Sara Barba no solo vuela en la pista, también corre firme hacia sus metas académicas. Estudiante de Derecho en la UNED y reciente doble medalla de oro en el Campeonato Universitario de Madrid, Sara compagina con éxito la exigencia de los estudios con el alto rendimiento deportivo

Su historia en el atletismo comenzó muy pronto: “empecé en este deporte cuando tenía seis años”. Desde entonces, ha recorrido un camino lleno de esfuerzo y constancia. Aunque reconoce que “la motivación y la disciplina han sido claves para continuar”, incluso cuando estos factores fallaban asegura que lo que nunca perdió fue la “ilusión por seguir haciendo lo que más me gusta”.

 

Uno de los momentos que guarda con más cariño en su carrera llegó en categorías inferiores, cuando fue campeona de España sub16 en pruebas combinadas y logró un bronce en los 300 metros vallas. Sin embargo, sus recientes éxitos universitarios –doble medalla de oro en salto de longitud y 100 metros vallas– tienen un sabor especial: “significan mucho para mí, sobre todo porque llegaron tras años duros, tanto a nivel personal como deportivo”. Además, añade que “fueron en pruebas que no son las que estoy preparando, lo que me hizo sentir que ‘he vuelto’ y que voy por el buen camino”.

 

Mirando al sub23 de julio

Sus metas actuales se centran en la prueba de 400 metros vallas. A corto plazo, su objetivo es “seguir rebajando mis marcas y hacer un buen papel en el Campeonato de España sub23 en julio”. A largo plazo, quiere “continuar entrenando con constancia y sin rendirme”, una actitud que mantiene incluso tras etapas con baja motivación.

 

Sara cuida cada aspecto de su preparación. “Desde hace dos años trabajo con una psicóloga”, primero por motivos personales y ahora también en lo deportivo. Esa ayuda psicológica ha sido clave para volver a disfrutar de la competición y “gestionar los nervios”. Este año también ha incorporado a un nutricionista deportivo y, como ella misma cuenta, su fisioterapeuta está presente desde la primera molestia para prevenir lesiones. “Tengo plena confianza en mi entrenador, y junto a él, mi psicóloga, mi nutricionista, mi fisio y mis compañeros de entreno forman el equipo que me impulsa a sacar mi mejor versión”.

 

 

 

 

¿Por qué la UNED?

La elección de la UNED no fue casual. Tras comenzar la carrera en otra universidad, los horarios rígidos y la dificultad para compaginar prácticas con los entrenamientos la llevaron a cambiar de rumbo: “decidí cambiarme a la UNED, para poder rendir mejor tanto a nivel académico como deportivo”. Reconoce que el inicio fue un reto, “porque requiere mucha disciplina y organización individual”, pero ahora se siente cómoda en esta etapa. Además, su vínculo con la universidad va más allá: “ya conocía la UNED porque mi madre trabaja en la universidad desde hace años… También influyó mi padre, que se graduó en Derecho en la misma universidad”.

 

En cuanto a sus intereses dentro del Derecho, Sara apunta hacia una posible conexión con el mundo deportivo: “primero quiero terminar la carrera y, después, me gustaría cursar el Máster de Acceso a la Abogacía y complementar mi formación con un curso de Derecho Deportivo”.

 

La flexibilidad de la UNED ha sido clave para mantener el equilibrio. “Hasta ahora no me ha coincidido ningún examen con competiciones”, explica, pero destaca como ventaja que “la UNED ofrece dos turnos para los exámenes en cada convocatoria”, lo que le permite organizarse sin tener que renunciar a entrenamientos ni a pruebas académicas. Además, como todos los deportistas de élite, Sara podría solicitar una adaptación específica de sus pruebas presenciales si le coincidieran con su programa de competiciones oficiales.

 

 

Planificación y rutina

Su estrategia para gestionar el tiempo es clara: planificación semanal. “Suelo planificar la semana los domingos, me ayuda mucho ver las tareas o eventos relevantes y así poder priorizar”. Sus mañanas están dedicadas al estudio y las tardes al entrenamiento, una rutina que le permite concentrarse en cada área por separado. “Cuando estudio, solo pienso en eso… y cuando entreno, me olvido de los estudios”. A los estudiantes que aún no practican deporte, les lanza una recomendación directa: “los animaría a que lo hagan, porque el deporte ayuda muchísimo a concentrarse, a desconectar mentalmente y a llevar mejor el estudio”.

 

¿A qué dedica el tiempo libre?

En su tiempo libre, Sara aprovecha para descansar, especialmente entre semana. Los fines de semana busca desconectar con amigos, pareja o familia, o simplemente recuperarse físicamente. De hecho, su entorno cercano es clave: “sin duda, mi familia, mis amigos, mi pareja, mi grupo de entrenamiento y mi entrenador. Todos ellos son fundamentales”.

 

No tiene ídolos fijos en el deporte, pero se inspira en atletas cercanos: “admiro mucho a atletas españoles con los que tengo más relación y que he podido ver progresar y conseguir sus objetivos”. En el ámbito jurídico, sí lo tiene claro: “admiro a mi padre… no he conocido a nadie que trabaje tanto y le ponga tanta dedicación como él”.