Declaración de Ján Kubiš, representante especial del Secretario General de la ONU para Iraq, y Peter Hawkins, representante de UNICEF en Iraq
El actual conflicto que se vive en Iraq está afectando profundamente a los ciudadanos más vulnerables del país: sus niños.
El pasado 26 de noviembre ocho niños murieron y seis resultaron
heridos durante una operación militar en la localidad de Al
Halabsa, cerca de la ciudad de Faluya. La mayoría de ellos eran
menores de 10 años. El incidente tuvo lugar de noche, cuando es más
probable que la gente esté en su casa. Naciones Unidas está
verificando otros 15 incidentes registrados entre noviembre y
diciembre, con ataques sobre áreas civiles en Faluya efectuados por
todas las partes del conflicto. La Misión de Asistencia de las
Naciones Unidas para Iraq (UNAMI, por sus siglas en inglés) y
UNICEF continúan mostrando su preocupación por la seguridad de los
niños de Iraq que siguen sufriendo los efectos de las hostilidades
en todo el país. Las continuas operaciones en Ramadi, Mosul, Tal
Afar y otras áreas afectadas por el conflicto, aumentan el riesgo
de más violaciones graves de los derechos de los niños.
Desde comienzos de año se ha confirmado la muerte de 189 niños,
y otros 301 han resultado heridos como consecuencia del conflicto
en Iraq. Además, a cientos de niños en las zonas afectadas se les
impide el acceso a servicios básicos como la educación o la salud,
debido a los ataques a hospitales y escuelas. Por ejemplo, solo en
Ramadi 45 escuelas han sido destruidas o dañadas como resultado del
conflicto desde el año pasado.
UNAMI y UNICEF instan a todas las partes del conflicto a cumplir
los principios de proporcionalidad y distinción en el curso de las
operaciones militares, para proteger a los niños y otros civiles de
los efectos de la violencia en la medida de lo posible, y a
respetar la naturaleza civil de las escuelas y las instalaciones
sanitarias.