NACIONES UNIDAS EXIGE EL ACCESO INMEDIATO A LAS ÁREAS AFECTADAS POR EL CONFLICTO EN SUDÁN DEL SUR PARA PREVENIR UNA CATÁSTROFE
3,9 millones de personas hacen frente al hambre severa; decenas de miles están al borde de la hambruna
Tres agencias de Naciones Unidas han advertido hoy de que el hambre extrema está empujando a la población al borde de una catástrofe en algunas partes de Sudán del Sur; según un nuevo estudio que revela que 3,9 millones de personas se enfrentan a una inseguridad alimentaria severa.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) instaron a todas
las partes del conflicto para que garanticen el acceso urgente e
ilimitado al Estado de Unidad, donde según un nuevo estudio de la
Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC,
por sus siglas en inglés) al menos 30.000 personas están viviendo
en condiciones extremas y se enfrentan a la hambruna y la muerte.
Desde que empezó la guerra en Sudán del Sur, hace casi dos años, es
la primera vez que un estudio IPC descubre que parte de la
población está en fase 5 (“catástrofe”) en la escala del IPC, de
cinco puntos.
“Estamos al inicio de la cosecha y deberíamos ver una mejora
significativa de la seguridad alimentaria en todo el país, pero
desafortunadamente no es el caso de lugares como el sur del Estado
de Unidad, donde la gente está al borde de una catástrofe que puede
evitarse”, dijo la directora del PMA en Sudán del Sur, Joyce Luma.
“La población de Sudán del Sur necesita paz, alimentos nutritivos y
asistencia humanitaria y apoyo a sus medios de vida para sobrevivir
y reconstruir sus vidas”, añadió.
Según las agencias, si no se garantiza urgentemente el acceso
humanitario ilimitado la inseguridad alimentaria podría agravarse
hasta convertirse en hambruna en algunas partes del Estado de
Unidad, donde la violencia y la falta de acceso de los últimos
meses dificultado la asistencia humanitaria. Algunas familias
desplazadas cuentan que sobreviven con una sola comida al día,
consistente en pescado y nenúfares.
“Desde que estallaron los combates hace cerca de dos años, los
niños han sufrido el conflicto, enfermedades, miedo y hambre”, dijo
Jonathan Veitch, representante de UNICEF en Sudán del Sur. “Sus
familias han hecho un esfuerzo extraordinario por mantenerlos, pero
han agotado todos los mecanismos de ayuda. Las agencias podemos dar
apoyo, pero solo si tenemos acceso ilimitado. Si no, muchos niños
podrían morir”.
En todo el país, el análisis IPC indica que 3,9 millones de
personas en Sudán del Sur se enfrentan al hambre severa. Aunque el
número de hogares que sufre inseguridad alimentaria ha disminuido
–como se esperaba- durante la época de cosecha, es casi un 80% más
alto que en el mismo periodo del año pasado, debido a que incluso
la población de los estados no afectados directamente por el
conflicto sufre sus consecuencias a largo plazo, las lluvias
irregulares, las opciones de subsistencia agotadas, los altos
precios de los alimentos, los costes del combustible y la
inflación, en un entorno económico general degradado.
Además, el IPC subraya que la situación nutricional general
sigue siendo crítica, con la Desnutrición Aguda Global (GAM, por
sus siglas en inglés) de los niños menores de cinco años por encima
del umbral de emergencia en los estados afectados por el conflicto
en septiembre (Jonglei, Alto Nilo y Unidad) y alta en Bahr el
Ghazal Norte y Warrap durante todo el año. La alta prevalencia se
atribuye al consumo inadecuado de alimentos, pobres hábitos de
alimentación de madres e hijos, enfermedades y una prestación
limitada de servicios sanitarios y nutricionales.
Las tres agencias –que trabajan en seguridad alimentaria y
nutrición- advirtieron de que la grave situación económica en el
país está contribuyendo a un récord en el precio de los alimentos
que afecta de manera significativa al poder adquisitivo de las
familias y empeora los niveles de inseguridad alimentaria. Incluso
zonas que no estaban afectadas muestran ahora signos de un grave
deterioro, con una gran parte de la población de los estados de
Bahr el Ghazal en crisis de seguridad alimentaria.
“Los medios de vida están gravemente afectados por las altas
tasas de inflación, la desorganización del mercado, los
desplazamientos debido al conflicto y la pérdida de ganado y
producción agrícola”, dijo Serge Tissot, jefe de la FAO en Sudán
del Sur.
“Además mirando hacia delante, cuando termine la época de
cosecha a final de año, se espera una producción de cereal por
debajo de la media en Uganda, Sudán y Etiopía, lo cual agravará el
coste de la importación de alimentos en Sudán del Sur. Creando
maneras de apoyar la cosecha, el ganado y los productores de
pescado, se fortalecerá la resistencia de estas comunidades”,
añadió.
UNICEF, el PMA y la FAO, junto con otros aliados de Naciones
Unidas y ONG, están llegando a millones de personas con alimentos
de emergencia, ayuda nutricional y kits de emergencia de medios de
vida. Las misiones de respuesta rápida canalizan la distribución de
la ayuda a muchas áreas remotas que de otra manera no recibirían
asistencia humanitaria. El apoyo rápido a la producción local de
alimentos contribuye a la seguridad alimentaria a largo plazo de la
mayoría de personas afectadas. Las agencias exhortaron a la
comunidad internacional a proporcionar los recursos que se
necesitan para mantener y ampliar estos esfuerzos que salvan vidas.
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