ATENCIÓN ESPECIAL PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS INFECTADOS CON EL VIH EN LAO

Hoy es el día del examen médico mensual de Aling, de 10 años de edad. Tras examinar las señales vitales de la niña, el doctor anuncia buenas noticias: el tratamiento que recibe Aling parece estar conteniendo al virus VIH que la infecta desde su nacimiento

Atención especial para los niños y
niñas infectados con el VIH en Lao Hoy es el día del examen médico
mensual de Aling, de 10 años de edad. Tras examinar las señales
vitales de la niña, el doctor anuncia buenas noticias: el
tratamiento que recibe Aling parece estar conteniendo al virus VIH
que la infecta desde su nacimiento 

No siempre la salud de Aling ha
sido tan buena. Tanto su padre como su madre murieron de SIDA
cuando la niña era aún pequeña. Durante la mayor parte de su vida
ha vivido con su abuela. En el pasado, Ailing
solía enfermarse con frecuencia. Sin embargo, desde que comenzó a
tomar medicamentos antirretrovirales su estado de salud ha mejorado
notablemente.

«No sabe realmente lo que le
espera», comenta la Sra. Vansy, abuela de Aling. «Sabe que antes se
sentía muy mal y que desde que comenzó a recibir tratamiento de
este doctor se siente mejor. Pero eso es todo lo que sabe».

Aling participa en un grupo de
autoayuda para personas que viven con el VIH o el SIDA en
Vientiane, la capital de Laos. Se trata de un grupo que recibe
apoyo de UNICEF, que también ha colaborado con la organización de
grupos similares en tres provincias del país. Los grupos ofrecen
apoyo social, emocional y económico, además de brindar a los
participantes una vía para contribuir a su propia potenciación.

La prevalencia del VIH y SIDA
continúa siendo baja en la República Democrática Popular Lao, ya
que los cálculos oficiales indican que la tasa es del 0,06%. Sin
embargo, la ubicación geográfica del país, donde se cruzan
diversas rutas de Asia sudoriental
, exponen a Laos al
peligro de una propagación veloz de la enfermedad en caso de que se
produzca un brote de la infección. En épocas recientes se ha
registrado un aumento del número de infecciones entre los
trabajadores y trabajadoras migrantes y sexuales.

Las opciones en materia de
tratamiento han sido hasta ahora limitadas. En 2005 había un solo
hospital en el que ese distribuían medicamentos antirretrovirales,
localizado en la ciudad meridional de Savannakhet.

«El problema principal radica en el
acceso al tratamiento», afirma el Dr. Saykham Phaxayaseng, que
dirige el departamento de atención y tratamiento del SIDA del
Hospital Sethathirad. «En Laos hay muy pocos sitios donde las
personas tienen acceso al tratamiento. De manera que deben recorrer
largas distancias para obtener atención médica».

UNICEF se hace cargo de parte de
los gastos de las personas infectadas con el VIH que tienen que
viajar a Savannakhet para obtener los medicamentos que pueden
salvarles la vida. También brinda apoyo a los programas deeducación basados en los conocimientos para la
vida activa que están orientados tanto a los niños y niñas que van
a la escuela como a los que no asisten a clases. Asimismo, UNICEF
da apoyo a las actividades de educación entre pares dirigidas a los
jóvenes campesinos, que constituyen el sector de la población más
proclive a mudarse a las ciudades más grandes o a cruzar las
fronteras para buscar trabajo.

Para muchos, el aspecto espiritual
tiene tanta importancia como la atención médica. UNICEF apoya una
iniciativa de un grupo de monjes budistas que lleva a cabo sesiones
de meditación y oración para quienes viven con el VIH y el SIDA.
Mediante esas actividades se les ayuda a paliar sus temores y a
confrontar la difamación social debida a su estado de salud. Los
monjes también ayudan a corregir las informaciones erróneas acerca
del enfermedad en la comunidad en general.

«El clero budista en Laos desempeña
un papel muy importante en las comunidades, porque en los templos
se brinda información y se imparten conocimientos sobre el problema
del VIH y el SIDA», comentó Olivia Yambi, Representante de UNICEF
en Laos.

Ahora que reciben suficientetratamiento clínico y apoyo emocional, Aling y
otros afectados por el VIH y el SIDA tienen la esperanza de poder
rechazar los embates de la enfermedad, y de que sus comunidades les
acepten de mejor grado.

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