La Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Sudán del Sur ha pedido este viernes una intervención regional urgente y coordinada para salvar el tambaleante Acuerdo (de Paz) Revitalizado de 2018.
“El acuerdo de paz de Sudán del Sur está en crisis”, afirmó Yasmin Sooka, presidenta de la Comisión. «La violencia renovada está llevando al Acuerdo de Paz Revitalizado al borde de la irrelevancia, amenazando con un colapso total. Tal ruptura corre el riesgo de fragmentar aún más el país«.
La Comisión subrayó que la escalada de las ofensivas militares, las medidas de represión política y la presencia militar extranjera no solo están acelerando la ruptura del Acuerdo, sino también alimentando un profundo temor, inestabilidad y trauma generalizado entre la población de Sudán del Sur.
A principios de esta semana, la Comisión mantuvo diálogos con diversas partes interesadas, entre ellas representantes de la sociedad civil, para evaluar el agravamiento de la crisis y estudiar medidas para evitar el retorno a la guerra civil. Los participantes expresaron el temor y la ansiedad generalizados entre las comunidades.
Los sursudaneses viven con un trauma extremo
Desde marzo de 2025, las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur (SSPDF, por sus siglas en inglés) han lanzado operaciones militares sostenidas, incluidos ataques aéreos contra zonas pobladas por civiles, causando numerosas víctimas y desplazamientos masivos. Se ha declarado el estado de emergencia en varias regiones donde continúan las operaciones.
«Los sursudaneses viven con un trauma extremo. Están sufriendo ataques militares selectivos que han trastornado sus vidas e infundido un miedo generalizado”, declaró el comisario Carlos Castresana Fernández.
Los informes sobre el apoyo de las fuerzas ugandesas a las SSPDF, junto con la decisión del gobierno de reclutar a miles de soldados más apuntan a un conflicto prolongado.
“La actual campaña de reclutamiento de las SSPDF contradice directamente el Acuerdo Revitalizado (…). Los dirigentes del país, firmantes del Acuerdo, deben abandonar las agendas partidistas y actuar en interés del pueblo”, continuo Castresana Fernández.
Detención arbitraria de la oposición
Las tensiones políticas en Sudán del Sur se han agudizado con la detención arbitraria de figuras clave de la oposición, entre ellas el primer vicepresidente, el doctor Riek Machar. La escalada de la violencia armada ha agravado la crisis humanitaria y de derechos humanos en el país.
La población civil del estado del Alto Nilo se ha visto especialmente afectada, ya que la región, que ya sufre inseguridad alimentaria, se ha convertido en un corredor de tránsito clave para los refugiados que huyen del conflicto en Sudán.
Además, crece el temor de que, si no se evita esta trayectoria conflictiva, el conflicto de Sudán del Sur se entremezcle con la crisis de Sudán, con consecuencias aún más nefastas.
Acto de profunda insensatez e imprudencia
“Abatir la transición es un acto de profunda insensatez e imprudencia, que ya está reavivando la violencia, profundizando la inseguridad e imponiendo nuevas y graves violaciones a ciudadanos que llevan mucho tiempo sufriendo, y socavando las arquitecturas de paz regionales”, declaró el comisario Barney Afako.
La Comisión reiteró su llamamiento a los actores regionales e internacionales para que intensifiquen la presión diplomática sobre los líderes de Sudán del Sur a fin de garantizar la inmediata desescalada y la plena aplicación del Acuerdo Revitalizado.
“Los socios regionales, especialmente la Unión Africana y la IGAD (Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo), deben aumentar urgentemente su influencia y presión sobre los líderes de Sudán del Sur para que rebajen las tensiones, vuelvan a un diálogo significativo y apliquen plenamente el acuerdo de paz”, declaró la presidenta de la Comisión Yasmin Sooka.
“Sigue siendo la única vía creíble hacia la estabilidad, la paz y la transición democrática”.