Cerca de 700 estudiantes de nueve centros educativos navarros diferentes recorren los días 8 y 13 de mayo dos tramos del GR-225, la ruta de montaña que sigue los pasos de los presos fugados del Fuerte de San Cristóbal el 22 de mayo de 1938. Se trata de la séptima edición de esta marcha de ‘Las botellas de la Libertad’, actividad con la que se cierra el curso en el programa ‘Escuelas con Memoria’ que organiza el Instituto Navarro de la Memoria.
En la primera jornada de esta edición, a la que ha asistido la vicepresidenta y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, han participado los IES Irubide, IES Navarro Villoslada, Iturrama BHI, y CIP Donapea IIP de Pamplona/Iruña, Paz de Ziganda Ikastola de Villava / Atarrabia e IESO Joaquín Romera de Mendavia que han recorrido la primera etapa del GR-225, desde el Fuerte de San Cristóbal hasta la fosa de Olave / Olabe. Al inicio de la marcha, en el exterior del Fuerte de San Cristóbal, el investigador Fermín Ezkieta ha realizado una contextualización histórica del Fuerte y de la fuga.
La vicepresidenta, Ana Ollo, ha destacado en su intervención que recorrer esta ruta, se trata de una actividad de Memoria, pero que está cargada de futuro para que nadie vuelva a repetir esta barbarie. “Por eso hay que mirar también hacia atrás: para evitar repeticiones de errores y horrores que nunca debieron suceder. Y vosotros y vosotras- ha continuado la vicepresidenta- que estáis estudiando y formándoos, sois el futuro y la garantía de una sociedad justa y democrática que tenga el respeto a los derechos humanos, la no violencia y la justicia social como principales cimientos”.
A continuación, los centros participantes han recogido las “botellas de la libertad”, símbolo que acompaña toda la marcha hasta Urepel, que portan en su interior testimonios y fotografías de los presos, así como los escritos que les han dedicado los estudiantes. A lo largo del recorrido se han explicado más detalles sobre la fuga en los parajes que fue atravesando, especialmente en los puntos en los que hubo detenciones y asesinatos. También ha estado presente personal del Guarderío de Medio Ambiente.
La etapa ha finalizado en Olave/Olabe, en la fosa en la que en 2016 fueron exhumados los restos de 16 presos fugados que fueron asesinados sin juicio alguno al día siguiente de ser detenidos. Hasta la fecha únicamente han podido ser identificados Francisco Lecea, de Mendavia, a quien el alumnado de su localidad ha homenajeado especialmente y cuyos familiares han estado presentes; y Máximo Sainz, de Desojo, residente en Vitoria-Gasteiz. En este Lugar de Memoria Histórica de Navarra, se ha celebrado un sencillo acto de homenaje con actuaciones preparadas por los centros educativos participantes.
De Sorogain a Urepel
El próximo martes 13 de mayo, partirá de Sorogain la segunda etapa de la marcha ‘Las botellas de la libertad’, que recorrerá el último tramo del GR-225. En esta ocasión, alumnado del IES Mendillorri BHI, Navarro Villoslada, CIP Donapea IIP, Eunate BHI y Colegio Jesuitinas de Pamplona/Iruña y Paz de Ziganda Ikastola de Villava / Atarrabia se encargarán de portar las botellas que partieron de Ezkaba hasta Urepel. Durante el último tramo del camino, contarán con la compañía de niños y niñas de la Escuela Elemental de la localidad bajonavarra a la que llegó Jovino Fernández, uno de los tres fugados que consiguió culminar con éxito la huida.
La etapa finalizará ante la escultura en recuerdo a Jovino y a todos los presos que pasaron por el penal del monte Ezkaba. Aquí, el alumnado participante hará entrega a Xole Aire, alcaldesa de Urepel, de las botellas de la libertad que han sido llevadas desde el fuerte de San Cristóbal y se celebrará, también, un acto por la memoria de los presos fugados con la participación del alumnado procedente de la Alta Navarra y las niñas y niños de la escuela de Urepel. En este acto se recordará también al bertsolari Mixel Aire, Xalbador II, participante habitual en las ediciones anteriores de esta marcha.