Mejorando la educación de las niñas en Guinea-Bissau
Los programas que rehabilitación y capacitación ofrecen a las niñas en Guinea-Bissau la posibilidad de recibir una educación mejor. UNICEF ayuda a que la comunidad comprenda que la educación básica es un derecho de todos los niños en edad escolar, especialmente las niñas. El fruto de esos esfuerzos es que las niñas como Mariama puedan disfrutar de una vida mejor y una experiencia más plena y rica en la edad adulta
Al igual que otras muchas niñas de
Guinea-Bissau, Mariama Sambu, de 10 años de edad,
está constantemente ocupada. Todos los días se levanta a las seis
de la mañana para ayudar con las tareas
domésticas, lo que no es nada fácil, ya que comparte su
pequeña vivienda con 18 personas más. La familia de Mariama vive en
una de las viviendas de ladrillos de adobe, piso de tierra y techo
de metal, tan comunes en este país, que es uno de los cinco más
pobres del mundo.
La casa carece de
electricidad y agua corriente, de manera que todas las
mañanas Mariama debe recoger agua de un pozo cerca de su hogar.
Este pozo se instaló con ayuda de UNICEF. Cuando aún no existía ese
pozo, la niña debía recorrer dos kilómetros para obtener agua, lo
que le dejaba muy poco tiempo para sus tareas escolares.
Ahora, en cambio, Mariama llega a
la escuela bien preparada y ansiosa por estudiar.
Mariama se ha convertido rápidamente en una de las mejores alumnas
de la aldea, y es muy posible que cuando termine el ciclo primario
continúe sus estudios. «Quiero ser maestra y ayudar a mi madre y a
mi padre», dice Mariama. «De esa manera, nuestra vida sería más
fácil».
La capacitación docente enriquece vidas
UNICEF ayuda a que las niñas como
Mariama tengan un desempeño escolar destacado mediante la
capacitación de los docentes. Históricamente, un número muy
reducido de maestros y maestras han recibido capacitación
estructurada en Guinea-Bissau. La mayor parte de la
población de esta zona rural depende de la agricultura y la pesca
para su subsistencia.
Mossa Kieta, el director de la
escuela de Mariama, dice que los maestros se enfrentan diariamente
a obstáculos extremadamente difíciles.
«El principal obstáculo es el
lenguaje, porque los estudiantes hablan idiomas diferentes. En la
escuela deben aprender portugués, ya que ése es
nuestro idioma oficial», explica el Sr. Kieta, quien trabaja en la
escuela desde hace 14 años. «Es una situación compleja, pero con la
capacitación que están recibiendo, los maestros han comenzado a
resolver el problema».
Una diferencia visible
El Sr. Kieta agrega que desde que
UNICEF comenzó a brindar capacitación a los maestros en 2006, él ha
notado una enorme diferencia.
«Ahora los alumnos aprenden
de manera más eficiente«, explica con una sonrisa. «Lo que
me hace sentir más orgulloso es que nuestros estudiantes comprenden
completamente los materiales de estudio y pueden aplicar lo que
aprendieron en sus vidas».
Desde hace aproximadamente un año,
UNICEF brinda apoyo a las labores de rehabilitación de 55 escuelas
rurales a las que asisten unos 12.000 alumnos.Parte de la ayuda consiste en el suministro de materiales
escolares, pupitres e instalaciones sanitarias.
UNICEF ayuda a que la comunidad
comprenda que la educación básica es un derecho de todos los niños
en edad escolar, especialmente las niñas. El fruto de esos
esfuerzos es que las niñas como Mariama puedan disfrutar de una
vida mejor y una experiencia más plena y rica en la edad
adulta.