El renovado Parador de Sigüenza reabre sus puertas con una imagen actualizada

El establecimiento, ubicado en un castillo del siglo XII, ha sido objeto de una completa remodelación que mejora su accesibilidad, sostenibilidad, interiorismo y conservación patrimonial.

 

El nuevo proyecto artístico exhibe una colección de textiles contemporáneos producidos en los últimos años por la Real Fábrica de Tapices, con modelos de artistas de la talla de Manolo Valdés, Alberto Corazón, Keiko Mataki o Guillermo Pérez Villalta, entre otros.

 

La propuesta expositiva permite disfrutar además de una instalación de Gerard Mas, de cerámicas de Aniana Heras y de una serie fotográfica sobre la abstracción del paisaje de José Quintanilla.

 

 Tras un cierre de casi siete meses por obras, el Parador de Sigüenza ha reabierto sus puertas este viernes, 9 de mayo. Reinicia así su actividad uno de los establecimientos más icónicos de la cadena hotelera pública, ubicado en un espectacular castillo del siglo XII erigido sobre los vestigios de una alcazaba árabe.

 

Inaugurado en 1976, el Parador de la localidad seguntina ha sido sometido a una profunda remodelación con una inversión de más de 10 millones de euros, de los cuales Paradores ha aportado 8,3 millones. Dada la condición de Bien de Interés Cultural del inmueble, con categoría de monumento, Turespaña ha destinado 1,8 millones de euros financiados con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Un ambicioso proyecto de mejora de sus instalaciones que le va a permitir celebrar el próximo año su 50º aniversario con unas instalaciones en perfecto estado.

 

Se trata de una fuerte inyección económica que, tal y como destacaba la presidenta de la compañía, Raquel Sánchez, sigue poniendo en valor este emblemático enclave convertido en motor económico de toda la comarca y ha contribuido a adaptar el alojamiento y su restaurante a las nuevas tendencias, a las necesidades del mercado turístico y a las experiencias que reclama el cliente, respetando el valor histórico y patrimonial de la antigua fortaleza.

 

Una reforma alineada con el futuro de Paradores

 

La actualización del Parador de Sigüenza se enmarca dentro del ambicioso plan de transformación que la red pública de hoteles está desarrollando con vistas a su centenario en 2028. Un plan que va a suponer la reforma de más del 50% de sus edificios y una inversión de más de 250 millones de euros para mejorar la experiencia de los clientes desde todos los puntos de vista: accesibilidad, sostenibilidad, interiorismo y conservación de los edificios más emblemáticos, impulsando un modelo de turismo que protege y enriquece el entorno.

 

Reforma integral de la cocina y de baños de habitaciones

 

Las obras en las instalaciones asumidas por Paradores se han centrado en la reforma integral de la cocina principal y la renovación del equipamiento para mejorar las condiciones operativas y el desempeño diario de las personas trabajadoras.

 

Se han reformado los baños de 21 habitaciones, para modernizar sus instalaciones y cambiar las bañeras por platos de duchas con el fin de mejorar la comodidad de uso y la accesibilidad de los clientes, así como los baños de acceso público, que se han reubicado para ofrecer mayor comodidad y funcionalidad. Posteriormente se llevarán a cabo las obras de adecuación del resto de los baños de todas las habitaciones restantes del Parador.

 

Además, de cara a mejorar la eficiencia energética del edificio se han cambiado las calderas de gasóleo para su transformación a gas natural, lo que reducirá en más de un 25% el consumo energético de calefacción del Parador, recortará más de un 60% la factura por este concepto y rebajará un 52% las emisiones de CO2, lo que supone 200 toneladas de dióxido de carbono que equivalen a plantar unos 350 árboles.

 

Asimismo, se han sustituido los fancoils del aire acondicionado de salones y zonas comunes, además de la enfriadora, apostando por un nuevo sistema de control automatizado de toda la climatización. Igualmente, se han reemplazado las carpinterías exteriores, así como las interiores de las habitaciones, para mejorar el aislamiento y la eficiencia térmica, incluyendo puertas resistentes al fuego y acústicas, que mejoran la insonorización y el control de ocupación.

 

La intervención ha incluido también obras de remodelación en la zona del aljibe, de las instalaciones existentes y la adecuación de los sistemas contra incendios.

