Los niños de Asia Oriental y Pacífico entre los más vulnerables al impacto del cambio climático
Los niños de la región aseguran que ya están sintiendo el efecto de este fenómeno
El informe de UNICEF Las vulnerabilidades de los niños al cambio climático y los impactos de los desastres en Asia Oriental y Pacífico, revela que los niños son uno de los grupos de población más afectados por el cambio climático. Millones de niños en Asia Oriental y Pacífico sufren ya la falta de acceso a agua potable y saneamiento adecuado, y son vulnerables a las crisis alimentarias y a contraer enfermedades. El cambio climático no hará sino empeorar su situación.
Las principales causas de mortalidad infantil en
todo el mundo son muy sensibles al cambio climático. Las altas
temperaturas están ligadas a mayores tasas de desnutrición, cólera,
enfermedades diarreicas y enfermedades transmitidas por vectores
como el dengue y la malaria, mientras que los niños con un sistema
inmunológico poco desarrollado tienen un riesgo mucho mayor de
contraer estas enfermedades y sucumbir a sus
complicaciones.
El informe de UNICEF publicado hoy presenta
un análisis de las tendencias del cambio climático y los impactos
potenciales sobre los niños en Asia Oriental y Pacífico, sobre la
base de los resultados de cinco estudios encargados por UNICEF en
Indonesia, Kiribati, Mongolia, Filipinas y Vanuatu. Asimismo,
incorpora los propios puntos de vista de los niños sobre el cambio
climático y otras investigaciones. Este estudio ha recibido el
apoyo de la editorial Reed Elsevier, que trabaja con las
comunidades científicas y sanitarias en la publicación de más de
2.000 revistas, como The Lancet y New
Scientist.
«Los hallazgos de este informe nos recuerdan
la conexión que existe entre el cambio climático y otros desafíos a
los que se enfrentan los niños», señaló Anupama Rao Singh,
Directora Regional de UNICEF para Asia Oriental y Pacífico.
«También nos recuerdan que las experiencias de los niños y los
riesgos que afrontan en términos de salud, educación y desarrollo
son únicos.»
Aunque el informe sugiere que los impactos
del cambio climático variarán de un país a otro, los niños de todos
estos países eran conscientes de que los cambios ya estaban
ocurriendo en su entorno.
En Kiribati, los niños dijeron a los
investigadores que está empeorando la erosión de la costa. En
Mongolia, los niños alertaron de inviernos más duros y de una
disminución de los recursos hídricos. En Filipinas, los niños
hablaron de períodos de lluvia más intensos, y en Vanuatu de una
mayor contaminación del agua por la entrada de agua
salada.
En una región donde uno de cada cuatro niños
ya sufre retraso en el crecimiento por una nutrición inadecuada, el
informe sugiere que los desastres más frecuentes, como
inundaciones, ciclones y sequías, podrían tener un impacto negativo
a largo plazo en la producción agrícola, lo que conduce a su vez a
un aumento de los precios de los alimentos y de las tasas de
desnutrición.
La agricultura, vulnerable a los cambios de temperatura,
las precipitaciones y la salinidad del agua, suponen más del 50% de
los medios de subsistencia de la región de Asia-Pacífico, y una
parte importante del PIB de la mayoría de los países.
Los niños de Indonesia, Mongolia y Pacífico indicaron que el
cambio climático ha afectado a los medios de subsistencia de sus
familias y que, en algunos casos, ha hecho que sus padres les
saquen de la escuela para ayudarles a recoger agua y combustible y
aumentar los ingresos familiares.
«Involucrar a los niños en las estrategias de adaptación y
reducción de desastres será fundamental para el éxito. Los niños
tienen una perspectiva única sobre su entorno, lo que los convierte
en un actor vital en la mejora de la capacidad comunitaria para
afrontar los riesgos del cambio climático», afirmó Rao
Singh.
La realidad demuestra que cuando los niños han tenido acceso a
educación, información y están implicados, comparten esta
información con otras personas en sus comunidades y están más
capacitados para prepararse y protegerse a sí mismos.
«Los impactos del cambio climático sobre las vidas y el
bienestar de los niños son reales, y las políticas y decisiones que
se tomen hoy marcarán la pauta en los próximos años. Ahora es el
momento de poner en marcha estrategias de adaptación que garanticen
que se abordan los riesgos específicos para los niños. Al hacerlo,
contribuiremos de alguna forma a construir un mundo más resistente
al cambio climático para los niños», agregó Rao Singh.