Estado Mundial de la Infancia 2008: Supervivencia Infantil

Se pueden salvar las vidas de muchos de los 27.000 niños y niñas menores de 5 años que mueren cada día en el mundo. Aunque los últimos datos revelan un descenso en la tasa de mortalidad de menores de cinco años, el Estado Mundial de la Infancia 2008 va más allá de las cifras para sugerir medidas e iniciativas que podrían generar mayores progresos. El informe hace hincapié en una serie de estrategias que pueden contribuir a reducir el número de niños y niñas que mueren antes de cumplir cinco años

El informe sobre el Estado Mundial
de la Infancia 2008 de UNICEF comienza con una pregunta:
«¿Cuánto vale una vida?«, una pregunta a que en la
práctica no parece fácil dar respuesta, en vista de los casi10 millones de muertes infantiles que sufre el
mundo anualmente. La última edición de este informe anual de UNICEF
está orientado a analizar la situación de los avances en
supervivencia infantil en el mundo y analiza los progresos
realizados para reducir las cifras de mortalidad infantil, que más
allá de la estadística suponen la pérdida de millones de vidas
humanas cada año.

“El informe describe las
repercusiones de una serie de medidas simples y asequibles
para salvar vidas
, como la lactancia materna exclusiva, la
inmunización, las mosquiteras tratadas con insecticida y la
administración de suplementos de vitamina A. Todas estas medidas
han contribuido a reducir las muertes infantiles en los últimos
años”, afirma la Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman.

Iniciativas y políticas que salvan vidas

La publicación ofrece algunos ejemplos de iniciativas que han dado
resultados, entre las que destacan:

  • la Iniciativa Acelerada para la Supervivencia y el Desarrollo de la
    Infancia, que proporciona atención primaria
    integrada
    a hogares pobres de África subsahariana
  • la Iniciativa relativa al Sarampión, una campaña
    mundial que desde 2000 ha contribuido a reducir las muertes
    causadas por el sarampión en un 68% en todo el mundo, y en un 90%
    en África.

Junto a estas iniciativas dedicadas
a enfermedades específicas, son necesarias las inversiones
destinadas a reforzar los sistemas nacionales de salud. El objetivo
es establecer una atención continuada para madres, recién
nacidos y niños y niñas de corta edad
, incluyendo el
hogar, el centro de salud, el hospital de distrito y otras esferas
superiores. En este sentido son fundamentales las comunidades
locales, que generan la demanda necesaria para promover una
atención de la salud de calidad. El compromiso con el enfoque
comunitario es fundamental para llegar a las poblaciones más
marginadas y remotas.

“La supervivencia infantil no es
solamente un imperativo de derechos humanos, es también un
imperativo en materia de desarrollo”, afirma Joy Phumaphi,
Vicepresidenta de la Red de Desarrollo Humano del Banco Mundial.
“Invertir en la salud de los niños y de sus madres es una atinada
decisión económica y una de las maneras más seguras que tiene un
país para marcar el rumbo hacia un futuro mejor”.

La mortalidad infantil en el mundo: una tragedia cercana y
evitable

El informe ha contado
con aportaciones de expertos en salud infantil, representantes
gubernamentales y personas directamente involucradas en la
financiación de proyectos de supervivencia infantil, comoPaul Farmer, Jim Yong Kim,Elisabeth N. Mataka o la co-presidenta de la
Fundación Gates, Melinda French Gates, quien
enfatiza las similitudes entre todas las mujeres que en el mundo
afrontan el reto de la supervivencia de sus hijos: «Si yo fuera una
mujer embarazada de Bangladesh, querría que un profesional
sanitario bien preparado me ayudara a dar a luz sin complicaciones.
Si fuese una joven madre de la India, querría que se me informara
que la lactancia es preferible a los alimentos preparados porque
constituye el mejor medio de proteger a mi bebé contra el
cólera».

Causas inmediatas de las muertes infantiles
 
  • Casi el 40% de todas las defunciones de menores de cinco años
    ocurren durante el período neonatal, o sea, el
    primer mes de vida.
  • Alrededor del 26% de estas muertes neonatales (que son el 10% de
    todas las defunciones de niños menores de cinco años) son
    producidas por infecciones graves.
  • Una proporción significativa de esas infecciones son originadas por
    la neumonía y la sepsis (una grave infección
    bacteriana transmitida por la sangre que se trata con
    antibióticos).
  • Cerca de 2 millones de niños menores de cinco años mueren
    anualmente de neumonía (más o menos uno de cada
    cinco fallecimientos a escala mundial), y hasta 1 millón más mueren
    por infecciones graves, incluida la neumonía, durante el período
    neonatal.
  • A pesar de los progresos realizados desde 1980, lasenfermedades diarreicas ocasionan el 17% de las
    muertes de menores de cinco años.
  • El paludismo, el sarampión y el SIDA, en conjunto,
    son responsables del 15% de las defunciones infantiles.
 

 

Más allá de sus
repercusiones individuales, muchas enfermedades y problemas de
salud interactúan, elevando las tasas de mortalidad. Ladesnutrición contribuye hasta al 50% de las
muertes infantiles. El agua insalubre, lahigiene deficiente y las condiciones inadecuadas
de saneamiento no solo explican la alta incidencia
de las enfermedades diarreicas, sino que contribuyen de manera
importante a la mortalidad de los niños menores de cinco años por
neumonía, complicaciones neonatales y desnutrición. La mayoría de
estas causas de mortalidad son evitables.

 
En camino hacia el objetivo de reducir la mortalidad
infantil

En su conjunto, la mitad de las regiones del mundoestán camino de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del
Milenio 4
(ODM4)y reducir los índices de mortalidad
infantil en dos terceras partes entre 1990 y 2015. Esto es sin duda
un panorama sin precedentes, reflejo de los avances logrados en
materia de salud materna e infantil durante el siglo pasado, así
como del compromiso asumido por los donantes y los gobiernos
nacionales de unirse para garantizar que los niños y niñas puedan
crecer y avanzar.

Los datos indican que los medios se
hallan a nuestro alcance y que es posible reducir aún más la
mortalidad infantil en el mundo hasta lograr el ODM4. Como resume
el informe: «Lo que hace falta ahora es voluntad y
acción
. Pues no hay cometido más noble ni recompensa más
gratificante que salvar la vida de un niño».

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