Millones de niños y niñas en el sur de Asia al borde de una crisis sanitaria
Millones de niños y niñas del sur de Asia se enfrentan a una inminente crisis sanitaria provocada por las lluvias monzónicas que han dejado a muchos de ellos atrapados por las aguas y en necesidad urgente de agua potable, de alimentos y de refugio.
“Pueblos enteros están a sólo unos
días de enfrentarse a una crisis sanitaria si no se llega a estas
personas inmediatamente,” dijo el Dr. Marzio Babilla, jefe de salud
de UNICEF en India. “Muchas de las áreas afectadas son los hogares
de comunidades pobres que sufren la falta de saneamiento e
higiene durante todo el año. Las aguas estancadas que han
dejado las inundaciones son un foco de infección letal, de
diarrea y enfermedades causadas por el agua con el
potencial de llegar a convertirse en epidemia; infecciones de la
piel y otras amenazas a la salud pública tales como la malaria, la
leptospirosis y la fiebre del dengue. Los niños y niñas, que
representan un 40 por ciento de la población del sur de Asia, son
particularmente susceptibles.”
Una semana después del inicio de lo
que se describe como las peores inundaciones monzónicas de las
últimas décadas, Bangladesh, India y Nepalintentan recuperarse de las inundaciones que han afectado a unos 30
millones de personas, en su mayoría mujeres y niños. A pesar de que
las inundaciones anuales son normales en todo el sur de Asia, este
año los monzones han sido de una magnitud e intensidad
alarmantes.
Las operaciones de ayuda
humanitaria han sufrido dificultades para alcanzar a las
comunidades y pueblos remotos, la mayoría son accesibles sólo a
través de lanchas o de suministro aéreo.
Miles de casas, escuelas,
hospitales han sido dañados o han desaparecido – al igual que ha
ocurrido con caminos e infraestructuras vitales. Las fuentes de
agua en las zonas afectadas están contaminadas o todavía sumergidas
y la gente depende del agua sucia en la superficie para satisfacer
sus necesidades básicas.
Sólo en India, el
principal país afectado, hay ya casi 20 millones de
personas afectadas por las inundaciones en Assan, Bihar y
Uttar Pradesh.
Huyendo de la crecida de las aguas,
cientos de miles de personas han acampado en las zonas elevadas de
autopistas, ferrocarriles y tejados. UNICEF está trasladando
equipos médicos por tierra y barco para inmunizar a los niños y
niñas del sarampión; no obstante la principal preocupación es hacer
llegar agua potable a todos los desplazados por las inundaciones,
dada la magnitud de afectados. Es necesario suministrar alimentos
desde el aire dada la magnitud del problema y la dispersión de las
comunidades desplazadas en las poblaciones inundadas.
Incluso en aquellas zonas en las
que ya no llueve con intensidad, como en el norte de Bihar, el agua
estancada supone una seria amenaza y puede causar enfermedades a 11
millones de personas, entre las que se incluyen 1,5 millones de
niños y niñas de menos de 5 años. En Bihar se estima que 2 millones
de personas, 300.000 de ellas niños, han sido desplazadas de sus
hogares debido a las inundaciones.
Uttar Pradesh también se ha visto
gravemente afectado, y de las 2.634 poblaciones inundadas, 1.340
están completamente aisladas. Las áreas inundadas de Asma todavía
tienen agua estancada, por lo que sus habitantes están expuestos a
contraer diarrea y otras enfermedades causadas por el agua. La alta
concentración de personas en los campamentos y refugios también ha
elevado el riesgo de epidemias de sarampión.
UNICEF está distribuyendo sábanas
de lona, soluciones de rehidratación oral, tabletas para purificar
el agua, kits de emergencia médica y otros suministros, pero las
necesidades van a ser a largo plazo. Muchos miles de personas
pueden estar sin hogar durante semanas.
En Bangladesh las
inundaciones llevan ya dos semanas, con 8 millones de afectados y
la situación con un potencial de ir empeorando rápidamente en los
próximos días. 26 ríos, especialmente en y alrededor de la capital,
Dhaka, están a punto de desbordarse, con corrientes en dirección
sur hacia las áreas centrales que están a nivel del mar. Unas 1,2
millones de hectáreas de cultivo han sido dañadas. La diarrea, el
cólera y las enfermedades de la piel que se están propagando son
algunas de las principales preocupaciones de UNICEF. Cientos de
miles de personas están viviendo en albergues o en carreteras
elevadas.
La respuesta de UNICEF incluye la
provisión de barritas energéticas para los niños y las madres de
lactantes o embarazadas; medicamentos esenciales; lonas y kits
familiares (utensilios, ropa) para ayudar a las personas
desplazadas de sus hogares. Las provisiones pre-colocadas tras las
inundaciones de 2004 serán utilizadas para atender las necesidades
de agua y saneamiento.
Las inundaciones enNepal hasta el momento han afectado a más de
300.000 personas en su mayoría en zonas rurales del Terai, a lo
largo de la frontera sur con India. De acuerdo a las cifras
oficiales desde el comienzo de las lluvias torrenciales hace más de
dos semanas, 95 personas han muerto en 33 distritos (casi la mitad
del país) afectado por riadas y corrimientos de tierras.
Mientras que los niveles de agua
han bajado en algunos distritos, la entrega de la ayuda humanitaria
vital es difícil por motivos de seguridad, (particularmente en la
zona este del Terai), al igual que por el daño sufrido en las rutas
de acceso y la infraestructura – creando un reto mayor, para el
gobierno y los trabajadores, para asegurar que están llegando a los
más vulnerables. Alimentos, agua potable y un refugio temporal son
necesidades imperantes. Hay informes cada vez más frecuentes de
brotes de enfermedades causadas por el agua, fiebre viral e
infecciones de la piel.
UNICEF ha distribuido sales de
rehidratación oral, lonas, cubos, mantas, kits de higiene y
suministros para purificar agua para unas 60.000 personas durante
las dos últimas semanas en las áreas afectadas por las inundaciones
y los deslizamientos de tierra.