Más de un millón de niños necesitan tratamiento contra la desnutrición en El Sahel
Hace meses que UNICEF ha intensificado su trabajo en los países afectados, tratando de evitar un agravamiento de la situación
Más de un millón de niños menores de 5 años necesitan recibir tratamiento contra la desnutrición aguda grave en la región africana del Sahel, por lo que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, ha intensificado su trabajo en la zona en los últimos meses.
La escasez de lluvias ha perjudicado las cosechas y ha dejado en
situación precaria a comunidades enteras. En algunas zonas de
Níger, por ejemplo, la cosecha de cereales de este año se ha
perdido completamente, y en otras estará un 14% por debajo de las
necesidades de consumo de la población. Existen además importantes
agravantes, como la subida del precio de los alimentos, entre otras
causas significativas.
Según el análisis de situación realizado por los equipos de
nutrición de UNICEF, siete de los ocho países de la zona presentan
focos con tasas elevadas de desnutrición en niños menores de 5
años. Los índices de desnutrición en las regiones más secas de Chad
y Mauritania, Níger o Mali, ya requieren una respuesta de
emergencia. En el resto de países de la región, Burkina Faso,
Senegal, el norte de Camerún y Nigeria, comunidades enteras también
están en riesgo.
Es posible evitar la desnutrición, con medidas preventivas y con
un tratamiento efectivo, gracias al alimento terapéutico. Los
esfuerzos de UNICEF y sus aliados en el terreno se centran ahora en
conseguir suficiente cantidad de alimento terapéutico de cara a las
crecientes necesidades que se prevén para los próximos meses y,
así, evitar una escalada de la emergencia. Aparte del
aprovisionamiento de alimento terapéutico, se trabaja en medidas de
prevención como la promoción de hábitos saludables de alimentación
infantil que pueden evitar casos de desnutrición, y las familias
más vulnerables está recibiendo aportaciones en efectivo.
Una de esas familias es la de Halima Isaka, de Níger, quien
explica que “la cosecha de este año ha sido tan mala que ni
siquiera nos ha durado 3 meses. Llevamos tres años con escasez de
lluvias en esta zona, no tenemos suficientes alimentos para
sustentar a nuestra familia”. Las aportaciones en efectivo han
permitido la compra de comida para la familia: “Antes de que
recibiéramos este dinero, nos vimos obligados a recoger hojas de
arbustos para alimentar a nuestros hijos”, ha indicado Halima.
UNICEF espera empezar a recibir el apoyo de donantes de todo el
mundo para prestar ayuda a las familias afectadas, como la de
Halima Isaka, y fortalecer la capacidad de los gobiernos implicados
para que puedan responder a las necesidades de la población en
crisis alimentaria.
UNICEF España ha abierto ya vías de colaboración para todos
aquellos que quieran contribuir a evitar que la situación se agrave
aún más en El Sahel:
Fotos y videos disponibles:
https://unicefweb.unicef.es/com/sahel
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