Somalia: lluvia y riesgo de enfermedades
Las esperadas lluvias Deyr han llegado finalmente a la región centro-sur de Somalia. A pesar de ser una buena noticia para los habitantes de la región, las lluvias ponen en riesgo a la población, ya debilitada por el hambre y la desnutrición. UNICEF está trabajando para evitar brotes de enfermedades transmitidas por el agua como la malaria y el cólera.
Las lluvias repentinas están teniendo un impacto
devastador en varios campamentos de desplazados
internos de Mogadiscio. Las chozas
improvisadas, que sirven de vivienda principal para cientos de
miles de refugiados somalíes, están hechas de papel de polietileno,
palos y cartón, materiales que no pueden soportar las
lluvias. Como consecuencia, miles han quedado a la intemperie.
Riesgo de malaria y cólera
Además, existe un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por
el agua, como la malaria, el cólera o la diarrea aguda.
En los campamentos localizados en el barrio Soona-Key del
distrito de Hodan en Mogadiscio, muchos refugios
han sido completamente arrasados y ha provocado la muerte de varios
niños que quedaron a la intemperie.
Un padre inconsolable habla de cómo ha perdido a todos sus
hijos. “Mis últimos dos hijos han muerto de frío y hambre”, afirma
solemnemente. “Como los otros cinco antes que él”.
La desnutrición agrava el riesgo de contraer enfermedades
Muchos otros campamentos, como el ubicado en el barrio de
Hamar-Bille, en el distrito Wardigley, están sufriendo las
consecuencias de las lluvias, con la población sin ropa de abrigo
ni mantas para protegerse del frío.
El impacto de las lluvias es aún peor si se tiene en cuenta la
alta prevalencia de desnutrición en los campamentos de Mogadiscio.
De acuerdo con el informe sobre Somalia de la Unidad de Análisis de
Seguridad Alimentaria y Nutrición, la media de la
prevalencia de desnutrición en el sur del país es del
36,4% y la de desnutrición aguda severa,
del 15,8%.
La desnutrición debilita las defensas, lo
que hace a los niños particularmente vulnerables al
frío y otras enfermedades provocadas por la
lluvia y las inundaciones.
UNICEF y sus aliados están preparando la respuesta
Se estima que 2,5 millones de personas en
Somalia están en riesgo de contraer malaria por las
lluvias. Para prevenir una potencial epidemia, especialmente entre
los
niños
desnutridos y los desplazados internos, UNICEF, junto a la OMS y
los aliados, están ampliando sus respuestas.
Como respuesta, se dotará a las clínicas médicas de560.000 dosis de medicamentos para combatir la
malaria y un millón de pruebas de diagnóstico rápido.
Además, en los campamentos de desplazados deMogadiscio, donde las mosquiteras no son
prácticas, se realizará una primera ronda de rociamiento de
interiores con spray, que cubrirá 45.000 hogares durante el
próximo mes. En marzo y abril, se realizará una segunda
ronda.
Los aliados están sensibilizando a la población sobre lamalaria, cómo se transmite, cómo prevenirla y
dónde buscar ayuda para su tratamiento.
Adicionalmente, durante las próximas semanas se van a distribuir
entre los hogares más de 280.000 mosquiteras tratadas con
insecticida de larga duración en las regiones afectadas por la
sequía de Hiran, Lower y Middle Shabelles, y Lower y Middle Jubas
en el centro-sur de Somalia. Esto se suma a las 79.000 mosquiteras
ya distribuidas desde julio.