La futura Ley de Universidades para Andalucía (LUPA) que tramita, en la actualidad, el Ejecutivo autonómico regulará la apuesta de la educación superior andaluza por la formación continua y la reconocerá como una herramienta de enriquecimiento profesional. Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, en el desayuno-coloquio organizado por el Grupo Joly con el título ‘Formación y futuro: el impacto de las microcredenciales universitarias en el tejido empresarial’.
En su intervención, Gómez Villamandos ha destacado que este nuevo marco normativo vincula ese tipo de cualificación a las universidades, en estrecha colaboración con el tejido productivo, y lo define como un sistema flexible y ágil que ha de responder a “criterios de demanda, empleabilidad y mejora del empleo”. En ese contexto, el consejero ha explicado que la formación continua, en la que se enmarcan las microcredenciales y los títulos propios, constituye “una forma de acercar la universidad a la empresa y contribuir así a la especialización profesional”.
“La educación superior debe mantener un lazo indivisible con los agentes económicos”, ha asegurado para añadir que esta herramienta “ha de dar a los profesionales capacitados útiles recursos para abordar muchas especialidades dentro de un mismo sector”. Para el titular de Universidad, esa interrelación tendrá una repercusión directa en la transferencia de conocimiento y en la innovación, contribuyendo en última instancia “en la competitividad del sector productivo”. Además, ha puntualizado que las microcredenciales tienen que estar “muy pegadas al territorio, asegurando que “las necesidades de formación no son las mismas en todas las provincias, no coinciden las que se puedan demandar en Jaén o en Málaga”.
A su juicio, los profesionales que se actualizan de manera regular tienen mayores posibilidades de acceder a mejores oportunidades laborales, ascensos o cambios de carrera. “Incluso, en contextos de crisis o transformación económica, contar con una formación sólida y actualizada puede marcar la diferencia”, ha aseverado.
En cualquier caso, Gómez Villamandos ha hecho hincapié en que la formación continua debe responder a las necesidades de los profesionales y de los propios sectores y no circunscribirse a “cumplir las expectativas internas de cada universidad”. “Tiene que responder a criterios de demanda y, desde luego, a intereses compartidos con la empresa”. Asimismo, ha hecho hincapié en que, en las microcredenciales los criterios de calidad que se impongan no deben ser los que imperan en los grados o másteres, tienen que ser “de resultados, es decir, saber qué demanda han tenido los cursos, pero también si con esa formación se ha mejorado el empleo”.
Conexión con la Formación Profesional
Por otro lado, ha expuesto que las universidades tienen un papel clave en la puesta en marcha de las microcredenciales, ya que tienen la agilidad y la capacidad de maniobra suficientes para poder ofrecerlas y no limitarse únicamente al estudiantado universitario”, al tiempo que ha apuntado que esta clase de formación supone una “oportunidad única” para conectar con la Formación Profesional. “Tenemos que romper con esa visión que hace de la universidad y la FP compartimentos estancos, es necesario crear pasarelas en las dos direcciones”, ha apostillado para recordar que “existe un grupo de trabajo creado con la Consejería de Desarrollo Educativo para analizar precisamente la creación de esas pasarelas”.
Estudio de las necesidades formativas en el sector de la defensa
Tal y como ha indicado el consejero, para los profesionales, esta clase de enseñanza es “un activo incuestionable”, ya que posibilita la actualización constante de conocimientos y habilidades en un mundo en permanente evolución. “En un entorno tan dinámico como el actual, en el que las tecnologías cambian prácticamente a diario, la necesidad de mantenerse al día con nuevas herramientas, enfoques y teorías se ha convertido en una obligación más que en una opción”, ha puntualizado. Por ello, ha llamado la atención sobre la necesidad de identificar las nuevas necesidades y, sobre todo, los retos de la sociedad.
En ese sentido, ha recordado que su departamento llevará a cabo un estudio para conocer las necesidades de formación tanto en el campo de la FP, como en el área universitaria, en un sector tan dinámico y de alta especialización como es el metal-mecánico, que nutre a ámbitos estratégicos para Andalucía como es el aeronáutico o el de la defensa y la seguridad.