos, con 123 hembras reproductoras y 174 cachorros. Sierras Subbéticas contó con 18 individuos, con una hembra reproductora y tres cachorros. En áreas de conexión de Sierra Morena se obtuvo un total de 53 individuos distintos, con ocho hembras reproductoras que sacaron adelante un total de 22 cachorros. En las Campiñas de Guadalquivir se censaron 38 individuos, con siete hembras reproductoras que produjeron un total de 19 cachorros. En cuanto a individuos dispersantes en áreas alejadas de la distribución habitual se detectaron nueve ejemplares (cinco machos y cuatro hembras).
De La Olivilla a Sierra Arana
La liberación de Vesta, hembra procedente de la población de Guarrizas, de una camada de cuatro hermanos de la hembra P1-Janga y de Víznar, de la población de Doñana, hija de la hembra Sed y el macho Quichua, se ha llevado a cabo en el marco de un ‘workshop’ en el que están participando periodistas y creadores de contenido en redes, que tienen la oportunidad de conocer el trabajo ‘in situ’ que realiza el Proyecto Life LynxConnect.
Tras realizar sus respectivas cuarentenas, Vesta, en el CREA de Los Villares de Córdoba y La Olivilla, y Víznar, en el CCLI El Acebuche, han seguido preparándose para su traslocación en los recintos presuelta de La Olivilla, donde se unieron para sociabilizar compartiendo recinto desde el 14 de febrero
La zona de reintroducción de Sierra Arana se encuentra en el altiplano norte de la provincia de Granada, concretamente en la comarca de Los Montes. Este espacio natural abarca los términos municipales de Iznalloz, Benalúa de las Villas, Dehesas Viejas, Píñar, Morelábor, Colomera, Deifontes y Albolote. Se trata de un entorno privilegiado, compuesto por un mosaico de sierras y montes mediterráneos -entre ellos la Sierra del Pozuelo, del Rayo, de las Cabras, los Montes de Iznalloz y la propia Sierra Arana-, integrados en una matriz agrícola de cultivos de secano, dominados por olivos, almendros y cereales.
La elección de esta zona como área de reintroducción responde a un riguroso protocolo técnico que garantiza que esta zona reúne las condiciones adecuadas para acoger una población estable y viable de lince ibérico. La consolidación del lince ibérico en este entorno representa uno de los logros más relevantes del proyecto.
Desde diciembre de 2022, se han liberado en Sierra Arana un total de 30 ejemplares: cinco en 2022, nueve en 2023, diez en 2024 y ocho en lo que va de 2025. De ellos, 22 proceden de centros de cría en cautividad y ocho han sido capturados en libertad, siete de la población de Sierra Morena y uno de la de Doñana-Aljarafe.
Un hito especialmente significativo tuvo lugar en 2024, con el nacimiento de tres cachorros fruto de una pareja liberada el año anterior. Este hecho marca un antes y un después en la historia reciente de la biodiversidad andaluza, ya que el lince ibérico no se reproducía en esta zona desde hacía más de cuatro décadas.
Una historia de éxito que lidera Andalucía
La Junta de Andalucía, a través de los cuatro Proyectos LIFE que ha liderado en las últimas dos décadas, ha sido clave en el extraordinario proceso de recuperación del lince ibérico, que, tras estar al borde de la extinción, ha logrado en 2024 superar el estado crítico, pasando a estar catalogada como «vulnerable» en la Lista Roja de la UICN.
«Se trata de un hito sin precedentes a nivel mundial, ya que es la primera vez que unan especie felina logra salir de la categoría de ‘peligro crítico’, en la que fue incluido en 2002, para ser reconocido, 22 años después, como especie vulnerable», ha comentado Catalina García, que ha agregado que «es un ejemplo emblemático de éxito en conservación, avalado por la propia Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que considera al lince ibérico un símbolo de lo que puede lograrse cuando las administraciones públicas y la sociedad civil trabajan de la mano».
Para la consejera, «ha sido fundamental la colaboración de todos, en un modelo abierto y participativo en el que administraciones, organizaciones conservacionistas, ecologistas, ONG, propietarios de fincas, asociaciones agrarias, cazadores, investigadores, medios de comunicación y un amplio abanico de actores sociales, se han implicado activamente en un objetivo común, el de salvar al lince ibérico».
Además, Catalina García ha puesto el foco en el «compromiso común» de la preservación de la especie, recordando que «las carreteras son uno de los principales enemigos del lince ibérico». Al respecto, ha detallado que «la Junta de Andalucía centra su esfuerzo en campañas de concienciación a la población y en la adaptación de cartelería y señalización en zonas linceras». Entre las actuaciones llevadas a cabo destaca la instalación de dispositivos, denominados sistemas de prevención AVC, para evitar la muerte de fauna por atropello, especialmente de linces ibéricos, en las carreteras más peligrosas y los tramos conflictivos, siendo la primera comunidad en hacerlo. Estos dispositivos están en pruebas en tres carreteras andaluzas de Vilches (Jaén), Adamuz (Córdoba) y en el entorno de Doñana.
Asimismo, se han instalado paneles de neuromarketing en carreteras de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva. Además, en 2022 se ha instalado en la carretera A-312 de Vilches (Jaén), en el kilómetro 4,5, una barrera virtual que emite luces y sonidos hacia el medio natural que avisa a la fauna alertándola del peligro.
En enero de 2025 y tras una inversión cercana al millón de euros, ha finalizado la adecuación de la carretera autonómica A‐308, en el tramo del entronque con la carretera A‐301, en la provincia de Granada, para reducir el riesgo de atropello de lince ibérico y mejorar la seguridad vial, mediante la instalación de vallado físico y virtual en ambas márgenes.
Al acto de suelta de los dos cachorros han asistido también el alcalde de Iznalloz, Carlos Romero; el viceconsejero de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Sergio Arjona; el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Granada, Antonio Granados; el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez Valenzuela; el coordinador general del Proyecto Life Lynx Connect, Javier Salcedo, así como representantes de los ayuntamientos de Piñar y Morelabor, agentes de Medio Ambiente y del Seprona.