Piedad Bonnett (Amalfi, 1951) ha recogido este martes el XXXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de manos de Su Majestad la Reina Doña Sofía. En la ceremonia, celebrada en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, han participado el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, y la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, representantes de las dos instituciones que convocan el galardón. Colombia suma así su segundo galardón tras haberlo ganado Álvaro Mutis en 1997.
Bonnett reivindicó la poesía para combatir la “enorme soledad interior” en la que vive la sociedad actual. “En un mundo en que la solidaridad social está siendo destruida por el espíritu de la competencia y la pauperización de la vida en aras del rendimiento, la poesía señala esas y otras soledades. No puede cambiar el mundo, pero si ampliar los límites de nuestra sensibilidad y de nuestra conciencia. Algo que no pueden hacer las máquinas, que son ya capaces de reemplazar la inteligencia humana pero no la percepción ética de nosotros mismos y de nuestras acciones”, subrayó la poeta colombiana.
La autora de «Las herencias» y los «Los habitados» ha defendido también el poder de la palabra como acompañamiento “porque el poeta siempre escribe para otro”, como remedio frente a la destrucción de la solidaridad social, ya que, a su juicio, “la poesía no puede cambiar el mundo, pero sí ampliar los límites de nuestra sensibilidad y nuestra conciencia” y para hacer “más llevadera la inconmensurable soledad del ser”. La escritora ha agradecido el premio “otorgado por un país de cuya poesía me he alimentado durante toda mi vida”, antes de poner fin a su discurso con unos versos en memoria de su hijo, fallecido hace trece años.
Por su parte, el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, ha resaltado la capacidad de Piedad Bonnett para transformar el oficio de escribir en una herramienta de reflexión y cura: “El impacto de sus versos nos invita a vivir la poesía como un acto de sanación, una ‘catarsis’ que no solo alivia, sino que también nos transforma”. Corchado ha agradecido a la escritora su ayuda para “enfrentarnos a un mundo tan complicado y a veces tan doloroso para nosotros”.
Asimismo, la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, ha aplaudido que Bonnett “haya dado voz a una generación de mujeres educadas en la sumisión y la obediencia que, con los años, han expresado y sentido la rebeldía, la necesidad de libertad y de romper los límites de lo establecido por la tradición”. De la Cueva ha destacado también el potencial inspirador de los poemas de la autora, porque «transitan desde lo trascendente hasta lo más íntimo y cotidiano, y nos ayudan a sentir, a vivir y a seguir adelante”.
Biografía de Pilar Bonnett
La escritora, poeta y dramaturga Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia) es licenciada en filosofía y letras por la Universidad de los Andes y profesora en esta universidad desde el 1981. Autora de ocho libros de poemas, entre los que destacan “De círculo y ceniza” (1989), “El hilo de los días” (1995), “Ese animal triste” (1996), “Tretas del débil” (2004) y “Explicaciones no pedidas” (2011).
La creación literaria de Bonnett abarca las novelas como «Después de todo” (2001), “Para otros se lo cielo” (2004), “Siempre fue invierno” (2007) o “El prestigio de la belleza” (2010). En el año 2013 narró la enfermedad y suicido de su hijo en el bellísimo libro testimonial «Lo que no tiene nombre”. También ha escrito teatro con obras como “Gato miedo liebre”, “Que muerde el aire afuera”, “Sanseacabó”, “Se arrienda pieza” y “Algún día nos iremos”.
“La oscura disonancia”, la última obra de Piedad Bonnett se ha presentado esta misma mañana en la Galería de las Colecciones Reales. Se trata de la antología que acompaña al XXXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, y que recorre toda la obra poética de la autora, además de cinco poemas inéditos manuscritos por Bonnett.
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
El galardón, creado hace 33 años, reconoce el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común de España e Iberoamérica. Se trata del premio más prestigioso en el ámbito de la poesía española y portuguesa.
Junto a la dotación económica, 42.100 euros, el reconocimiento lleva consigo la edición de una antología poéticas, jornadas académicas y el estudio de su obra a cargo de un destacado profesor de literatura de la Universidad de Salamanca.