Sitúan en 200.000 años los instrumentos de caza tallados en madera más completos del mundo

12.05.25

La edad revisada de las lanzas de Schöningen se ha situado en 200.000 años en un artículo científico recientemente publicado en la prestigiosa revista científica Science Advances. Esto implica que los instrumentos prehistóricos más completos de caza tallados en madera más antiguos del mundo, procedentes de esta localidad de Alemania, son 100.000 años más jóvenes de lo que se anteriormente creía.

La ciudad de Schöningen, en Baja Sajonia (Alemania), es mundialmente conocida en arqueología: aquí se descubrió el conjunto de instrumentos en madera más impresionante conservado del Paleolítico, que se estimó en aproximadamente 300.000 años. En reconocimiento a la importancia del yacimiento y para comprender la evolución de las habilidades de caza humanas, en 2013 se fundó el Museo y Centro de investigación «Paläon».

Figura 1.  Localización de la ciudad de Schöningen, zona explotada por las minas de lignito y ubicación del yacimiento arqueológico.

Las condiciones sedimentarias fuertemente reductoras del yacimiento de Schöningen, favorecieron la conservación de lanzas y otros utensilios de madera, junto a los cuales aparecieron restos de sus presas, principalmente caballos. Cuando se descubrieron las primeras lanzas a mediados de la década de 1990, se estimó  que su antigüedad rondaba los 400.000 años, posteriormente revisada a la baja a  aproximadamente 300.000 años.

Sin embargo, estas edades se basaban en la cronología relativa de las capas de sedimentos suprayacentes y subyacentes, no en datos obtenidos directamente del propio «Horizonte de la Lanza» (Spear Horizon). Debido a estas incertidumbres, se debatieron durante años diferentes estimaciones de edad. En colaboración con científicos geoambientales y ambientales internacionales con amplia experiencia, arqueólogos del Leibniz Zentrum für Archäologie (LEIZA), Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU), Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) y MUPAC junto con investigadores de la Universidad de York y de la Universidad Politécnica de Madrid, entre otros, se presentan, por primera vez, dataciones numéricas de los materiales del “Horizonte de la Lanza”.

Figura 2. Plano de la excavación de Schöningen 13II-4 y distribución espacial de los restos de fauna en el “Horizonte de las lanzas” (Spear Horizon). A la derecha topografía en la que se aprecia como el lago ganaba en profundidad. Nota, cada cuadrado representa una superficie de 10x 10 m.

Estos datos muestran que la edad de las famosas lanzas son unos 100.000 años más recientes de lo que se creía anteriormente, según el artículo científico publicado por el equipo de investigación en la revista «Science Advances» el 9 de mayo. En consecuencia, se estima que el «Horizonte de Lanza» tiene alrededor de 200.000 años de antigüedad. Un elemento central del nuevo enfoque de datación es un método analítico conocido como racemización de aminoácidos, perfeccionado en los últimos años por los grupos de investigación dirigidos por la profesora Kirsty Penkman en la Universidad de York (Inglaterra) y los profesores Trinidad de Torres y José Eugenio Ortiz del Laboratorio de Estratigrafía Biomolecular de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), dos de los cuatro únicos laboratorios que hay en el mundo que aplican esta técnica.

Este enfoque bioquímico aprovecha que los aminoácidos pueden presentarse en dos formas especulares: una forma L (levógira) y una forma D (dextrógira), según la disposición de sus enlaces moleculares. En los organismos vivos, predominan los aminoácidos en forma L. Tras la muerte se produce la racemización, que consiste en la conversión de los L-aminoácidos en formas D. La entre aminoácidos L y D permite, por lo tanto, determinar la edad de una muestra.

Figura 3. Distribución especial de micromamíferos, aves y peces en Schöningen 13II-4.  

En Schöningen, se determinó el grado de racemización de los opérculos de pequeños gasterópodos de agua dulce del género Bithynia. Los opérculos son porciones esqueletales calcíticas de algunos gasterópodos que cierran la cavidad habitacional.   Estos restos preservan los aminoácidos ligados al desarrollo de la concha (biominerales) durante milenios. Las muestras analizadas en el presente estudio provienen de bloques de sedimento recuperados y preservados durante las excavaciones de Schöningen en los años 90. Otras muestras utilizadas en las dataciones de racemización provienen de los dientes de caballo (Equus) depredados por el hombre y conchas de pequeños crustáceos (ostrácodos) que vivieron en el entorno palustre en el que se preservaron los restos arqueológicos. Todas estas muestras, tratadas en el marco del estudio, respaldan la edad reciente del yacimiento.

Esta estimación de edad más reciente refuerza la importancia de los hallazgos de Schöeningen como referente en el estudio de la evolución humana. Con esta edad, Schöningen se remonta al Paleolítico Medio y a la época de los primeros neandertales. Además de por la presencia de las lanzas, también destaca por las claras evidencias de caza en comparación con otros yacimientos de períodos anteriores. A lo largo de todas las estaciones del año, pequeños grupos de caballos fueron abatidos repetidamente a lo largo de la orilla de un antiguo lago en Schöningen: en total de más de 50 caballos, como demostraron en un proyecto anterior estudios del Centre and Museum for Human Behavioural Evolution MONREPOS, una instalación de LEIZA cerca de Neuwied, Alemania.

Figure 4. Ejemplos de la excelente conservación de los restos de fauna. Mandíbulas de Equus mosbachensis (especie extinta de caballo del Pleistoceno medio). Los cambios en el color y las líneas sobre el hueso son producto del enterramiento parcial de los restos en el sedimento del fondo del lago y a la desecación y posterior descomposición de vegetales.

Sin embargo, la caza especializada de una sola especie animal sólo se ha documentado en Europa desde hace unos 250.000 a 200.000 años. Con la nueva datación, Schöningen se suma a una serie de yacimientos que ilustran una marcada aceleración de la capacidad venatoria. Según los autores del estudio, la caza especializada enfocada en pequeños grupos de animales de una única especie, resultó ser más efectiva que otras estrategias más diversificadas. Estos hallazgos también sugieren partidas de caza bien coordinadas, en las que los participantes se encargaban de tareas claramente definidas para garantizar el éxito de la caza. El grado o la «calidad» de la cooperación humana aparentemente ya alcanzaba un nivel elevado hace 200.000 años.

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