La educación es la llave para evitar la explotación laboral infantil
El Día Mundial contra el trabajo infantil 2008 centra su atención en la capacidad que tiene la educación para sacar a los niños y niñas del mercado laboral, concretamente de aquellos trabajos que pueden suponer un riesgo para su salud y su desarrollo. Se estima que en el mundo hay 158 millones de menores de 15 años que se encuentran atrapados en el trabajo infantil
La mayoría de los niños y niñas explotados laboralmente no
tienen apenas posibilidades de acceder a una educación que les
permita romper el ciclo de pobreza y analfabetismo que limita sus
posibilidades de futuro.
Más de 100 millones de niños y niñas, cerca el 70% de todos los
trabajadores infantiles, trabajan en la agricultura en áreas
rurales donde el acceso a las escuelas, la disponibilidad de
profesores capacitados y los recursos educativos son muy escasos.
Incluso en las áreas urbanas, los niños que viven en la pobreza y
en ambientes de marginación no cuentan con la posibilidad de
beneficiarse del acceso a la escuela, debido a los costes, la
exclusión social y barreras culturales.
El género determina dramáticamente las posibilidades de
educación de la infancia. En Latinoamérica el 90% de los menores
empleados en tareas domésticas son niñas. En África subsahariana,
donde 1 de cada 3 niños y niñas trabajan, sólo un 59% de las niñas
asisten a la escuela.
La educación como arma contra el trabajo infantil
La educación es la mejor arma en la lucha global contra la
explotación laboral infantil y el número de niños y niñas que no
van a la escuela ha caído de los 115 millones de 2002 a 93 millones
en 2005-2006.
Parte de este éxito proviene de nuevas iniciativas que reducen
el coste de la escolaridad, haciéndola más accesible. Entre ellas
se incluye la Iniciativa para la Abolición de las Tasas Escolares,
lanzada por UNICEF y el Banco Mundial en 2005 para apoyar a los
países en la implementación de políticas de abolición de las tasas
escolares.
Además ha habido un 5% de incremento en la matriculación y
permanencia de escolares en 11 países de África Occidental, debido
a la distribución de equipamiento básico para las escuelas. Esto ha
supuesto que muchas familias no hayan necesitado buscar dinero para
comprar el equipamiento escolar de sus hijos, haciendo que las
familias pobres tengan más posibilidades de enviar a sus hijos a la
escuela.
En Afganistán, el desarrollo de una iniciativa de Escuelas
Basadas en la Comunidad ha logrado la construcción de 3.000
escuelas en localidades remotas para 140.000 niños y niñas.
Se necesitan más avances
Pero la existencia de más de 150 millones de niños y niñas que
están trabajando en lugar de ir a la escuela indica que los
gobiernos y la comunidad internacional pueden hacer más para
devolverlos a las escuelas. Esto incluye:
Asegurar
educación gratuita para todos los niños y niñas al menos hasta la
edad laboral mínima Proveer programas de educación flexibles y adecuadamente
dotados de recursos para los niños trabajadores y para otros grupos
excluidos, que permitan a niños y niñas acceder a una educación
aunque estén trabajando. Proveer una educación de calidad y adaptada a las
necesidades de los niños y la participación de profesores
capacitados y dotados de recursos.
A través de estas iniciativas, la educación puede ponerse a
disposición de más niños y niñas, dándoles una vía para escapar de
trabajos a menudo peligrosos y dando a las familias esperanzas para
un futuro mejor.