Los conflictos en Oriente Medio y el Norte de África dejan a 13 millones de niños fuera de la escuela
El informe ‘Educación bajo el fuego’ analiza el impacto que la violencia está teniendo en los sistemas educativos de Siria, Iraq, Líbano, Jordania, Turquía, Yemen, Libia, Sudán y Estado de Palestina
Los crecientes conflictos y la convulsión política en Oriente Medio y el Norte de África impiden que más de 13 millones de niños vayan a la escuela, según el informe Educación bajo el fuego publicado hoy por UNICEF.
El estudio está centrado en el impacto de la violencia en los
niños en edad escolar y en los sistemas educativos de nueve países*
que se han visto directa o indirectamente afectados por la
violencia.
Los ataques a escuelas e instalaciones educativas –a veces
deliberados- son uno de los motivos fundamentales por los que los
niños no van a clase. Solo en Siria, Iraq, Yemen y Libia, cerca de
9.000 escuelas están inutilizadas porque han sido dañadas,
destruidas, están siendo utilizadas como refugio para los civiles
desplazados o han sido tomadas por las partes del conflicto.
Otro factor es el miedo, que lleva a miles de profesores a
abandonar sus puestos o hace que los padres no manden a sus hijos a
clase por lo que les pueda ocurrir de camino al colegio o en el
propio centro.
En Jordania, Líbano y Turquía más de 700.000 niños sirios no
pueden ir a la escuela porque la infraestructura educativa nacional
está sobrecargada y no puede asumir una carga extra de alumnos.
“Los niños están experimentando el destructivo impacto del
conflicto en toda la región”, dijo Peter Salama, director regional
de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte. “No es solo el
daño físico que se ha hecho a las escuelas, sino la desesperación
que siente una generación de alumnos que ve sus esperanzas y futuro
destrozados”.
El informe destaca una serie de iniciativas –como el
autoaprendizaje y espacios de aprendizaje ampliados- que ayuden a
los niños a estudiar incluso en las circunstancias más
desesperadas. No obstante, sostiene que la financiación que recibe
este trabajo no es acorde a las crecientes necesidades, pese al
hecho de que los niños y padres atrapados en el conflicto
identifican de manera contundente la educación como su primera
prioridad.
Según el informe, merece más apoyo especialmente la iniciativaNo Lost Generation, lanzada en 2013 por UNICEF y otras
organizaciones con las que trabaja para impulsar un mayor apoyo
internacional a las necesidades educativas y de protección de los
niños afectados por la crisis de Siria.
Además, el informe insta a la comunidad internacional, los
gobiernos de acogida, los responsables políticos, el sector privado
y otras organizaciones a:
- Reducir el número de niños que
están fuera de la escuela mediante la ampliación de los servicios
educativos informales, especialmente para los niños
vulnerables. - Proporcionar más apoyo a los
sistemas nacionales de educación en los países golpeados por el
conflicto y las comunidades de acogida, para aumentar los espacios
de aprendizaje, contratar y formar profesores y suministrar
materiales educativos. - Abogar por el reconocimiento y
certificación de los servicios educativos no formales en los países
afectados por la crisis de Siria.
Para descargar el informe (en inglés):
https://www.unicef.es/actualidad-documentacion/publicaciones/education-under-fire
Para acceder a vídeos y fotos:
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