Por unanimidad, el pleno de la corporación ha aprobado otorgar esta distinción a D. Ángel Suárez Mingo y D. Eladio Greciano Regodón “Yayo”
24/04/25: Galapagar ha rendido hoy un homenaje unánime a dos figuras queridas y ejemplares del municipio. Se trata de D. Ángel Suárez Mingo y D. Eladio Greciano Regodón, conocido por todos como “Yayo”, que hoy han sido nombrados, con los votos a favor de todos los miembros de la corporación, como Hijos Ilustres de la localidad.
La decisión, respaldada por numerosos vecinos y asociaciones como el V Centenario o la Peña La Casina, supone un emotivo reconocimiento a dos personas que han dejado una huella imborrable en la historia y el corazón del municipio.
Este nombramiento se ampara en el Artículo 51 del Reglamento de Protocolo, que establece que: “El título de Hijo Ilustre de la Villa de Galapagar podrá otorgarse a quienes residan o hayan residido en Galapagar y hayan destacado de forma extraordinaria en los servicios prestados en beneficio de los vecinos de Galapagar”.
D. Ángel Suárez Mingo: el párroco que hizo comunidad
Párroco de Galapagar entre 1965 y 1977, D. Ángel se distinguió por su entrega altruista, su humildad y su constante ayuda a los más necesitados. Impulsó la creación de la primera asociación juvenil del municipio, cediendo los salones parroquiales para sus reuniones, lo que posteriormente daría lugar al nacimiento del Club Deportivo Galapagar, del que fue socio fundador y tesorero.
Su legado va mucho más allá de lo espiritual: es recordado como un hombre bueno, cercano y entrañable, cuya mayor riqueza fue siempre su bondad hacia los demás.
D. Eladio “Yayo” Greciano Regodón: espíritu participativo y entrega vecinal
Figura entrañable para generaciones de galapagueños, Yayo dedicó su vida a colaborar activamente con la vida cultural y social del municipio. Miembro destacado de la Peña La Casina, organizador de la Cabalgata, el Belén Viviente y la Romería, responsable del comité de competición de fútbol sala y Juez de Paz durante años, Yayo representa el espíritu de entrega desinteresada y el amor por su pueblo.
Su actitud siempre positiva, su capacidad para ayudar y su inquebrantable voluntad de servir a los demás le han convertido en una referencia de bondad y civismo.
Un reconocimiento basado en el cariño popular y el ejemplo
Ambos homenajeados comparten una trayectoria de vida marcada por el altruismo, el compromiso comunitario y el ejemplo humano. El pueblo de Galapagar no solo ha querido rendirles homenaje, sino también expresar su gratitud y orgullo, destacando que no ha sido posible encontrar una sola voz que no hable de ellos con cariño, respeto y admiración.
Paloma Lorenzo, concejal de Medio Ambiente, Cultura y Protocolo, ha hablado sobre este homenaje: