La directora general de Energía, I+D+i Empresarial y Emprendimiento del Gobierno de Navarra, Garbiñe Basterra; y la directora general de Infraestructuras Energéticas Locales de ENGIE, Janis Rey, han presidido el acto de entrega de placas distintivas de ’Edificio conectado a la red ecológica de calor’ a las entidades y comunidades vecinales que se han conectado a la Red de Calor de Txantrea, un proyecto pionero que la sociedad pública Nasuvinsa impulsó en 2017 como eje vertebrador del plan Efidistrict Txantrea para la rehabilitación energética de este barrio de Pamplona / Iruña.
Estas placas, que podrán ser colocadas en el exterior de los edificios como garantía de su conexión a dicha red y símbolo de su compromiso con la sostenibilidad y la transición energética, han sido recogidas por el concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda del Ayuntamiento de Pamplona, Joxe Abaurrea, por la conexión a la red de calor del colegio público García Galdeano y el polideportivo Ezkaba; por la Unión Deportiva Cultural Txantrea, David Herrera y Jorge Gómez; por la Cooperativa de Calor Chantrea, Antonio Jiménez; cooperativa de San José, Maribel González; y cooperativa Agrupación Orvina II, Javier González y Olga Aranguren. Estas tres comunidades suman 2.500 viviendas particulares, que reciben suministro de agua caliente para calefacción.
El acto ha contado igualmente con la presencia por parte de Nasuvinsa la responsable de Transición Energética, Yael Lorea; y del ingeniero y responsable del proyecto de la red y central de calor, Javier Martínez. En representación de Engie España, adjudicataria a través de su filial Districalor de la construcción y explotación de la central, han estado también presentes Xavier Puyal, responsable de Redes de Calor y Frío de Egie España; y Pablo Romera, jefe de Proyecto de Districalor.
La entrega de placas celebrada en las propias instalaciones de la central se enmarca en el esfuerzo conjunto de instituciones públicas, ciudadanía y empresa privada por avanzar hacia un modelo energético autosuficiente, eficiente y respetuoso con el entorno.
La directora general Basterra ha recordado que esta central de calor fue impulsada en el marco del compromiso público en favor de la rehabilitación energética integral y de la regeneración urbana a escala de barrio. “El objetivo de ofrecer un servicio competitivo y más respetuoso con el medio ambiente, del que se puedan beneficiar tanto las comunidades vecinales como los edificios y dotaciones de titularidad pública y privada existentes en Txantrea”, ha declarado.
Janis Rey, directora general de Infraestructuras Energéticas Locales de ENGIE España, ha señalado que “la Red de Calor de la Txantrea es un ejemplo tangible de cómo la colaboración público-privada puede materializar proyectos energéticos con un impacto positivo real en la sostenibilidad urbana. En ENGIE, nos sentimos profundamente orgullosos de contribuir a esta transformación energética como proveedores de soluciones locales, limpias, eficientes y altamente innovadoras que mejoran la calidad de vida de las personas en el día a día”.
Yael Lorea, responsable de Transición Energética de Nasuvinsa, ha destacado que “esta central y su red de calor son ya una realidad gracias al esfuerzo compartido, a la experiencia y a la solvencia profesional aportadas por los respectivos equipos técnicos de la sociedad pública Nasuvinsa, promotora del proyecto, y de la empresa Engie España, adjudicataria de la construcción, gestión y explotación de estas instalaciones”.
Asimismo, Joxe Abaurrea ha indicado que “esta central es una realidad que viene para quedarse en Txantrea y para nuevos futuros desarrollos. Celebramos este año de apertura que sin lugar a dudas seguiremos apoyando desde el Ayuntamiento”.
Una red pionera en descarbonización urbana
La red de calor de Txantrea, primera a escala de barrio construida en Navarra, emplea biomasa forestal como fuente energética principal y representa un modelo pionero en la descarbonización urbana. La primera fase del proyecto, ya en funcionamiento, tiene una potencia instalada de 14,5 MW de producción térmica. La segunda fase, prevista para 2027, ampliará el suministro energético a 4.500 viviendas con 29 MW.
En su primer año de actividad, la central ha consumido cerca de 4.500 toneladas de madera forestal, para proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria.
El sistema funciona exclusivamente con biomasa certificada, procedente de masas forestales gestionadas de forma sostenible en Navarra situadas a menos de 150 kilómetros, lo que garantiza un impacto ambiental mínimo. El uso de esta fuente energética renovable, de proximidad y sostenible, proporciona a todos los edificios conectados a la red una mejora significativa en su calificación energética, además de generar un ahorro estimado de 4.000 toneladas anuales de emisiones de CO₂.
El proyecto ha recibido financiación europea a través del programa FEDER.