Nuevo sistema de seguimiento para medir el impacto de la pandemia sobre la educación en todo el mundo
Esta herramienta es fruto de la colaboración entre la Universidad Johns Hopkins, el Banco Mundial y UNICEF
26 de marzo de 2021- La pandemia de COVID-19 interrumpió la educación de 1.600 millones de niños en todo el mundo el año pasado. Para ayudar a medir la respuesta actual, la Universidad Johns Hopkins, el Banco Mundial y UNICEF se han unido y han creado el COVID-19 – Global Education Recovery Tracker (Rastreador de la Recuperación de la Educación Global- COVID-19).
Lanzada hoy, esta herramienta ayuda a los países en su toma de decisiones, mediante el seguimiento de los trabajos de planificación de reapertura y recuperación en más de 200 países y territorios. La iniciativa recoge y muestra información sobre cuatro áreas clave:
- Estatus de la educación
- Modalidades de aprendizaje (remoto, presencial o híbrido)
- Disponibilidad de apoyo para la recuperación escolar
- Estatus de la disponibilidad de vacunas para profesorado
Este rastreador pretende aprovechar el trabajo de la Universidad Johns Hopkins en la recopilación de datos de calidad sobre casos de COVID-19, pruebas y vacunas, junto con los papeles estratégicos que juegan el Banco Mundial y UNICEF en el apoyo operativo y de políticas a los países durante la pandemia.
“Durante la pandemia, Johns Hopkins ha mostrado el papel fundamental de las universidades a la hora de proporcionar al mundo datos e información precisos y basados en evidencias”, asegura Sunil Kumar, rector de la Universidad Johns Hopkins y Vicepresidente senior de Asuntos Académicos. “Esperamos que el trabajo de esta alianza construya conocimiento sobre cómo la COVID-19 continúa afectando a los estudiantes en todos los sitios”.
Los datos recopilados hasta principios de marzo muestran que 51 países han vuelto por completo a la educación presencial. En más de 90, los estudiantes reciben formación a través de múltiples modalidades, con algunas escuelas abiertas, otras cerradas y muchas ofreciendo opciones híbridas.
A nivel regional, está empezando a haber indicios de cambios en las modalidades de aprendizaje. La educación en remoto sigue siendo la dominante en Oriente Medio y África del Norte, donde en las últimas semanas las escuelas seguían cerradas en su mayoría; y, sin embargo, en África Subsahariana la mayoría de estudiantes están yendo físicamente a la escuela. En la región de Asia Oriental y el Pacífico se ha reanudado en su mayoría la educación presencial, con estrictas medidas de distanciamiento social. Las regiones de Asia Meridional, Asia Central y Europa se apoyan sobre todo en una educación híbrida allí donde las infraestructuras lo permiten. En América Latina, los países están utilizando enfoques mixtos que incluyen educación a distancia, híbrida y presencial. Sin embargo, la mayoría de escuelas permanecen parcial o completamente cerradas, y la educación en remoto es la modalidad más extendida.
“El mundo ya se enfrentaba a una crisis educativa antes de la COVID-19”, asegura Jaime Saavedra, director de Educación del Banco Mundial. “La tasa de pobreza educativa –proporción de niños y niñas de 10 años incapaces de leer un texto corto apropiado para su edad- era del 53% en los países de ingresos medios y bajos antes de la COVID-19, en comparación con la de los países de ingresos altos, que se situaba en el 9%”. Tras un año de pandemia, las interrupciones continuadas de la educación, los cambios en las modalidades de aprendizaje y la preocupación por el bienestar de los estudiantes son todavía mayores, y esta crisis de aprendizaje está empeorando. Es probable que los cierres de escuelas derivados de la COVID-19 aumenten la tasa de pobreza educativa hasta alcanzar el 63%”.
Saavedra hace hincapié en la importancia de este rastreador. “En muchos países, los alumnos y profesores necesitan apoyo suplementario urgente. La vuelta a la escuela requiere educación acelerada, de recuperación e híbrida, así como otras intervenciones. Recopilar y dar seguimiento a estos datos acerca de qué están haciendo los países es muy importante para ayudarnos a comprender la magnitud de qué apoyo se necesita a medida que avanzamos, ya que aprenderemos de las principales tendencias observadas en los países”.
Además de trazar el estado operativo de las escuelas, esta herramienta también dará seguimiento al apoyo que están recibiendo los estudiantes. Esto incluye cambios en el calendario escolar, tutorías y recuperaciones, especialmente en los grados de educación primaria. Estas intervenciones serán clave en el proceso de recuperación educativa tras un año que ha afectado al aprendizaje y bienestar del 95% de escolares de todo el mundo.
En países donde la vacuna de la COVID-19 ya está disponible, la herramienta está midiendo si los profesores han sido identificados como grupo prioritario. A principios de marzo, la mayoría de profesores no estaban siendo vacunados como grupo prioritario en los países de ingresos bajos y medio bajos. De los 130 países donde la información sobre la vacuna estaba disponible, más de dos tercios no están actualmente vacunando a profesores como grupo prioritario.
“Incluso a medida que las vacunas están empezando a ponerse a nivel mundial, para millones de escolares de todo el mundo las consecuencias de esta pandemia están lejos de acabarse”, explica el jefe de Educación de UNICEF, Robert Jenkins. “Debemos priorizar la reapertura de escuelas, así como la vacunación de los profesores una vez que el personal sanitario de primera línea y las poblaciones de alto riesgo estén inmunizados. Si bien en última instancia estas decisiones dependen de los gobiernos, que hacen concesiones difíciles, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para salvaguardar el futuro de la próxima generación. Y esto empieza salvaguardando a los responsables de abrirles ese futuro”.
Se espera que esta herramienta ofrezca evidencias para los tomadores de decisiones e investigadores que trabajan en las respuestas a la COVID-19. Está creada de manera que tiene flexibilidad para incorporar nuevos temas que surjan, a la vez que ofrece la tendencia de las acciones de los meses pasados.
La Johns Hopkins University eSchool+ Initiative es una colaboración entre el Consorcio para las Soluciones Sanitarias basadas en las Escuelas, el Instituto Berman de Bioética y las Escuelas de Educación, Medicina y Salud Pública de la Johns Hopkins. La iniciativa se centra en el bienestar de los niños desde una perspectiva de equidad, desarrollando recursos y herramientas para escuelas K-12 para ayudar a los tomadores de decisiones y educadores a apoyar a los estudiantes durante la pandemia de COVID-19.
Mas información aquí: https://equityschoolplus.jhu.edu.
El Grupo Banco Mundial trabaja en programas de Educación de más de 100 países, dando apoyo al acceso a servicios de Educación de calidad y oportunidades de aprendizaje duraderas para todos. Como el mayor financiador externo de educación en el mundo desarrollado, su presupuesto de más de 20.000 millones de dólares cubre programas de educación, asistencia técnica y otros proyectos diseñados para construir capital humano a través de productos educativos mejorados. Esto se complementa con herramientas y recursos disponibles para los tomadores de decisiones, investigadores, líderes escolares, profesores y el público, todo dirigido al apoyo para lograr los dos objetivos del Banco Mundial: terminar con la pobreza extrema e impulsar una prosperidad compartida.
Más información sobre el trabajo del Banco Mundial en Educación, aquí: www.worldbank.org/education
Acerca de UNICEF
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