Trabajando para acabar con la discriminación de las niñas en India
Potenciar el papel de las adolescentes y las mujeres en India es fundamental para acabar con la discriminación. En muchas ocasiones, no acuden a la escuela porque sus familias creen que es una carga económica innecesaria. Por el hecho de nacer niñas se las considera una propiedad de la familia de la que formarán parte cuando se casen.
«Las familias de recursos limitados dan prioridad a sus hijos
varones», explica Nupur Pande, Oficial de Protección Infantil de
UNICEF en Uttar Pradesh, a lo que añade: «Las niñas sufren
un alto grado de discriminación«.
La historia de Noorjahan Khan, de 18 años,
comienza a ser diferente. Su hogar se encuentra en uno de losmohallas de la ciudad de Moradabad, en
Uttar Pradesh, donde casi la mitad de la población vive por
debajo del umbral de la pobreza. Las grandes dificultades
económicas han sido una constante en su vida. Incluso había veces
en las que su familia no tenía nada para comer en dos o tres
días.
Su padre gana entre 50 y 60 rupias (alrededor de 1,20 dólares)
al día, trabajando como peón. A veces, lo que gana no alcanza para
alimentar a Noorjahan y a sus seis hermanos. Y algunos días, ni
siquiera consigue trabajo.
Gracias a un proyecto de formación laboral destinado a
adolescentes, puesto en marcha por la organización Aide et
Action y UNICEF, Noorjahan y su familia han comenzado a mejorar. El
objetivo de este proyecto es abrir posibilidades deempleo a los jóvenes marginados,
a través de cursos y formación
práctica. Noorjahan y sus hermanos comenzaron a asistir, y
ahora ella trabaja como auxiliar de oficina.
Noorjahan sobresalió entre sus compañeros desde el
principio. «De inmediato percibí en ella la voluntad de hacer algo
en la vida», apunta Mahesh Chandra, su maestro. «Ella misma me dijo
que deseaba seguir estudiando y me preguntó de qué manera la podía
ayudar a lograr su objetivo».
Noorjahan lucha para ocupar su lugar
Noorjahan se siente orgullosa de ganar 2.000 rupias
(unos 44 dólares) al mes. Sin embargo, cada vez que sale de su
hogar rumbo al trabajo debe soportar las burlas y provocaciones de
muchos hombres del vecindario.
«Los vecinos me hacen la vida imposible cuando
salgo de mi casa», comenta. «Pero a pesar de que eso me duele, no
tengo ninguna duda sobre quién soy, y seguiré trabajando». «Quiero
ayudar a mi padre durante toda mi vida», añade.
Con el dinero que gana puede ayudar a su
familia a salir de la pobreza extrema, y a pesar del
carácter protector de su padre, él comprende los beneficios
financieros y personales de la decisión de su hija.
El proyecto beneficia a 50.000 mujeres
Los cursos de los que se ha beneficiado Noorjahan
están financiados por la Iniciativa Social IKEA, que en 2009
comenzó a apoyar las actividades de defensa y fomento de los
derechos de los niños en un centenar de vecindarios pobres omohallas de Moradabad.
El proyecto en el que participan Noorjahan y sus
hermanos forma parte de un programa integral de asistencia a unos65.000 niños, niñas y jóvenes, así como a unas50.000 mujeres. De los 100 jóvenes que estudian en
cada clase, entre 60 y 70 terminan el curso y obtienen empleo.
Adele Khudr, Jefa de la Oficina de UNICEF en Uttar
Pradesh, piensa que si se potencia el papel de las
adolescentes y las mujeres de las comunidades, se podrá
modificar el comportamiento de los habitantes, especialmente cuando
vean que las familias no sólo sobreviven sino que comienzan a
prosperar.