Las pérdidas de aprendizaje derivadas de la COVID-19 podrían costar a esta generación de estudiantes cerca de 17 billones de dólares en ingresos de por vida
El informe del Banco Mundial, UNESCO y UNICEF expone la magnitud de la crisis educativa
Acceso al informe en inglés informe The State of the Global Education Crisis: A path to recovery (El estado de la crisis mundial de la educación: Un camino hacia la recuperación) AQUÍ
WASHINGTON, DC, 6 de diciembre de 2021- Esta generación de estudiantes se arriesga ahora a perder 17 billones de dólares en ingresos de por vida en valor actual, o alrededor del 14% del PIB mundial actual, como resultado del cierre de escuelas relacionado con la pandemia de COVID-19, según un nuevo informe publicado hoy por el Banco Mundial, UNESCO y UNICEF. La nueva proyección revela que el impacto es más grave de lo que se pensaba, y supera con creces las estimaciones de 10 billones de dólares publicadas en 2020.
Además, el informe El estado de la crisis mundial de la educación: Un camino hacia la recuperación muestra que en los países de ingresos bajos y medios, la proporción de niños que viven en situación de pobreza de aprendizaje -que ya era del 53% antes de la pandemia- podría llegar al 70% debido a los largos cierres de las escuelas y a la ineficacia de la enseñanza a distancia para garantizar la plena continuidad del aprendizaje durante los cierres de los colegios.
«La crisis del COVID-19 paralizó los sistemas educativos de todo el mundo», dijo Jaime Saavedra, Director Mundial de Educación del Banco Mundial. «Ahora, 21 meses después, las escuelas permanecen cerradas para millones de niños, y es posible que otros nunca vuelvan a las aulas. La pérdida de aprendizaje que están experimentando muchos niños es moralmente inaceptable. Y el posible aumento de la pobreza de aprendizaje podría tener un impacto devastador en la productividad, los ingresos y el bienestar futuros de esta generación de niños y jóvenes, sus familias y las economías del mundo».
Las simulaciones que estiman que los cierres de escuelas provocan importantes pérdidas de aprendizaje están siendo corroboradas por datos reales. Por ejemplo, los datos regionales de Brasil, Pakistán, la India rural, Sudáfrica y México, entre otros, muestran pérdidas sustanciales en matemáticas y lectura. El análisis muestra que en algunos países, en promedio, las pérdidas de aprendizaje son aproximadamente proporcionales a la duración de los cierres. Sin embargo, existe una gran heterogeneidad entre los países y según la materia, el estatus socioeconómico de los estudiantes, el género y el nivel de grado. Por ejemplo, los resultados de dos estados de México muestran pérdidas de aprendizaje significativas en lectura y en matemáticas para los estudiantes de 10 a 15 años. Las pérdidas de aprendizaje estimadas fueron mayores en matemáticas que en lectura, y afectaron de forma desproporcionada a los alumnos más jóvenes, a los estudiantes de bajos ingresos y a las chicas.
Salvo algunas excepciones, las tendencias generales de la evidencia emergente en todo el mundo se alinean con los hallazgos de México, sugiriendo que la crisis ha exacerbado las desigualdades en la educación:
- Los niños de hogares con bajos ingresos, los niños con discapacidades y las niñas tenían menos probabilidades de acceder al aprendizaje a distancia que sus compañeros. Esto se debió a menudo a la falta de tecnologías accesibles y a la disponibilidad de electricidad, conectividad y dispositivos, así como a la discriminación y las normas de género.
- Los estudiantes más jóvenes tenían menos acceso a la enseñanza a distancia y se veían más afectados por la pérdida de aprendizaje que los estudiantes de más edad, especialmente entre los niños en edad preescolar en etapas cruciales de aprendizaje y desarrollo.
- El impacto perjudicial en el aprendizaje ha afectado de forma desproporcionada a los más marginados o vulnerables. Las pérdidas de aprendizaje fueron mayores para los alumnos de menor nivel socioeconómico en países como Ghana, México y Pakistán.
- Los primeros indicios apuntan a que las pérdidas son mayores entre las niñas, ya que están perdiendo rápidamente la protección que la escuela y el aprendizaje ofrecen a su bienestar y a sus oportunidades en la vida.
