La historia de Habiba: Los peligros del matrimonio adolescente en Níger

Habiba, de 17 años de edad, reside en una pequeña aldea en la región de Tibiri, en el Níger meridional. La joven, que contrajo matrimonio hace tres años, es víctima desde entonces de una situación trágica que ilustra algunos de los peligros que entraña el matrimonio adolescente

«Fui entregada en matrimonio al
cumplir los 14 años», dice Habiba. «Por entonces mi salud era buena
. Un año después del casamiento, quedé embarazada. Tras dos días de
trabajo de parto me internaron en un hospital regional donde me
practicaron una cesárea, y fue entonces cuando sufrí unafístula«.

Debido a que la intervención
cesárea no se realizó de manera correcta, Habiba sufrió grave daño
en su pequeño útero, lo que dio lugar a una fístula, que es una
lesión que causa la filtración constante de orina y material fecal
a la vagina. Debido a esa fístula, Habiba padece de incontinencia
urinaria crónica y dolores constantes. Su hijo murió pocas horas
después de haber nacido.

Sin embargo, la tragedia de Habiba
no terminó allí. Tras el terrible alumbramiento, su esposo la
abandonó y los pobladores de la aldea larepudiaron. Actualmente, Habiba vive con su madre.
Excluida y humillada, la joven no se atreve a abandonar la
vivienda, ni siquiera para ir a buscar agua.

Altas tasas de matrimonio adolescente

Zeinabou Mahaman, la madre de
Habiba, de 45 años de edad, cuenta que en algunas ocasiones su hija
se despierta durante la noche debido al dolor.
Agrega que Habiba pasa mucho tiempo lavándose para calmar sus
dolores, para refrescarse debido al intenso calor y para eliminar
los malos olores.

El caso de Habiba no es infrecuente
en Níger, el país que tiene la tasa más elevada de matrimonio
adolescente del mundo y donde, como promedio, cada mujer tiene
siete hijos. La mitad de las niñas ya están casadas al llegar a los
15 años, y de ellas, la mayoría comienza a tener hijos en los dos
años siguientes al matrimonio.

Lamentablemente, las adolescentes
que quedan embarazadas a una edad tan temprana corren más riesgo de
sufrir fístulas obstétricas.

UNICEF lleva a cabo esfuerzos
conjuntos con el Gobierno del Níger, así como con los dirigentes
comunitarios tradicionales y religiosos con el propósito de que se
eleve a 18 años la edad mínima de matrimonio para las niñas y que
se les brinde acceso a la atención de la salud y la educación. Este
último aspecto reviste importancia fundamental debido a que el
matrimonio adolescente es uno de los obstáculos más importantes que
impiden la educación de las niñas. Una vez que
contraen matrimonio, las niñas suelen abandonar la escuela.

Campaña de concienciación

A pocos metros de la casa de Habiba
vive Soueba, de 14 años.

Su madre, Hadiza Saidou, de 47
años, explica que Soueba había sido prometida en matrimonio pero
que su padre demoró la boda después de enterarse de los peligros
del matrimonio adolescente y de la fístula de Habiba durante una
campaña de concienciación que se llevó a cabo en la aldea.

La madre de Soueba contrajo
matrimonio muy joven y tuvo siete hijos e hijas.
Hadiza afirma que siempre se opuso a que su hija se casara tan
joven.

«Me opuse firmemente», explica.
«Una de mis hermanas quedó discapacitada de por vida como resultado
de un embarazo complicado por haberse casado muy joven».

Soueba dice que sintió un gran
alivio cuando su padre cambió de opinión con respecto a su
casamiento. «Me siento muy conmovida y feliz por haber podido
salvarme de ese matrimonio», explica. «La situación de mi vecina y
las consecuencias horribles de su matrimonio explican por qué me
siento así. ¡Dios me salvó».

«Sueño con
curarme»

Habiba, por su parte, sueña con
reanudar una vida normal.

«Sueño con curarme», dice. «No
tengo contacto con nadie porque todos expresan surepugnancia por la manera en que huelo. Por eso
anhelo curarme».

UNICEF y sus aliados -entre ellos
la ONG Solidarité y el Fondo de Población de las Naciones Unidas-
brindan su apoyo para que las niñas como Habiba puedan ser
sometidas a cirugía correctiva. UNICEF también ayuda a las niñas y
mujeres a reintegrarse en sus comunidades.

Por ahora, la madre de Habiba reza
por su hija, que será operada en los próximos meses.

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