La ‘temporada del hambre’ en el Sahel pone en peligro la vida de más de un millón de niños
Con el aumento de las temperaturas y tras casi un año sin lluvia, lo que ha provocado la pérdida de hasta el 80% de las cosechas en muchas regiones del Sahel, se agrava la crisis nutricional en los nueve países africanos que se incluyen en esa franja desértica. Durante los cuatro primeros meses del año casi 250.000 niños menores de cinco años han recibido tratamiento contra la desnutrición aguda grave, como parte del trabajo de UNICEF, pero aún hay más de un millón de niños en peligro de muerte.
Según UNICEF, la situación continuará agravándose hasta finales
de año, ya que se están acabando todos los alimentos que las
familias guardaban de la cosecha anterior. Es lo que se conoce como
‘la temporada del hambre’.
Además, las familias no pueden comprar comida porque en algunas
zonas deben pagar por el maíz o el trigo el doble que hace cuatro
meses.
Coincidiendo con la celebración del Día del Niño Africano, que
se conmemora hoy, UNICEF España vuelve a dar la alarma sobre la
situación extrema que están viviendo en la región del Sahel unos 18
millones de personas, de las cuales los más vulnerables son los
niños.
Junto a esta situación de máxima vulnerabilidad por la falta de
alimentos, el conflicto en Malí ha obligado a 170.000 personas a
huir de sus hogares hacia tres países vecinos, y otras 167.000
personas se han visto obligadas a desplazarse a otras partes del
país. Esta circunstancia ha creado necesidades de acción
humanitaria que se suman a la crisis nutricional.
UNICEF trabaja en todos los frentes abiertos en el Sahel para
evitar que la situación sea aún más complicada. Aparte del
tratamiento contra la desnutrición que ya han recibido 250.000
niños, más de seis millones han sido vacunados contra el sarampión
y más de nueve millones han recibido mosquiteras tratadas con
insecticida para reducir el riesgo de malaria.
Estas medidas deben intensificarse antes de la temporada de
lluvias para evitar brotes de cólera y otras enfermedades endémicas
en la zona.
Para miles de familias del Sahel, el alimento suministrado en
los centros de nutrición es lo único que pueden dar a sus hijos. En
Malí, una de las miles de madres afectadas, Mariam Dianopo, no sabe
cómo va a alimentar a sus cinco hijos. Tiene sólo un pequeño cuenco
de arroz y debe conseguir que dure varios días.
«Tengo verdaderas dificultades para alimentar a mi familia este
año, los graneros están vacíos» dice. No llueve desde el año pasado
y los campos de arroz se han convertido en desiertos de arena.
Como su hija pesa menos de lo normal, Mariam ha tenido que
llevar a su hija Kadia, de 10 meses, a uno de los 5.200 centros de
salud apoyados por UNICEF. Allí recibe una ración del alimento
terapéutico que le aportará todos los nutrientes necesarios para
que se recupere en un plazo máximo de seis semanas si no aparecen
otras complicaciones.
Las mayores tasas de mortalidad infantil se dan en
África Subsahariana
En 2010, murieron en todo el mundo 7,6 millones de niños menores
de cinco años por causas que se pueden evitar. Aunque se ha
avanzado mucho en las últimas décadas (en 1990 murieron más de 12
millones), África Subsahariana es la región que ha registrado un
menor progreso.
Las mayores tasas de mortalidad infantil se encuentran todavía
en África subsahariana, donde 1 de cada 8 niños muere antes de
cumplir los cinco años.
Tenemos las herramientas, los tratamientos y la tecnología para
salvar millones de vidas cada año, y no hay excusa para no
usarlos», aseguró hace unos días el Director Ejecutivo de UNICEF,
Anthony Lake, con motivo del foro sobre supervivencia infantil
celebrado en Washington.
En ese sentido, Lake subrayó que UNICEF centra su trabajo en
hacer frente a “las principales causas de la mortalidad infantil
como la diarrea, la neumonía y la malaria” ampliando la cobertura
de los tratamientos con mayor impacto y menor costo.
Actualmente cerca del 90% de las muertes por neumonía y diarrea
se producen en África subsahariana y en Asia meridional. Para
prevenir y tratar estas enfermedades, UNICEF trabaja para
incrementar la cobertura de vacunas; fomentar la lactancia materna
y el lavado de manos con jabón; ampliar el acceso al agua potable y
al saneamiento, la distribución de sales de rehidratación oral a
los niños con diarrea y el suministro de antibióticos a los niños
con neumonía bacteriana.
Día del Niño Africano
El Día del Niño Africano conmemora una marcha de 1976 en Soweto,
Sudáfrica, cuando miles de escolares africanos salieron a las
calles para protestar por la escasa calidad de su educación y para
exigir su derecho a recibir enseñanza en su propio idioma. Cientos
de niños fueron abatidos, y en las dos semanas de protestas que
siguieron, más de cien personas murieron y más de un millar
resultaron heridas. Para honrar la memoria de los asesinados y el
valor de todos los que se manifestaron, el Día del Niño Africano se
celebra cada 16 de junio desde 1991.