El Hospital público del Tajo realiza sesiones de mascoterapia para personas vulnerables

Organizadas por Salud Mental

El Hospital Universitario del Tajo, centro público de la Comunidad de Madrid situado en la localidad de Aranjuez, ha realizado dos sesiones de mascoterapia dirigidas a pacientes de Salud Mental del propio hospital así como a personas con discapacidad intelectual de la Residencia y Centro Ocupacional (RESCO) de Colmenar de Oreja.

https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/doc/sanidad/comu/20250407_122121r_0.jpg32011794Pacientes de salud mental en una sesión de mascoterapia

24 abril 2025

La protagonista indudable fue ‘Txistu’, una podenco portuguesa que, junto a su adiestradora, Miren, colaboradora de la Fundación Mémora, regaló momentos inolvidables a los dos grupos personas que participaron en la actividad. 

Como señalaron Grace Cañizares y Tania Alonso, enfermeras especialistas en Salud Mental del Hospital Universitario del Tajo, “está ampliamente demostrado que la interacción con animales ofrece una gran variedad de beneficios para el bienestar físico, psicológico, social, espiritual y educativo de las personas. En este encuentro pudimos observar cómo se trabajaron aspectos como la atención, la concentración y la memoria”.

Esta experiencia también fomenta la empatía y el amor por los animales, despertando la motivación por aprender sobre su cuidado, y promoviendo valores como el respeto y la amabilidad hacia otros seres vivos, cualidades que, además, fortalecen el vínculo entre los propios compañeros y compañeras del grupo.

Además, los ejercicios que se realizan con la mascota favorecen la movilidad y la actividad corporal de los usuarios y pacientes que participaron en esta experiencia.

Por su parte, Sheila Jiménez Mendieta, psicóloga de la Residencia y Centro Ocupacional de Colmenar de Oreja, que forma parte de la Red de atención a personas adultas con discapacidad física, intelectual y sensorial de la Comunidad de Madrid, cree que este tipo de terapias beneficia a sus usuarios en muchos factores de su día a día: mejora de su autoestima, mayor fluidez verbal espontánea a la hora de compartir vivencias personales o verbalizar alguna preocupación o inquietud personal, al tiempo que contribuye a mejorar su tolerancia a la frustración.

En definitiva, señaló, “este proyecto además de ser algo especialmente bonito, puede suponer un refuerzo positivo a las intervenciones terapéuticas realizadas por los profesionales de la RESCO, así como a las farmacológicas ya existentes, siendo de gran utilidad a la hora de contribuir a la mejora de la calidad de vida y estabilidad emocional de las personas usuarias”.