Chad: miles de personas huyen de la violencia generalizada
Mientras persiste la incertidumbre acerca de la situación, UNICEF y las Naciones Unidas han enviado equipos de evaluación a las zonas fronterizas del Chad con el Camerún y Nigeria, donde han buscado refugio miles de personas que huyeron de los combates en N’Djamena
Según Dimitri Papathanassiou,
Representante Adjunto de UNICEF en el Chad, el intenso
ataque que lanzaron los rebeldes contra la ciudad durante
el fin de semana dejó un saldo muy elevado de bajas civiles.
«En las calles de la capital
todavía se ven muchos cuerpos de víctimas. Y muchos edificios han
sufrido daños», dijo el funcionario.
Las mujeres y los niños en peligro
La oficina de UNICEF en el Chad
evacuó a todo su personal con la excepción de un equipo mínimo, y
las instalaciones del organismo han sido ocupadas por soldados. El
Sr. Papathanassiou explicó que pasarán varios días antes de que se
pueda evaluar el grado de peligro que corren las
mujeres, los niños y niñas.
«Hay muchos menores en las calles.
Estamos muy preocupados y no sabemos en qué situación se
encuentran», dijo el Sr. Papathanassiou. «Entre 4.000 y
5.000 personas han huido al Camerún y se supone que muchos
más escaparán cuando disminuya la intensidad de los combates».
El Chad alberga a un gran número de
refugiados de Darfur. Además, en el país existen varios campamentos
de desplazados locales. UNICEF siente gran preocupación por las
posibles consecuencias que tendrá este conflicto para esas
personas.
«La situación es muy
confusa», comentó Martin Dawes, Asesor de comunicación
regional de UNICEF para África Occidental y Central.
Relativamente estable
«Por ahora, la región oriental
parece relativamente estable, aunque, debido a la ausencia de
observadores internacionales y apoyo exterior, se puede pensar que
la situación podría deteriorarse rápidamente y que
los pobladores de los campamentos podrían correr peligro», añadió
el Sr. Dawes.
Además de la crisis actual, el Chad
tiene problemas crónicos graves, como una
infraestructura deficiente y bajas tasas de supervivencia
infantil.
«No queremos que la situación se
deteriore aun más», continuó diciendo el Sr. Dawes. «Cuanto más
tiempo se prolonguen los enfrentamientos, más tiempo demorarán los
trabajadores de socorro internacionales en llegar hasta los sitios
donde se necesita su ayuda, y más peligro correrán los niños y
niñas. Por ahora debemos vigilar la situación para
ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Pero esta situación no
puede prolongarse por mucho tiempo».