La Cátedra en Cine, Mujer y Educación (CIMUED) de la Universidad Nebrija, EGEDA y Platino Educa continúa con su compromiso de reivindicar un audiovisual igualitario. La Cátedra tiene entre sus objetivos analizar la situación de la mujer en la industria audiovisual iberoamericana y promover iniciativas que visibilicen el trabajo de las creadoras en este ámbito.
En línea con estos objetivos, la Cátedra se alía con el Festival Internacional de Cortos Universitarios AdN para otorgar un reconocimiento especial a un cortometraje dirigido por una mujer y con enfoque de género. Esta colaboración busca “apoyar la proyección profesional de nuevas cineastas y destacar aquellas obras que contribuyen activamente a la igualdad de género a través del audiovisual”, ha manifestado Marta Saavedra, directora de la Cátedra y vicedecana de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija.
En esta edición, el Festival AdN ha recibido un total de 169 cortometrajes procedentes de 33 universidades y 7 países. Más del 60 % de las obras han sido dirigidas por mujeres, “lo que refleja una creciente presencia femenina en el ámbito universitario del cine”.
Érase una vez un cuento que me he inventado
Entre todas estas obras dirigidas por mujeres, el cortometraje que ha suscitado mayor interés entre el equipo investigador de CIMUED ha sido Érase una vez un cuento que me he inventado, una propuesta que cuestiona los estereotipos tradicionales de los cuentos de princesas a través de la mirada crítica de dos niñas protagonistas, de 10 y 11 años.
Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, ha hecho entrega del galardón, felicitando a sus autoras Paula M. Sáenz y María Sáez Rico. “Espero que esta mención sea el inicio de una larga trayectoria dentro de un sector apasionante, pero duro, que necesita de ilusión y pasión, de fortaleza”, reconoció Cerezo: “Lo más importante es que os guste, porque no es un trabajo fácil”. El presidente de EGEDA también animó a las “jóvenes promesas” destacando que la industria atraviesa un momento de oportunidad, avivado por las plataformas, el consumo global y la necesidad de nuevas miradas.
“Hay que tener en cuenta que ahora las producciones audiovisuales de distribuyen en un mercado global de una manera mucho más orgánica y que los títulos en español se consumen en una comunidad de más de 600 millones de hispanohablantes”, destacó Octavio Dapena, director gerente de EGEDA y Platino Educa.
Paula M. Sáenz y María Sáez Rico
Las cortometrajistas galardonadas, Paula M. Sáenz y María Sáez Rico, son estudiantes del último curso del grado en Comunicación Audiovisual de la Universidad Nebrija y han sido reconocidas por su enfoque innovador y su compromiso con la igualdad de género. “Queríamos hacer una pieza comprometida, pero alejada de la estructura típica del cine social; queríamos un producto de entretenimiento, que te hiciera reflexionar desde la sonrisa”, apuntó María Sáez. “Se trataba de analizar la representación de la mujer en la ficción desde que somos pequeñas, empezando por los cuentos infantiles, y contarlo de una manera bonita y dulce”, completó. Por su parte, Paula M. Sáenz manifestó su agradecimiento a EGEDA, Platino Educa y CIMUED por “potenciar iniciativas como esta, que nos ofrecen una plataforma para visibilizar el trabajo”.
La Cátedra en Cine, Mujer y Educación, en línea con el Festival AdN, pretender luchar por una industria audiovisual igualitaria, con oportunidades profesionales en cada ámbito de actividad. Ambas iniciativas tienen una mirada iberoamericana y si desde la Cátedra se investiga la situación de diferentes mercados como el español, mexicano o -próximamente- colombiano, el Festival abre las puertas del concurso a todos los estados. De hecho, en la XXI Edición, celebrada el 8 de mayo en los Cines Callao, se contó con trabajos de España, Colombia, México, Perú, República Dominicana, Venezuela y Ecuador.