Urge el libre acceso humanitario para prestar asistencia a la población afectada por el conflicto en Sudán
Declaración del Representante de UNICEF Sudán, Nils Kastberg
Se requiere más coraje para hablar que para mantenerse en conflicto. Es alentador que el Presidente Omar Hassan al Bashir y el Primer Vice-Presidente, Salva Kiir Mayardit, hayan iniciado precisamente eso, un diálogo.
En las últimas semanas, los eventos en Abyei,
Kadugli, y otras partes de Kordofán Sur, así como en Darfur (y en
el sur del Estado del Nilo Azul), demuestran una falta total de
respeto a los principios humanitarios por parte del Ejército de
Liberación del Pueblo, por las FFAA de Sudán, y de otros grupos
armados que operan en dichas zonas.
Este es el momento en el que el Presidente
Bashir y el Vice-Presidente Kiir tienen que enviar un mensaje claro
e inequívoco –un mensaje que llegue hasta el último soldado– de que
impedir el acceso humanitario es una violación grave de los
derechos humanos.
Cuando los enfrentamientos prevalecen, las
madres y los niños son los que pagan el precio más caro. Impedir el
acceso a quienes desean proporcionar protección y ayuda que pueda
salvar sus vidas, contradice el sentir humano más profundo en todos
nosotros.
En las distintas zonas de conflicto, es un
imperativo humanitario lograr un espacio en el que niños despierten
con el sonido del agua más que con el de bombardeos, y de poder
dormir en paz, con alimento en sus estómagos, más que esconderse de
las municiones lanzadas por ametralladoras.
No podemos seguir guardando silencio ante lo
que sucede. En nombre de todas las mujeres y niños sudaneses en las
áreas afectadas, tiene que haber libertad de movimiento y acceso
humanitario sin impedimentos para todos aquellos que desean llegar
con apoyo de un modo imparcial.
UNICEF y sus contrapartes tienen los
recursos y el personal necesario para brindar apoyo rápidamente a
millares de personas desplazadas por el conflicto. Todo lo que
precisamos, es que las fuerzas armadas que impiden el movimiento lo
permitan.
Al entablar un diálogo, el Presidente y el
Vice-Presidente adquieren la responsabilidad primordial de actuar
para garantizar que no existan obstáculos al acceso humanitario, y
que estas instrucciones lleguen a todas las fuerzas bajo su
autoridad. Esto sería una señal de verdadero liderazgo en las
presentes circunstancias.