Devolver la normalidad a los supervivientes más jóvenes del Nargis

Los niños y niñas que han perdido sus hogares y sus escuelas a causa del ciclón Nargis en Myanmar han perdido también la protección que les ofrecía el seguir una rutina de juego y estudio en lugares seguros. Para evitar que el trauma provocado por la tragedia se prolongue, UNICEF está gestionando sitios seguros donde los niños puedan jugar y aprender

“Corrimos hacia tierras más altas cuando el agua empezó a
crecer”, explica Kaung Myat, de 12 años, en
pie sobre lo que antes era la cabaña de bambú de su familia, en la
localidad de Gyo Phyu, en el municipio de Kungyangón, que forma
parte de la división de Yangón, una de las más afectadas por la
catástrofe.

La familia de Kaung Myat ha perdido todo lo que tenían a
consecuencia del ciclón y él está confuso sobre su situación
actual. Afortunadamente, tanto él como su hermano tienen un nuevo
lugar donde vivir, pero su gran preocupación es cuándo podrán
volver al colegio. Volver a clase significaría para ellos el haber
recuperado parte de la normalidad en sus vidas. UNICEF comparte la
preocupación de estos dos niños. El nuevo trimestre escolar empieza
el 1 de junio, pero un 90% de las escuelas de la
región han quedado destruidas, por lo que los desafíos logísticos
son enormes.

Un lugar seguro para la infancia

El Responsable Internacional de Educación de UNICEF,Cream Wright, afirma que los niños y niñas
afectados por el ciclón deben disponer tan pronto como sea posible
de espacios seguros para que puedan recibir apoyo psicosocial que
alivie el trauma que puedan haber sufrido. Además estos lugares
seguros pueden servir para reanudar la educación mientras se
reconstruyen las escuelas.

“Lo importante de la educación es que es lo primero que consigue
que los niños y niñas recuperen un sentido de la normalidad”,
indica el Dr. Wright. “La educación lo logra al poner a los niños
en una situación en la que se encuentran seguros. La prioridad no
es tanto el proceso de enseñanza y aprendizaje como la creación de
un entorno seguro para la infancia”.

UNICEF dispone de materiales de construcción en sus almacenes de
Myanmar con los que reparar las escuelas menos dañadas. Allí donde
los edificios escolares han sido totalmente destruidos, UNICEF está
estableciendo espacios de aprendizaje seguros.

Información y educación

UNICEF espera poder distribuir radios como parte de los
suministros de ayuda de emergencia. De este modo, incluso si las
condiciones no permiten que reciban clase todo el tiempo, al menos
pueden escuchar información.

“Esta es una herramienta muy poderosa tanto para educar como
para informar”, afirma el Dr, Wright. “Comenzando con el juego y
avanzando poco a poco hacia clases más formalizadas, podemos
incluso re-abrir escuelas mientras creamos espacios seguros. Así
los padres sienten que algo está volviendo a la normalidad en las
vidas de sus hijos”.

Escuelas en una mochila

La escuela a la que iban Kaung y Aung es una de las cerca de
3.000 escuelas gravemente dañadas por el ciclón y las inundaciones.
La educación de aproximadamente 500.000 escolares ha
quedado interrumpida
. En respuesta a esta situación, la
oficina de UNICEF en Myanmar ha solicitado grandes cantidades de
“escuelas en una mochila”. Estos equipos son una versión más ligera
de la “escuela en una maleta” que UNICEF distribuye para garantizar
la educación en emergencias. La mochila incluye equipamiento básico
de educación y juego y ha sido utilizada con éxito en emergencias
anteriores.

UNICEF continúa enviando suministros de emergencia a Myanmar,
incluyendo botiquines, glucosa, mascarillas y guantes, desde su
almacén central en Copenhague. Al mismo tiempo, UNICEF está
haciendo llegar por avión equipos familiares desde Dubai, mientras
el personal en Bangkok está preparando las “escuelas en una
mochila
” que ayudarán a los niños a retomar su educación
cuanto antes. El Gobierno de Myanmar y la Cruz Roja de Myanmar
distribuirán estos suministros con el apoyo de UNICEF

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