Millones de niños en Siria están en alto riesgo de contraer enfermedades por la escasez de agua y el intenso calor
La disminución de suministros de agua potable durante el verano abrasador está exponiendo a los niños a la amenaza de enfermedades transmitidas a través del agua, según advierte UNICEF.
Desde comienzos de año Siria ha registrado 105.886 casos de
diarrea aguda. También se ha producido un fuerte aumento de los
casos de hepatitis A, que en febrero alcanzaron la cifra récord de
1.700 en solo una semana.
La intensificación del conflicto a lo largo del país ha causado
nuevas oleadas de población desplazada, lo cual ha incrementado la
presión sobre la ya frágil red de agua y saneamiento.
“La situación es preocupante sobre todo para los niños, que son
especialmente vulnerables a las enfermedades transmitidas por el
agua”, dice Hanaa Singer, representante de UNICEF en Siria. “En
este quinto año de crisis el agua es cada vez más escasa e
insalubre, y las malas condiciones higiénicas –en particular en las
comunidades de desplazados- están poniendo a más niños en grave
peligro”.
Una de las zonas donde el riesgo de brotes de enfermedades es
particularmente alto es Deir-Ez-Zour, en el este. Los informes
indican que las aguas residuales están contaminando gravemente el
río Éufrates, del cual depende el abastecimiento de agua de la
población. En esta área se ha informado de 1.144 casos de
tifus.
El alto precio del combustible es otro factor que influye en el
acceso al agua por parte de los civiles. En Idleb, al oeste de
Siria, se ha triplicado a 500 libras sirias (2,3 euros) el litro.
Además, las estaciones de bombeo de agua están operativas durante
solo dos horas al día, lo que reduce la disponibilidad de agua a
solo 20 litros diarios por persona.
Otro hecho preocupante es el cierre del cruce fronterizo con
Jordania, que está afectando a la distribución de suministros
fundamentales de agua en Siria. Antes del cierre a mediados de
abril, UNICEF utilizaba este paso para distribuir cada mes una
media de medio millón de litros de material de tratamiento de agua.
Como resultado, las existencias dentro de Siria se están
agotando.
“Desde el comienzo de la crisis hemos trabajado con un amplio
número de aliados para dar apoyo a la infraestructura de agua
necesaria, de la que dependen 15 millones de personas en Siria”,
dice Singer. “Esto ha incluido la perforación y dotación de pozos
como fuentes alternativas de agua cuando el principal proveedor
falla, así como el apoyo a la producción local y la adquisición de
suministros de tratamiento del agua”.
UNICEF pide urgentemente 5 millones de dólares (4,4 millones de
euros) hasta finales de agosto para su respuesta de agua,
saneamiento e higiene dentro de Siria.