«La pandemia del COVID-19 cerró escuelas en todo el mundo, interrumpiendo la educación de 1.600 millones de estudiantes en su punto álgido, y exacerbó la brecha de género. En algunos países, estamos viendo mayores pérdidas de aprendizaje entre las niñas y un aumento del riesgo de que se enfrenten al trabajo infantil, la violencia de género, el matrimonio precoz y el embarazo. Para frenar las cicatrices de esta generación, debemos reabrir las escuelas y mantenerlas abiertas, orientar las actividades de divulgación para que los alumnos vuelvan a la escuela y acelerar la recuperación del aprendizaje«, dijo Robert Jenkins, Director de Educación de UNICEF.
El informe destaca que, hasta la fecha, menos del 3% de los paquetes de estímulo de los gobiernos se han destinado a la educación. Se necesitarán muchos más fondos para la recuperación inmediata del aprendizaje. El informe también señala que, aunque casi todos los países del mundo ofrecen oportunidades de aprendizaje a distancia para los estudiantes, la calidad y el alcance de tales iniciativas difieren: en la mayoría de los casos, ofrecen, en el mejor de los casos, un sustituto bastante parcial de la instrucción en persona. Más de 200 millones de alumnos viven en países de ingresos bajos y medios bajos que no están preparados para desplegar la enseñanza a distancia durante los cierres de escuelas de emergencia.
La reapertura de las escuelas debe seguir siendo una prioridad máxima y urgente a nivel mundial para frenar y revertir las pérdidas de aprendizaje. Los países deben poner en marcha Programas de Recuperación del Aprendizaje con el objetivo de asegurar que los estudiantes de esta generación alcancen al menos las mismas competencias de la generación anterior. Los programas deben cubrir tres líneas de acción clave para recuperar el aprendizaje: 1) consolidar el currículo; 2) ampliar el tiempo de instrucción; y 3) mejorar la eficiencia del aprendizaje.
En cuanto a la mejora de la eficiencia del aprendizaje, técnicas como la instrucción dirigida pueden ayudar a la recuperación del aprendizaje, lo que significa que los profesores alinean la instrucción con el nivel de aprendizaje de los estudiantes, en lugar de un punto de partida supuesto o una expectativa curricular. La instrucción dirigida requerirá abordar la crisis de datos de aprendizaje mediante la evaluación de los niveles de aprendizaje de los alumnos. También requiere un apoyo adicional a los profesores para que estén bien equipados para enseñar al nivel en el que se encuentran los niños, lo cual es crucial para evitar que las pérdidas se acumulen una vez que los niños vuelvan a la escuela.
«Nos hemos comprometido a apoyar a los gobiernos de forma más general en su respuesta al COVID a través del plan de recuperación de la misión puesto en marcha a principios de este año», subrayó Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de UNESCO. «Con el liderazgo de los gobiernos y el apoyo de la comunidad internacional, es mucho lo que se puede hacer para que los sistemas sean más equitativos, eficientes y resistentes, aprovechando las lecciones aprendidas a lo largo de la pandemia y aumentando las inversiones. Pero para ello, debemos hacer de los niños y los jóvenes una verdadera prioridad en medio de todas las demás exigencias de la respuesta a la pandemia. Su futuro -y nuestro futuro colectivo- depende de ello».
Para construir sistemas educativos más resistentes a largo plazo, los países deberían considerar:
- Invertir en el entorno propicio para liberar el potencial de las oportunidades de aprendizaje digital para todos los estudiantes.
- Reforzar el papel de los padres, las familias y las comunidades en el aprendizaje de los niños.
- Garantizar que los profesores tengan apoyo y acceso a oportunidades de desarrollo profesional de alta calidad.
- Aumentar la proporción de la educación en la asignación del presupuesto nacional de los paquetes de estímulo.
Notas para editores:
Más información: informe The State of the Global Education Crisis: A path to recovery (El estado de la crisis mundial de la educación: Un camino hacia la recuperación)
Este informe se ha elaborado en el marco de la Misión: Recuperar la educación 2021, por la que el Banco Mundial, UNESCO y UNICEF se centran en tres prioridades: que todos los niños vuelvan a la escuela, recuperar las pérdidas de aprendizaje y preparar y apoyar a los profesores.
Más información: www.worldbank.org/education
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.
Para más información:
Ildefonso González
UNICEF España, Tel: 608 51 76 05
E-mail: comunicacion@unicef.es
UNICEF: Sara Alhattab, salhattab@unicef.org
World Bank: Kristyn Schrader-King, kschrader@worldbank.org
UNESCO: Cynthia Guttman, C.Guttman@unesco.org
Para recursos audiovisuales, suscríbete al canal de Telegram UNICEF España Multimedia