 

Además, se ha llevado a cabo un proyecto integral de redecoración que ha actualizado la imagen del hotel, mejorando la iluminación de zonas comunes, pasillos y habitaciones, optimizando la distribución de salones y restaurante, y sustituyendo textiles y muebles obsoletos y deteriorados por el uso y paso del tiempo.

 

Obras patrimoniales de Turespaña

 

Por su parte, Turespaña ha restaurado la barbacana, ha recuperado su adarve para que pueda recorrerlo el público y ha habilitado la azotea de la torre noroeste como un nuevo espacio visitable y un punto Startlight para observación astronómica. Se ha procedido a reacondicionar la entrada del Parador, se han restaurado y acometido consolidaciones puntuales de las fachadas del castillo y se ha actualizado y ampliado la iluminación monumental de todo el perímetro de la fortaleza y de la barbacana.

 

Paralelamente, se ha desarrollado un Plan Director de Conservación que permite conocer a fondo el edificio, el castillo y sus necesidades, así como priorizar las actuaciones necesarias.

 

Ambicioso proyecto artístico

 

La remodelación del Parador seguntino ha conllevado paralelamente el desarrollo de un nuevo proyecto artístico para sus instalaciones. El establecimiento exhibe una colección de textiles contemporáneos que muestra las obras producidas en los últimos años por la Real Fábrica de Tapices. Una selección de alfombras y tapices tejidos de acuerdo con modelos de artistas contemporáneos de la talla de Manolo Valdés, Juan Gris, Alberto Corazón, Joseph Domjan, Keiko Mataki o Guillermo Pérez Villalta, entre otros.

 

Un conjunto de piezas que permite experimentar la mágica transformación del lenguaje textil a través de diseños ideados por reconocidos artistas plásticos, pero manteniendo los procedimientos tradicionales de fabricación de tapices, alfombras y reposteros, que constituyen el legado secular de la histórica manufactura española. Un patrimonio inmaterial de saberes ancestrales que continúa en plena vigencia.

 

Paradores cuenta con una destacada colección textil que suma más de cien piezas y reúne una amplia representación de manufacturas, estilos y procedencias. Esta muestra la completa, llevándola al siglo XXI. Las paredes del Parador de Sigüenza exhiben estas piezas rememorando la antigua función de revestir los paramentos de castillos con tapices, alfombras y reposteros para aportar calidez y belleza a los espacios. El contrapunto lo pone un tapiz flamenco del Siglo XVII de la colección de Paradores, que remite de nuevo al mundo clásico y a los orígenes estéticos y técnicos de esta colección textil contemporánea.

 

La exposición artística se ha enriquecido además con una serie de obras de nueva adquisición. Así, los clientes pueden disfrutar de la instalación Ciris, de Gerard Mas, un conjunto escultórico realizado con cera, hierro y luz fría que evoca la historia de Blanca de Castilla, esposa de Pedro I el Cruel que, tras ser repudiada, fue encerrada durante cuatro años en el castillo de Sigüenza. Un espectacular conjunto escultórico de bustos femeninos que recuerda aquella parte de la Historia, que se mezcla en el imaginario popular con tantas tristes historias de otras mujeres enclaustradas en torres y castillos.

 

Cerámica con sello seguntino

 

La escena creativa local está representada por cuatro piezas cerámicas de la artista-artesana seguntina Aniana Heras, que mantiene viva la ancestral tradición alfarera de la localidad guadalajareña. Sus creaciones de barro cocido son la quintaesencia de la sofisticación, sin embargo, transmiten esa autenticidad simple de la alfarería tradicional. Aniana estudió arte y diseño en Madrid, y ha trabajado durante años en Berlín como diseñadora y creativa. En 2022, buscando nuevas formas de creatividad más tangibles, empezó a explorar el trabajo de la arcilla, y de sus experimentos surgieron estas piezas, mitad vasija, mitad escultura, cuya belleza apenas necesita presentación.

 

Finalmente, la propuesta artística se completa con El espejo de Claude, del fotógrafo gerundense José Quintanilla, una serie de imágenes impresas con pigmentos en papel japonés montadas sobre pan de oro. El trabajo trata de abstraer una porción del paisaje de la realidad que lo rodea, deformar y transformar la imagen, reducir su rango tonal, simplificar su color para convertirla en una escena de cualidad pictórica. El autor se centra en la fotografía de paisaje entendida como la relación entre el hombre y el territorio que lo rodea, el espacio entre lo humano y la naturaleza, frontera entre la razón y el caos. La memoria, los recuerdos, la búsqueda entre belleza y ausencia.

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