Consuelo Crespo
Consuelo Crespo Bofill ha sido nombrada recientemente presidenta de UNICEF- Comité Español. Consuelo Crespo lleva más de doce años trabajando en favor de los derechos de la infancia en UNICEF, diez de ellos como presidenta del Comité de UNICEF-País Vasco. Durante los cuatro últimos años ha compaginado esta labor con la de vicepresidenta del Comité Español.
1. Su elección como Presidenta del Comité Español llega
pareja a la transformación de esta entidad en Fundación. ¿Por qué
una Fundación y qué cambios implica de cara al socio de UNICEF esta
nueva fórmula organizativa?
El cambio se enmarca en algo mucho más amplio
de lo que es el propio Comité. El trabajo de la cooperación para el
desarrollo es cada vez más complejo ya que cada vez interfieren en
él más elementos. UNICEF está haciendo un esfuerzo especial desde
hace tiempo por fortalecer su actividad por cohesionar su
estructura. Los Comités Nacionales son cada vez más importantes
para UNICEF, no sólo por la aportación económica, sino por la labor
de sensibilización y educación que éstos hacen en los países
desarrollados. UNICEF ha pedido a los Comités Nacionales que
adecuemos nuestra estructura, dentro de la legislación de cada
país, para integrarnos mejor en la organización global de la
institución. De cara a los socios, convertirnos en Fundación
obviamente es un cambio importante, aunque pretendemos, con la
normativa interna que estamos desarrollando, que el socio tenga un
mayor conocimiento mayor de lo que es la organización y una
participación real en ella a través de los Comités Autonómicos.
2. Tras doce años como voluntaria de
UNICEF ¿Cuáles son ahora sus principales objetivos como nueva
Presidenta del Comité? ¿Qué puntos de su programa electoral
considera poner en práctica de modo más urgente?
El objetivo más amplio es que el Comité Español
pudiera aportar el máximo posible dentro de la consecución de los
Objetivos del Milenio en los que UNICEF tiene mucho que ver.
Quisiera que España jugara un papel muy importante tanto en la
aportación de fondos como en la sensibilización y divulgación de
nuestro mensaje. A nivel práctico, lo más urgente es llevar a cabo
el desarrollo normativo necesario, que ya está en marcha, y adaptar
la estructura organizativa a las nuevas necesidades. El proceso se
ha iniciado ya y esperamos que en breve tiempo podamos disponer de
una dinámica de trabajo más ágil y eficiente, si cabe.
3. ¿Cómo juzga hoy por hoy el papel y
la imagen que UNICEF tiene en España? ¿Cree necesario un
relanzamiento de la institución?
La andadura de UNICEF en España ha sido siempre
totalmente fiel al mandato de UNICEF y, a la vez, muy efectiva. La
sociedad española tiene un conocimiento de lo que es UNICEF, de que
trabajamos por la infancia, de que luchamos por la consecución de
los Derechos Humanos. Creo que la trayectoria hasta el presente ha
sido muy positiva. Ahora, en una adecuación a los tiempos, creo que
es necesario profundizar más en ello, dar mensajes aún más claros
para poder implicar más a la sociedad española en todo lo que
supone la estrategia de desarrollo.
4. ¿Cree que los españoles entienden
ya la cooperación con los países en desarrollo más como una
cuestión de justicia y solidaridad que como un ejercicio de
caridad? ¿Qué papel ha jugado y juega en ello la Convención sobre
los Derechos del Niño?
La labor que han hecho algunas organizaciones humanitarias,
entre ellas el Comité Español, en cuanto a sensibilización y
educación para el desarrollo en España ha hecho que la ciudadanía
empiece a entender el trabajo de cooperación bajo un enfoque de
derechos. Pero aún queda mucho trabajo por realizar. La Convención
es, por supuesto, una herramienta fundamental para estos
cambios.
5. La presencia de UNICEF-Comité
Español en distintas redes de participación, como coordinadoras de
ONG y plataformas, demuestra la importancia del trabajo en red para
la consecución de los objetivos de UNICEF ¿Cómo valora este trabajo
conjunto entre las muchas ONG existentes en España?
