Esta cuarta edición consolida Vía Universitaria como una de las encuestas más amplias y rigurosas del sistema universitario europeo, y pone datos al servicio de la reflexión y la formulación de políticas públicas para una universidad más justa, inclusiva y conectada con la realidad del estudiantado. Miquel Martínez, catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad de Barcelona, y Ernest Pons, profesor titular de Economía de la propia UB, han sido dos de los expertos que han formado parte de la dirección científica.
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Estas son algunas de las conclusiones de esta edición:

Origen social, equidad y acceso desigual

El informe revela que el origen social sigue siendo un factor determinante para elegir estudios universitarios y acceder a ellos. La clase social alta representa el 63 % del estudiantado de grado/bachelor y el 61 % del de máster, cifras que evidencian un sistema universitario todavía lejos de la plena equidad. Además, los estudiantes de familias con menor nivel formativo se concentran especialmente en áreas como las ciencias sociales, las humanidades y la salud, y sufren con mayor frecuencia trayectorias académicas complejas o interrumpidas por motivos económicos.

La presión económica, una constante en la experiencia universitaria

La financiación de los estudios universitarios recae mayoritariamente en las familias, que cubren cerca del 50 % de los gastos totales. Las becas solo representan el 13,9 % de los ingresos, y gana peso el trabajo durante el curso (22,2 %). Por lo que respecta al acceso a la vivienda, los resultados muestran que el acceso a la universidad no comporta una emancipación de la vivienda parental. Así, 6 de cada 10 estudiantes viven en casa de sus progenitores o familiares durante la etapa formativa universitaria. También se identifica un incremento del alquiler compartido respecto a ediciones anteriores (26,4 %). Estos datos ponen en cuestión la capacidad redistributiva del sistema universitario y refuerzan su dependencia del entorno socioeconómico, así como las tensiones presentes en el mercado inmobiliario.

Brecha de género y desigualdad en el uso del tiempo personal

Aunque las mujeres son mayoría en la muestra (63 % del alumnado), la elección de estudios sigue marcada por estereotipos de género. Las mujeres se concentran en ámbitos como la salud y la educación, mientras que los hombres predominan en ingenierías y áreas tecnológicas con mejores salidas laborales y puestos de poder. Además, el análisis en términos de brecha de tiempo dibuja una realidad en la que las mujeres dedican más tiempo al estudio y a labores domésticas, mientras que los hombres disponen de más tiempo para aficiones y vida social. Esta desigualdad en la distribución del tiempo se acentuaría con la edad, ampliando la sobrecarga de responsabilidades para las mujeres.

La consolidación de la educación no presencial

El estudio también constata la consolidación de la universidad no presencial: un 20 % del estudiantado encuestado sigue los estudios íntegramente en línea. Este modelo, que tradicionalmente acogía a estudiantes de trayectorias no convencionales, registra ahora un aumento notable de jóvenes de menos de 26 años. De esta forma, la enseñanza en línea se consolida como una alternativa real y en crecimiento, que incorpora dinámicas propias, y vinculada a perfiles con mayores responsabilidades laborales y familiares.

Vinculación y participación en la vida universitaria

Otro de los datos significativos del estudio es la baja participación en la vida universitaria: un 80 % del estudiantado asegura no haber participado nunca en ningún órgano ni entidad asociativa. Además, un considerable 22,9 % afirma sentirse ignorado por las instituciones. En cambio, la práctica deportiva de los estudiantes es alta (71 %), pero ocurre mayoritariamente fuera de los campus universitarios.

Bienestar emocional y salud mental: un problema estructural

El bienestar emocional es otro de los principales retos detectados en Vía Universitaria. Un 26 % de los estudiantes declara haber sufrido ansiedad y aumentan los casos con diagnóstico médico, datos que se incrementaron durante el episodio sociosanitario de la pandemia. El informe recomienda que las universidades incorporen la salud mental como prioridad, con mayores recursos y estrategias preventivas.

Dedicación al estudio y metodologías de innovación docente
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El estudiantado muestra preferencia por metodologías activas y participativas, como el trabajo individual y la evaluación continua. Sin embargo, se detecta una reducción del tiempo dedicado al estudio autónomo, lo que plantea nuevos retos para la calidad del aprendizaje. La asistencia a clase, no obstante, sigue siendo alta (88,5 %), dato que desmiente el rumor social de que se ha incrementado el absentismo en las aulas.

Movilidad internacional y másteres: una mirada global

La movilidad internacional se recupera y supera los niveles prepandémicos: más del 10 % de los estudiantes han hecho estancias de formación o investigación en el extranjero. En paralelo, los estudios de máster ganan peso como vía para la inserción laboral, con una creciente presencia de estudiantado internacional (26,3 %). En este sentido, se ha generalizado la sensación de que una adecuada inserción laboral requiere una titulación de posgrado.

Vía Universitaria: el estudio sobre los estudiantes más importante de la región Pirineos-Mediterráneo

La finalidad del programa Vía Universitaria es conocer el perfil del estudiantado universitario, sus condiciones de estudio, la satisfacción con la docencia y la vinculación con la universidad. El estudio de la Red Vives de Universidades recoge datos sobre las trayectorias del estudiantado desde una triple perspectiva: la equidad en el acceso y la vida en los estudios superiores; la transformación de la realidad de los estudiantes como resultado de un entorno social cada vez más diverso, y la calidad de las metodologías de enseñanza y aprendizaje. Así, Vía Universitaria se alinea con los resultados del informe internacional Eurostudent, que recoge la misma información en el ámbito europeo.

La cuarta edición de Vía Universitaria la han impulsado las universidades Abat Oliba CEU, de Alicante, de Andorra, Autònoma de Barcelona, de Barcelona, CEU Cardenal Herrera, de Girona, de las Islas Baleares, Internacional de Catalunya, Jaume I, de Lleida, Miguel Hernández de Elche, Oberta de Catalunya, Politécnica de Cataluña, Politécnica de Valencia, Pompeu Fabra, Ramon Llull, Rovira i Virgili, de Valencia y Vic Central de Catalunya. La Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU) ha asumido su dirección técnica. El programa también recibe el apoyo de la Agencia de Calidad de la Enseñanza Superior de Andorra (AQUA), la Agencia Valenciana de Evaluación y Prospectiva (AVAP) y la Generalitat de Catalunya.