El presidente del Principado ha asumido hoy el reto de poner en marcha una Administración “inteligente e hiperautomatizada, capaz de tomar la iniciativa para ayudar a las personas”. Adrián Barbón, que ha participado en la apertura del Encuentro Tecnológico Asturias (ENTIC 2025), organizado por la empresa de consultoría Inetum, ha defendido la regulación de la inteligencia artificial para garantizar un uso seguro y aprovechar todo su potencial innovador”. En este sentido, ha informado de que el Gobierno de Asturias enviará en breve al Consejo Consultivo su propuesta de decreto sobre esta materia.
Durante su intervención, Barbón ha insistido en que la obligación del Ejecutivo pasa por ofrecer el mejor servicio posible a la ciudadanía, sin dejar a nadie atrás. “En Asturias estamos haciendo un esfuerzo mayúsculo para seguir modernizando la Administración, hacerla más ágil y eficiente y situarla a la vanguardia tecnológica”, ha valorado.
Como ejemplo de esa apuesta por la innovación ha citado la Ley Simplifica, cuyo proyecto ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno recientemente para facilitar y agilizar trámites a la población. También ha subrayado que este año entrará en funcionamiento la aplicación MiPrincipado, que favorecerá la comunicación entre la Administración, la ciudadanía y las empresas.
“Las posibilidades son enormes. Si lo hacemos bien esta legislatura, y estoy convencido de que seremos capaces, Asturias entrará de lleno en la Administración del siglo XXI, inteligente e hiperautomatizada”, ha señalado.
*Contiene seis archivos de audio del presidente del Principado, Adrián Barbón.
** A continuación, se transcribe su intervención íntegra.
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN
Encuentro Tecnológico Asturias (ENTIC 2025)
La humanidad siempre recibe los avances tecnológicos con recelo. Cuanto más innovadores o disruptivos, más prevención suscitan. En el siglo pasado, la televisión dio lugar a una oleada de ensayos de todo tipo, de médicos a filosóficos, sobre las consecuencias del dominio global de la cultura de masas. Hoy es inconcebible nuestra vida cotidiana sin una pantalla al alcance de la mano, sin esa superficie pulida que, ya sea a través del móvil, la tableta, el ordenador o la propia televisión, nos conecta con el mundo.
No minusvaloro aquellas reflexiones. Seguramente, algunas resultaron acertadas. Lo que intento decir es que poner puertas al campo siempre es un esfuerzo inútil. Pienso ahora en el despegue de la inteligencia artificial, que reúne todas las condiciones para suponer un salto histórico, casi una quiebra en la evolución.
La Unión Europea aprobó el año pasado el primer marco jurídico de la inteligencia artificial. Fue un paso absolutamente necesario. Ya hemos visto suficientes ejemplos de lo que esta tecnología puede llegar a hacer. Es capaz de deformar, de diluir por completo la realidad y de convertir los bulos en nuestra pareja habitual.
Repito, toda esa prevención es imprescindible. Pero recurro de nuevo al símil de las puertas al campo.
Si hoy identificásemos cuántas personas de esta sala tienen descargado ChatGPT en su móvil o en su ordenador, seguramente obtendríamos un porcentaje bastante alto.
Si repitiésemos la prueba entre alumnado universitario o de bachillerato, el resultado sería mayor.
Y si, por fin, preguntásemos a un grupo de profesores de Secundaria si han detectado trabajos de clase realizados con ayuda de inteligencia artificial, la conclusión disiparía toda incertidumbre: sí, la inteligencia artificial está aquí, ha llegado para quedarse y no se desarrolla recluida en laboratorios secretos, sino que habita entre nosotros.
No podemos darle la espalda. Debemos regularla, por supuesto, pero, sobre todo, tenemos que utilizarla en provecho propio. En el caso del Principado, para mejorar su gestión y ofrecer mejor servicio a la ciudadanía, una de las razones de ser de cualquier gobierno.
Demos un pequeño salto atrás en el tiempo. Hace algo más de un par de décadas, el desafío era incorporar la informática a la Administración. Es un proceso que aún continúa y que en algunos ámbitos, como el de la justicia, ha llevado bastante tiempo. Hablábamos de la Administración electrónica, de ser capaces de ofrecer servicios en línea. Pues cuando todavía no hemos acabado por completo esa fase, se impone un nuevo desafío: poner en marcha una Administración inteligente e hiperautomatizada, capaz de tomar la iniciativa para ayudar a las personas. Pasamos a una Administración activa al servicio de la ciudadanía.
El reto es complejo, y no se trata únicamente de diseñar unos buenos programas con sus algoritmos correspondientes. El desafío es más difícil porque no puede quedar nadie atrás. A grandes trazos, podemos distinguir tres grupos de personas. Quienes, por su edad o el motivo que sea, viven ajenas al cambio digital; las que tienen una relación frecuente, pero no avanzada, con las tecnologías de la información, y las que ya están habituadas a las últimas destrezas, por lo general la población más joven. Un gobierno tiene que ofrecerles el mejor servicio a todas, sin exclusión. Y, precisamente, la capacidad de la inteligencia artificial para trabajar con el lenguaje hablado nos pone en bandeja una buena herramienta para superar la brecha digital.
Pues en eso estamos en Asturias, en un esfuerzo mayúsculo para seguir modernizando la Administración, hacerla más ágil y eficiente y situarla a la vanguardia tecnológica.
Es un camino que iniciamos la legislatura pasada y en el que estamos avanzando cada vez con pasos más ambiciosos.
Hace pocas semanas aprobamos la Ley Simplifica, pensada para facilitar y agilizar los trámites. Pongo un ejemplo: se aplicará el principio de “una única vez”, para que las personas no tengan que presentar varias ocasiones la misma documentación si el trámite involucra diferentes consejerías.
Eso fue a principios de abril. El próximo Consejo de Gobierno enviaremos al Consejo Consultivo la propuesta de decreto que regulará el uso de la inteligencia artificial, en consonancia con el marco europeo que cité previamente. El propósito es permitir el uso seguro de la inteligencia artificial en la Administración del Principado, con todo su potencial innovador.
Y este mismo año entrará en funcionamiento la aplicación MiPrincipado, que facilitará la comunicación entre la Administración, la ciudadanía y las empresas. Insisto en una cuestión relevante. No se trata sólo de hacer más sencillas las gestiones, de poder despacharlas desde el teléfono móvil, sino de que la Administración también sea proactiva.
Las posibilidades son enormes. Si lo hacemos bien esta legislatura, y estoy convencido de que seremos capaces, Asturias entrará de lleno en la Administración del siglo XXI, inteligente e hiperautomatizada.
Para alcanzar ese objetivo hay que contar con los mejores. A Inetum, desde luego, no le faltan capacidad ni experiencia. Desde su centro de Blimea trabajan con el Principado en programas informáticos relacionados con Asturcon XXI, clave de nuestro sistema económico y financiero; el CGSI, que se ocupa de la gestión de todo el andamiaje informático y de comunicaciones del Principado; la gestión educativa, como el programa Sauce; o la tarjeta Conecta, que ha supuesto el mayor impulso al uso del transporte público y la movilidad sostenible en la historia del Principado.
Gracias, porque con empresas como Inetum no hay que esperar que el futuro venga de fuera. Somos nosotros mismos, con vuestra colaboración, quienes construimos nuestro propio futuro.