Más de 16.000 niños han perdido a sus padres o cuidadores por el ébola, muchos son acogidos en sus comunidades

Unos 16.600 niños han perdido a uno o a ambos progenitores, o a sus cuidadores más directos, a causa del ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona, aunque menos del 3% de ellos no están con sus familiares cercanos o en centros de atención comunitaria en estos momentos, según las estimaciones de UNICEF.

«Tras vencer sus prejuicios y miedos iniciales sobre el ébola,
las familias han mostrado un apoyo increíble, cuidando y
protegiendo a los niños cuyos padres han fallecido», señaló el
director regional de UNICEF para África Occidental y Central,
Manuel Fontaine. «Esto demuestra la fortaleza de los lazos
familiares y la extraordinaria resiliencia (capacidad de
resistencia) de las comunidades en un momento de grandes
dificultades», agregó.

A mediados de enero, cerca de 3.600 niños habían perdido a ambos
progenitores a causa del ébola en los tres países, mientras que
16.600 estaban registrados como que habían perdido a uno o a ambos
progenitores, o a sus cuidadores principal (otro que no sus padres
biológicos).

UNICEF ha estado ayudando a identificar a los niños sin padres o
cuidadores y proporcionándoles  atención y protección de forma
inmediata, ya sea a través de los miembros de la familia extendida,
miembros de la comunidad o familias de acogida. En Guinea, por
ejemplo, los 773 niños que perdieron a ambos padres se encuentran
con sus familias ampliadas.

Los niños y las familias que cuidan de ellos reciben dinero en
efectivo y apoyo material, se les ayuda en el acceso a la escuela,
y se les asesora para contribuir a su bienestar emocional y
psicológico. Además, realizar un seguimiento de los niños que están
con sus nuevas familias es un aspecto fundamental, ya que los niños
pueden mostrarse emocionalmente vulnerables mientras lloran la
pérdida de sus seres queridos.

Los niños no acompañados que puedan haber mantenido contacto
físico con una persona con ébola ingresan en un centro de atención
comunitaria, donde están en observación durante 21 días, el período
máximo de incubación del virus. En los tres países, el número total
de niños en este estado ha superado los 250; más del 90% de ellos
han pasado al cuidado de miembros de su familia extendida poco
después del período de cuarentena.

UNICEF también ha desarrollado una red de supervivientes de
ébola que han estado jugando un importante papel en el apoyo a los
niños afectados. Debido a que han desarrollado un nivel de
resistencia a la enfermedad, los supervivientes pueden interactuar
físicamente con los niños que se encuentran bajo observación,
dándoles un ‘contacto’ que de otra forma no recibirían.

La identificación de los niños más vulnerables y la prestación
de servicios ha sido uno de los múltiples desafíos que han surgido
en la respuesta a la crisis del ébola en una región donde el
bienestar social y la protección infantil ya eran débiles antes del
estallido del brote.

«A medida que los países afectados por el ébola se encaminan
hacia la recuperación, debemos aprovechar la oportunidad para
mejorar los servicios de protección infantil para todos los niños
vulnerables», afirmó Fontaine. «Tenemos la oportunidad de hacer
frente a otras formas de vulnerabilidad que existían antes de la
crisis del ébola, como el matrimonio precoz, el trabajo infantil,
la violencia sexual y la explotación”, añadió. 

Más información:

Christophe Boulierac, UNICEF Geneva, Tel: +41 799 639 244, cboulierac@unicef.org
Laurent Duvillier, UNICEF West and Central Africa in Dakar, + 221 77 740 35 77, lduvillier@unicef.org
Najwa Mekki, UNICEF New York; +1 212 326 7448 (office); +1 917 209 1804 (mobile), nmekki@unicef.org

Belén de Vicente, UNICEF España, Tel: 609 160 051 / 91 378 95 55, comunicacion@unicef.es

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