Mensaje en la Semana Mundial de la Lactancia Materna

Lactancia materna y Trabajo – ¡Hagamos que funcione!

Cada año, la comunidad internacional dedica una semana a llamar la atención sobre la vital importancia que la lactancia materna tiene, no sólo en las vidas de los niños más vulnerables sino también para fortalecer las sociedades. El tema de este año de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, Lactancia materna y Trabajo – ¡Hagamos que funcione!, pone el foco en lo que podemos hacer para ayudar a millones de madres trabajadoras a que puedan dar a sus bebés el mejor comienzo posible en su vida, apoyando políticas más fuertes que promuevan la lactancia materna en los lugares de trabajo.

Sabemos que la lactancia materna ayuda a los niños a sobrevivir
y desarrollarse, permitiéndoles resistir infecciones,
proporcionándoles nutrientes críticos para el desarrollo temprano
de sus cerebros y cuerpos, y fortaleciendo el lazo entre las madres
y sus bebés. Y los beneficios de la lactancia materna duran toda la
vida. Un estudio reciente de Lancet mostró que los niños que habían
sido amamantados al menos durante un año pudieron permanecer en la
escuela más tiempo, tuvieron mejores resultados en las pruebas de
inteligencia, y tuvieron mayores ingresos siendo adultos que
aquellos que sólo recibieron lactancia materna durante un mes.

A pesar de esta creciente evidencia, sólo un 38% de los niños en
el mundo reciben lactancia materna exclusiva, recomendada durante
los seis primeros meses de vida. Y aunque las tasas de lactancia
materna han aumentado en todas las regiones del mundo, el progreso
global se ha detenido.

La Asamblea Mundial de la Salud ha establecido el objetivo
global de aumentar las tasas de lactancia materna exclusiva para
niños menores de seis meses al menos al 50% en 2025. Para alcanzar
este ambicioso y muy importante objetivo, necesitamos eliminar
todas las barreras a la lactancia materna.

Los gobiernos deberían liderar el cambio haciendo de la
lactancia materna una prioridad política en los planes de
desarrollo nacional, aumentando los recursos para los programas que
apoyan la lactancia, y trabajando con las comunidades y familias
para promover los beneficios de la lactancia materna.

Pero deberíamos hacer aún más para superar el obstáculo que
previene potencialmente a millones de mujeres de dar el pecho: las
políticas en los lugares de trabajo que no apoyan el derecho de las
madres trabajadoras a amamantar a sus bebés en el trabajo.

En la actualidad, de aproximadamente 830 millones de mujeres
trabajadoras en el mundo, la mayoría no se beneficia de políticas
en los lugares de trabajo que apoyen a las madres que dan el pecho.
Y esta cifra no incluye a mujeres que trabajan informalmente, de
forma estacional o con trabajo a tiempo parcial, frecuentemente las
mujeres más pobres en los países más pobres, que pueden tener que
hacer frente a barreras incluso mayores para continuar con la
lactancia materna.

Esto no es solo una pérdida para las madres trabajadoras y sus
bebés. También es una pérdida para los empleadores. Las madres
trabajadoras con beneficios adecuados a la maternidad, como un
lugar de trabajo que apoye la lactancia, tienen mayor satisfacción
con su trabajo y mayor lealtad hacia quien las emplea. Los niños
que han recibido lactancia materna enferman con menos frecuencia,
con lo cual sus madres también faltan menos a su trabajo. Estos
efectos contribuyen a una mayor productividad, beneficiando
básicamente a las empresas y economías a las que contribuyen.

Reconociendo estas conexiones, la Organización Internacional del
Trabajo ha adoptado tres Convenciones para establecer medidas
protectoras para las mujeres embarazadas y futuras madres, que
incluyen el derecho a continuar con la lactancia materna y promover
opciones factibles para las mujeres que están fuera del trabajo
formal. A nivel mundial, 67 países han ratificado al menos una de
las tres Convenciones que protegen la maternidad. Más gobiernos
deberían unirse a este movimiento creciente y actuar para
implementar estas importantes protecciones.

Sabemos que la lactancia materna mejora la vida de millones de
niños y básicamente beneficia a las familias, comunidades y a las
sociedades. Nuestro reto ahora es hacer que la lactancia materna
también funcione en los lugares de trabajo. Juntos podemos ayudar a
las mujeres trabajadoras a dar el pecho y obtener los beneficios
para ellas mismas, para sus niños y para la salud y el bienestar de
las futuras generaciones.

Mr. Anthony
Lake                                                          
Dr. Margaret Chan

Director Ejecutivo UNICEF          
                 
           Directora General OMS

Más información:

Belén de Vicente, UNICEF España, Tel: 609 160 051 / 91 378 95 55

E-mail: comunicacion@unicef.es

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