El tráfico de personas, especialmente mujeres y niños en África Central y Occidental
Lejos de reducirse, el problema del tráfico infantil en África Central y Occidental está creciendo debido a la debilidad de los sistemas judiciales y a la vulnerabilidad de los padres y los niños. La Conferencia Regional sobre el tráfico de personas, especialmente mujeres y niños, que se celebra el 6 y el 7 de julio en Abuja, Nigeria, tiene como objetivos incrementar la cooperación en la lucha contra el tráfico y elaborar un plan de acción para actuar efectivamente contra este problema
En el siglo XXI el tráfico de
personas continúa existiendo, aunque en nuevas formas que privan a
miles de personas de sus derechos fundamentales. Los traficantes
trasladan y explotan a hombres, mujeres y niños como si fueranbienes materiales, maltratándolos, explotándolos
sexual y/o económicamente y traspasándolos a través de las
fronteras, del mismo modo que harían con drogas ilegales o armas.
El problema no es nuevo, ya sea en África o en el mundo. Sus raíces
de encuentran en conductas sociales y culturales históricas de los
países implicados, conjuntamente con el empobrecimiento de las
sociedades.
La emigración no es sinónimo de
tráfico, pero sin embargo existe un conjunto de factores
esencialmente económicos que pueden transformar la emigración en
tráfico. La explotación existe independientemente del tráfico. La
diferencia respecto a la explotación y a laemigración se encuentra en el modo en el que la
persona es captada y las condiciones bajo las que posteriormente
trabaja. Es la combinación de captación, transporte y explotación
final a los que se somete a la víctima lo que hace del tráfico un
problema distinto.
El tráfico es un problema que
afecta a los derechos humanos en tanto en que hay una violación de
la dignidad y de la integridad de la persona, de su libertad de
movimiento e incluso en ocasiones, de su derecho a la vida. Es
desde esta perspectiva donde el protocolo adicional de la
Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional para prevenir, reprimir y sancionar la trata de
personas, especialmente mujeres y niños, conocido comoprotocolo de Palermo, da una definición del
tráfico y enfatiza el establecimiento de medidas legislativas y
punitivas. El artículo 3a del protocolo define el tráfico de
personas como:
“la captación, el transporte, el
traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la
amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto,
al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de
vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios
para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad
sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá,
como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas
de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre
o la extracción de órganos. ”
Causas del tráfico en África Central y Occidental
Las causas que originan el tráfico
en África Central y Occidental son complejas, y a menudo están
interrelacionadas. Si los informes sobre el tráfico de seres
humanos muestran repetidamente la pobreza como la causa más
visible, un análisis profundo demuestra que los siguientes factores
son también “elementos de presión”, a menudo
exacerbados en África central y occidental por situaciones de
inestabilidad o conflicto:
- Tradiciones y valores
culturales. - Discriminación de género.
- Cambios sociales que alteran los
patrones migratorios y las necesidades de trabajo. - La evolución de las familias
africanas, inducida por la rápida urbanización y marcada por una
alteración de las formas extendidas y comunitarias de
solidaridad.
En una región en la que el tráfico
se encuentra a menudo dirigido por una demanda muy diversa, es
esencial no descuidar la dimensión de los “factores de presión”. De
acuerdo con un informe difundido en 2004 por el centro de Estudios
Innocenti, “El tráfico de seres humanos, especialmente mujeres y
niños, en África”, hay cinco áreas que merecen una atención
especial:
- La explotación sexual.
- Otras formas de explotación
económica (el trabajo doméstico y el trabajo en la agricultura
comercial y en las plantaciones). - Las prácticas tradicionales.
- La adopción
- Los conflictos (reclutamiento de
niños y niñas para la participación el las hostilidades y
actividades relacionadas).
El tráfico es un proceso dinámico y
las vías empleadas pueden cambiar rápidamente de acuerdo con el
contexto político, económico y legal. Hoy en día no hay ningún país
en la región que no afronte el tráfico de personas, particularmente
el de mujeres y niños. Pero del mismo modo, ningún país puede decir
exactamente cuantas víctimas del tráfico hay, porque no se emplean
métodos de recogida de datos estadísticos para determinar la
dimensión del problema.
Cada vez hay más informes y
encuestas nacionales sobre el problema del tráfico en África
Central y Occidental. Ofrecen un mejor conocimiento de la
configuración de este problema complejo en el que todos los
factores interactúan. Sin embargo, no hay datos
absolutos sobre el tráfico de niños y niñas. La
Organización Mundial del Trabajo (OIT) estima una cifra aproximada
de 1,2 víctimas del tráfico infantil, de las que el 32% son
africanas. Lejos de reducirse, el problema del tráfico infantil en
África Central y Occidental está creciendo debido a la debilidad de
los sitemas judiciales y a la vulnerabilidad de los padres y los
niños.
Instrumentos para luchar contra el tráfico
El primer signo de compromiso
político con un tratado internacional es la ratificación. La firma
y posterior ratificación de un convenio inicia el proceso de
revisión legislativa en un país, para que sus leyes y su sistema
judicial se modifiquen efectivamente para cumplir con el tratado.
En África Central y Occidental sólo 8 países han completado el
proceso de ratificación.
En los últimos cuatro o cinco años,
se han realizado algunos progresos en forma de declaraciones contra
el tráfico de personas, como la adoptada en Dakar en 2001. Aunque
las declaraciones muestran un cierto deseo de avanzar políticamente
en la lucha contra este problema, no suponen una obligación
jurídica de cumplimiento por parte de los países que las suscriben.
La Comunidad Económica de Estados Africanos Occidentales está
multiplicando sus esfuerzos para que sus Estados miembros prioricen
la armonización de las legislaciones nacionales, de forma que las
buenas intenciones anunciadas por los gobiernos se transformen en
acciones efectivas para luchar contra el tráfico.
Acción de UNICEF
Para ayudar a los países a tratar
el tema del tráfico infantil, UNICEF y sus aliados elaboraron en
2005 el documento “Guías para la protección de los derechos de los
niños y niñas víctimas del tráfico”. Este documento propone una
serie de buenas prácticas respecto a la protección y asistencia de
las víctimas infantiles del tráfico: desde el paso inicial de
identificación hasta la integración y recuperación del menor. El
objetivo es proporcionar guías de actuación sobre el desarrollo de
procedimientos de protección a gobiernos, organismos
internacionales y ONG