Cohesión Territorial pone en marcha un programa cercano y personalizado para ayudar a las personas mayores del ámbito rural a tomar correctamente su medicación

El concepto de servicio público desde la cercanía y el trato personalizado se plasma en el convenio de colaboración suscrito entre el Departamento de Cohesión Territorial, a través de la Dirección General de Administración Local y Despoblación, y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra (COFNA) para poner en marcha el Programa de Optimización de la Adherencia al Tratamiento Farmacoterapéutico mediante Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD). Iniciativa pensada para personas en tratamiento con varios medicamentos que necesitan ayuda en la organización de sus tomas y residan en alguno de los 78 municipios de la zona oeste y Pirineo de la Comunidad Foral en riesgo de despoblación.

El Gobierno de Navarra aporta 100.000 euros, pensando en llegar a 500 personas usuarias, a través de las 26 oficinas de farmacia localizadas en la zona oeste y Pirineo. “No tenemos dudas de que la farmacia rural es un activo sanitario que contribuye a fijar población, contribuye al arraigo territorial y está estrechamente vinculada con la empleabilidad de la zona”, ha explicado el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús María Rodríguez; durante la presentación de la iniciativa, hoy en la farmacia de Lerín, junto al presidente del COFNA, Alberto Mantilla; y la titular de la farmacia, Ana Isabel Mendoza.

El objetivo del servicio es contribuir a que las personas beneficiadas utilicen los medicamentos prescritos conforme a las pautas establecidas por las y los médicos. Además, ayuda a los y las pacientes a evitar problemas como duplicidades, olvidos, dificultades en el manejo o apertura de envases y a disminuir los efectos adversos derivados de la falta de control de la medicación. Para ello, el paciente recibe su medicación semanal, organizada por días y tomas, en un blíster sellado de fácil manejo y debidamente identificado.

Una de las claves del servicio que se pone en marcha, ha afirmado el presidente del COFNA es ayudar a mejorar la adherencia al tratamiento, fundamental para la eficacia de los medicamentos pautados. “La farmacia rural desempeña un papel fundamental en el seguimiento de la adherencia terapéutica, tanto en lo que se refiere al comportamiento de los pacientes en relación a su medicación como en lo relativo a las recomendaciones higiénico dietéticas o de estilos de vida, medición de parámetros como peso, talla, presión arterial o glucosa”, ha precisado Mantilla y ha destacado la labor facilitadora que para el paciente, familiares y cuidadores en lo que atañe a la adquisición, conservación y administración de medicamentos supone el convenio firmado con Cohesión Territorial. “Convenio que pone de manifiesto el valor de la farmacia rural ante el reto de la despoblación”, destaca el presidente del COFNA.

Jesús María Rodríguez ha recordado que el servicio que se prestará es gratuito para las y los usuarios y está pensado para personas mayores de 70 años que residan en su domicilio, es decir, que no estén institucionalizados. Además de personas que, aunque no cumplan con el criterio de edad presenten olvidos, errores frecuentes en la administración de medicamentos, presenten algún grado de dependencia o deterioro cognitivo o vivan solas de manera que no se garantice la toma adecuada de la medicación.

Más salud y arraigo

Sobre el terreno, la titular de la Farmacia de Lerín ha explicado que el servicio de apoyo a las personas polimedicadas ya lo venían prestando. La diferencia, ahora, es que “contamos con el apoyo económico del Gobierno de Navarra y la colaboración del COFNA para poder ser más competitivos y eficientes”. Ana Isabel Mendoza valora de manera “muy positiva” la iniciativa y resalta que “es beneficiosa” tanto para las farmacias rurales como para las personas atendidas, “los pueblos ganan vida, se da más autonomía a las personas mayores que pueden seguir residiendo en los entornos rurales y durante los fines de semana no es extraño ver a sus familiares que vienen de visita”. Se trata, en suma, de “crear arraigo”.

En la parte más personal, Mendoza ha resaltado que “ves que ayudas” y “los usuarios y usuarias son muy agradecidas”. Explica que se crea un “vínculo de confianza” con las personas que requieren de ayuda para tomar la medicación y al mismo tiempo “a las y los farmacéuticos nos permite llevar un control riguroso de la medicación o detectar anomalías si las hubiera”.

En la misma línea, Irati Alduntzin, farmacéutica de la farmacia ‘Inmaculada Capilla’ de Auritz / Burguete, ha recordado que ya habían participado en una experiencia piloto tutelada por el ayuntamiento, ahora se da un paso más y “es una gran ventaja que nos permitirá una mejora significativa en la adherencia de los tratamientos o, en su caso, detectar la causa de la falta de adherencia”.

Alduntzin ha animado a las farmacias rurales del este y Pirineos a sumarse a la iniciativa y ha valorado la “importancia que tiene para fijar población”. Admite que el acceso a las farmacias en los ámbitos rurales no siempre es sencillo, “el poder preparar los blísteres semanales nos facilita el control” y, además “facilitamos la vida del paciente que puede delegar en otra persona el recoger su medicación”. Se trata, en suma, “de valorar y mejorar un servicio público”.

Por último, Jesús Martínez se ocupa de preparar la medicación de su hermano Miguel. Afirma que él, de momento, apunta las dosis en los envases. Aun así no descarta sumarse a la opción que le ofrece la farmacia de dosificadores semanales. «Nos dan un servicio cercano, continuo y nos simplifican la vida», ha concluido.