La Directora Ejecutiva de UNICEF condena la violencia y las violaciones sistemáticas contra mujeres y niñas en la República Democrática del Congo
Ann M. Veneman visita un hospital y conoce de primera mano los testimonios de las víctimas
NBukavu, RDC, La
Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, se ha reunido con
víctimas de la violencia en las provincias orientales de la
República Democrática del Congo (RDC), entre ellas una joven de 15
años a la que había conocido en 2006 durante su primera visita a
este país devastado por la pobreza y el conflicto.
«En 2006 me encontré con unamuchacha de 12 años que había sido atacada y brutalmente
violada por cuatro hombres. He llevado esa historia
conmigo desde entonces. Han pasado tres años y ella padece dolor
físico y, no sólo eso, he visto la desgarradora angustia mental en
sus ojos», ha declarado Veneman.
Esta joven no puede ir a la escuela
y tampoco puede permitirse ir al médico. La cuidan las mujeres de
su comunidad, que amablemente le dan cobijo, pero en ocasiones no
les llega el dinero para poder alimentarla.
«Hace tres años me dijo que quería
hacerse monja cuando creciera. Hoy, cuando le pregunté, me
respondió que su objetivo en la vida era el mismo… su elección lo
dice todo”, ha explicado la Directora Ejecutiva.
Atención a las
víctimas
Veneman visitó ayer el Hospital
Panzi, un centro que recibe el apoyo de UNICEF y que está
especializado en el tratamiento a las víctimas de violencia sexual.
Acompañada por su Fundador y Director, el doctor Denis Mukwege,
Veneman charló con los pacientes y el personal de este centro, que
no sólo ofrece asistencia médica urgente sino que es también una
zona segura para las numerosas víctimas de violación y tortura.
En el hospital, Veneman conoció a
una joven cuyo nombre significa ‘amor’ en swahili. Trágicamente, la
vergüenza y desesperación causadas por la violencia sexual le han
hecho más difícil vivir una vida acorde con la belleza de su
nombre.
«Esta joven me dijo que fue violada
en grupo hace un año. Lo que me impresionó más aún fue que me
contase que después de que la violara el primer soldado, el segundo
sacó un trapo de su bolsillo para limpiarla y después procedió a
violarla. Y así varias veces», ha narrado Veneman.
Se recuperó físicamente pero las
cicatrices emocionales permanecen. En junio de 2009, los soldados
volvieron a su aldea y fue nuevamente violada, según dijo ella
misma llorando de forma incontrolada. «Pasar por esto dos veces en
demasiado horroroso. Pero lo que me dijo a continuación me dejó
desolada: su marido la evitó y le dijo que no podía quedarse con
ella después de haber sido violada tantas veces», ha añadido
Veneman.
El doctor Mukwege, del Hospital
Panzi, se acercó a consolarla. «Ahora usted está a salvo. No se
avergüence; trataron de destruirla y no tuvieron éxito. Son ellos
los que deberían avergonzarse».
5 millones de
vidas
La guerra, que comenzó en 1998, se
ha cobrado unos cinco millones de vidas. Aunque oficialmente
terminó en 2003, las violaciones y la violencia han continuado en
esta región asolada por el conflicto.
“La violencia sexual está afectando
a la próxima generación. Estas mujeres y niñas tienen que
defenderse a sí mismas y a sus familias, y sus comunidades les han
abandonado. Es fundamental crear seguridad en esta región de forma
que estas mujeres puedan generar ingresos para ayudar a sus
familias», ha señalado la Directora Ejecutiva de UNICEF.
La esperanza está en la Ciudad de la
Alegría, un programa conjunto entre UNICEF, el Hospital Panzi y el
V-Day, un movimiento mundial para poner fin a la violencia contra
mujeres y niñas. La Ciudad de la Alegría brindará apoyo
directamente a las supervivientes de violaciones, proporcionando un
refugio a aquellas que no pueden regresar junto a sus familias y
comunidades. La Ciudad de la Alegría brindará también asistencia
sanitaria y oportunidades educativas y generadoras de ingresos.
Acerca de
UNICEF:UNICEF trabaja sobre el terreno en 150 países y territorios para
ayudar a los niños y niñas a sobrevivir y avanzar en la vida desde
la primera infancia hasta la adolescencia. UNICEF, que es el mayor
proveedor de vacunas a los países en desarrollo, apoya la salud y
la nutrición de la infancia, el abastecimiento de agua y
saneamiento de calidad, la prestación de educación básica de
calidad para todos los niños y niñas, y la protección de los niños
y niñas contra la violencia, la explotación y el SIDA. UNICEF está
financiado en su totalidad por las contribuciones voluntarias de
individuos, empresas, fundaciones y gobiernos.