Dos estudiantes de la Universidad de Burgos han sido galardonadas en una nueva edición de los premios a trabajos académicos sobre Cooperación Internacional para el Desarrollo, convocados por la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla y León.
Tania Cuesta Elvira, estudiante del Doble Grado Derecho y ADE, en la categoría de Trabajo de Fin de Grado; y Amaia Sáenz Romero, alumna del Máster en Cooperación Internacional al Desarrollo, en la categoría de Trabajo de Fin de Máster, han sido premiadas con 1000 y 2000 €, respectivamente.
El TFM «Las defensoras de Derechos Humanos: una mirada desde y para la protección integral», tutorizado por la profesora Martha Lucía Orozco y que ha obtenido la máxima puntuación de los trabajos presentados a esta categoría, surgió de la realización de las prácticas del Máster de Cooperación con la Fundación In Ju Huellas en Colombia gracias a las Becas PPACID.
Como explica Amaia Sáenz, “en el departamento de Arauca y del Meta pude conocer cuál era la situación de las personas defensoras de DD. HH. en el territorio. A raíz de ese momento, fui ahondando en cuáles eran las redes de solidaridad internacional que nutrían los programas de acogida temporal a defensoras de DD. HH. procedentes de Colombia en el Estado español”.
Este trabajo de investigación presenta la experiencia vigente sobre la protección temporal a defensores y defensoras de Derechos Humanos desde una mirada integral. Se trata de un estudio exploratorio con enfoque cualitativo a través de entrevistas semiestructuradas a las organizaciones acompañantes y gestoras de siete de los programas de protección en el territorio español, así como a tres defensoras de DD. HH. colombianas a través de sus historias de vida. Una de las cuales ha sido acogida por el Programa Burgos con Colombia que gestiona el Centro de Cooperación y Acción Solidaria de la UBU y las otras dos por el Programa Asturiano.
En el contexto colombiano, la defensa de los derechos de la tierra y el territorio son ejes clave para la construcción de paz y la promoción de derechos. Sin embargo, informes globales como Global Witness (2024) y Front Line Defenders (2024) muestran cómo los derechos de la tierra y el medio ambiente son los más peligrosos para su defensa y, Colombia, el país que registra mayor número de asesinatos a personas defensoras de DD. HH. en el último año.
Los resultados obtenidos abren un debate acerca de la importancia de poner los cuidados y el acompañamiento psicosocial en el centro de las prácticas protectoras. La praxis de los movimientos organizativos protagonizados por mujeres han sido clave para la articulación de estrategias como la Protección Integral Feminista. Esta mirada articula diferentes aspectos fundamentales que generan entornos protectores desde los territorios y desde su dimensión colectiva, como son: el acompañamiento psicosocial, la articulación de redes de apoyo, la incidencia política y la sensibilización ciudadana. La investigación resalta la necesidad de seguir fortaleciendo las redes de solidaridad internacional entre el tejido asociativo español y colombiano, mostrando cómo “las redes salvan” en contextos de vulneración de Derechos Humanos.
Resiliencia en las ONG
Por su parte, el TFG “Factores determinantes de la resiliencia en las entidades no lucrativas”, realizado por Tania Cuesta Elvira y tutorizado por los profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Íñigo García Rodríguez y M. Elena Romero Merino, tiene como objetivo analizar los factores que determinaron la capacidad de resiliencia de las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo en Castilla y León durante la pandemia provocada por el COVID-19.
El estudio de la resiliencia, o capacidad de afrontar con éxito situaciones adversas, se ha convertido en un factor especialmente importante para garantizar la supervivencia de las organizaciones en un entorno caracterizado por elevados niveles de incertidumbre y dinamismo como sucede en el sector no lucrativo.
Los resultados del estudio, extraídos del análisis de entrevistas en profundidad realizadas con representantes de estas organizaciones castellanoleonesas, indican un alto grado de resiliencia y adaptación por su parte y destacan, como factores clave para superar las crisis, cuestiones tales como la diversificación de las fuentes de financiación, la flexibilidad organizativa, la proactividad de trabajadores y voluntarios, su identificación con los objetivos de la organización o el establecimiento de redes sólidas con otras organizaciones.
Otro de los Trabajos de Fin de Máster premiados en esta edición, “Re-construyendo la Memoria Colectiva para una paz estable y duradera a través de la creación de un Museo Virtual de Víctimas”, elaborado por Gina Marcela Salamanca Pinto, estuvo tutorizado por la profesora de la Universidad de Burgos, Martha Lucía Orozco.