El Almería logró frente al Granada CF una victoria épica y espectacular en un partido que respondió a la expectación que había levantado. Ambientazo en el estadio con más de 13.000 espectadores en las gradas, y fútbol intenso y de alternativas sobre el terreno de juego. Los visitantes se adelantaron poco antes del descanso, pero los almerienses, que nunca se rinden, insistieron hasta remontar en sólo cinco minutos (83 y 88) con goles de Luis Suárez, con dedicatoria al lesionado Baba, y de Gonzalo Melero. Los indálicos suman su quinto triunfo consecutivo y se consolidan en ascendo directo.
Después de jugar el martes el encuentro aplazado contra el Córdoba se esperaban cambios en el equipo; hasta seis hizo Rubi ya que Fernando regresaba a la portería; Marc Pubill actuó en el lateral derecho; Edgar volvió al centro de la defensa tras cumplir sanción; Centelles jugó por delante de Bruno Langa; Gui ocupó la posición de Baba y Leo Baptistao recuperó la titularidad. Fueron las novedades en un once en el que repetían Chumi, Lopy, Arribas, el citado Bruno Langa y Luis Suárez. A tenor del rendimiento de los rojiblancos, cualquiera que jugara suponía una garantía, pero hubo que trabajárselo, y mucho.
En el primer tiempo las alternativas se sucedieron. La confrontación era intensa, de mucha brega, y disputada. No era para menos al estar sobre el campo dos serios candidatos al ascenso. Quizá el Granada tuvo más el balón dentro de un equilibrio y dispuso de ocasiones de mayor peligro. Lo que sí aprovechó fue en error del Almería para que Uzuni batiera a Fernando. Era el descuento y por lo tanto un gol sicológico, aunque Leo Baptistao tuvo el empate ante un Mariño fue seguro.
De salida en el segundo período Rubi movió el banquillo y los cambios fueron claves. Melero, determinante, suplió a Gui Guedes, y minutos más tarde Pozo y Arnau Puigmal entraban en el campo para adueñarse de la banda derecha porque ambos fueron claves al generar mucho peligro. El Almería pasó a mandar, a jugar mejor, a tener el balón, a dominar ante un Granada que no daba facilidades. El conjunto almeriense insistía e insistía y conforme pasaban los minutos ponía contra las cuerdas a su rivasl. En el minuto 83 un pase genial de Melero a Luis Suárez sirvió para que el colombiano empatara ante el delirio de los aficionados locales, y en el 88 el «Pichichi» asistió al madrileño para pegarle con el «alma» y poner el 2-1 en el marcador. El estadio se vino abajo. No era para menos. Espectacular.