UNICEF no entiende un trabajo individual ni de competencia. La
esencia de nuestra labor está basada en la alianza y en trabajar
desde los distintos sectores para lograr objetivos que de otra
manera serían inalcanzables. UNICEF ejerce como paraguas de
distintas actividades llevadas a cabo por distintas organizaciones.
Un programa en el terreno de UNICEF siempre se desarrolla junto con
la Universidad, con otras ONG, con la comunidad local, con el
Ministerio y con otras agencias de Naciones Unidas. Se ha hecho un
gran esfuerzo entre las ONG en coordinarse y trabajar juntas, pero
aún debería ser todavía mayor y más continuado.
6. Desde hace años, UNICEF-Comité
Español viene contado con la colaboración de las Administraciones
Públicas españolas ¿Cómo cree que deben de seguir siendo las
relaciones del Comité con los diferentes organismos del
Estado?
La labor fundamental de UNICEF es que los Derechos de la
Infancia se conviertan en principios éticos perdurables y en normas
de conducta universales. Ello es lo que nos llevará a la
consecución de un desarrollo sostenible y de un bienestar global.
Este trabajo incluye una permanente colaboración con los organismos
públicos y con el Estado, porque está basado en las leyes, en los
presupuestos, en las prioridades de un Gobierno. Nosotros tenemos
que velar para que ese Gobierno cumpla y se acerque a nuestros
objetivos.
7. Ha viajado varias veces al terreno
en los últimos años como Presidenta del Comité Vasco y
Vicepresidenta del Comité Español. ¿Qué es lo que se verdaderamente
se aprende allí que no puede ser recogido en un
informe?
Al estar allí, uno aprende a reencontrase con
valores que nosotros, en ese avanzar hacia eso que llamamos
progreso, hemos ido perdiendo por el camino; valores humanos puros,
sin maquillajes. En el terreno he encontrado actitudes relacionadas
con el esfuerzo, con la sensibilidad, con la colaboración, que en
nuestra sociedad casi hemos olvidado. Esta es la sensación que
siempre me he traído. Por otro lado, la calidad del trabajo humano
que realiza UNICEF en el terreno es muy difícil de reflejar en un
papel. Ver cómo se profundiza en las personas, cómo se invierte en
el ser humano, es algo que hay que vivirlo.
8. Muchas pequeñas y grandes empresas
colaboran con UNICEF-Comité Español a través de distintas
iniciativas de marketing social. ¿Qué beneficios cree que aportan
estas acciones para conseguir un mundo más justo y
solidario?
La aportación económica de las empresas es,
lógicamente, importantísima para la financiación de los proyectos
de UNICEF. Pero hay otra cosa quizás más importante que es la
alianza que se establece con esas empresas en aras de lograr una
transformación estructural basada en la ética. Esto último es lo
que realmente puede llevar a conseguir un mundo diferente.
9. El voluntariado ha sido y es uno de
los cimientos de UNICEF-Comité Español. ¿piensa fomentarlo? ¿De qué
modo?
El voluntariado, en una sociedad competitiva e
individualista como la nuestra, es un valor fundamental. Desde mi
punto de vista, el voluntariado es un compromiso del ciudadano en
un mundo en el que los Derechos Humanos no se cumplen. En UNICEF
tenemos una riqueza enorme en este sentido, por que somos muchos
voluntarios pero, a la vez, es muy necesaria una labor de
sensibilización y formación continuada para que ese voluntariado
sea lo más efectivo posible.
10. ¿Qué mensaje especial de cara al
futuro les querría enviar a los socios de UNICEF? ¿Y a los niños,
niñas y jóvenes?
A los socios, reiterarles que ellos son, junto con los recursos
humanos del Comité, lo más importante que UNICEF tiene en España.
También, que sepan que su aportación, sea cual sea, se multiplica
con nuestro trabajo y que cuando llega al terreno produce un
impacto enorme, invirtiéndose en las personas de modo muy eficaz.
Por otro lado, a los niños, niñas y jóvenes les diría que luchen
por sus derechos y que no olviden nunca que cada derecho lleva
consigo una responsabilidad.