El saneamiento: un derecho escondido
El mundo está realizando progresos visibles en la mejora al acceso al agua potable. Sin embargo, el acceso al saneamiento y la higiene continúa siendo deficiente en muchos lugares del mundo. De acuerdo con un reciente informe de UNICEF y la OMS 1.200 millones de personas carecen de saneamiento adecuado cada día. Solucionar este problema, que mina la salud y la dignidad de millones de personas, es posible y existen medios, pero no puede lograrse si sigue dando vergüenza hablar de ello
Decir que «1.200 millones de personas hacen sus necesidades al
aire libre» puede parecer una falta de seriedad, e incluso de
educación. Pero cuando este dato refleja una realidad tan grave
como que esta es la práctica relacionada con la higiene más
peligrosa que existe y que estas personas no tienen otra
alternativa, ya no es posible hacer chistes sobre un tema que
vulnera derechos tan fundamentales como la salud, la supervivencia
y la dignidad.
La escasez o malas condiciones de los sistemas de saneamiento,
alcantarillado y tratamiento de aguas fecales es una seria amenaza
para la supervivencia infantil de la que sólo se habla mediante
eufemismos, si se habla de ella. El saneamiento deficiente está
directamente relacionado a las enfermedades diarréicas que cada año
acaban con las vidas de millones de menores de 5 años, siendo una
de las principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo.
Un entorno con unas condiciones higiénicas adecuadas no es posible
cuando existe contaminación por residuos fecales, incluso si
provienen de una mínima parte de la población.
Pero se ha avanzado en los últimos años: cada vez más gente
tiene acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas, esto es, a
servicios que aseguran que las aguas fecales son tratadas de modo
que se evita que contaminen alimentos y fuentes de agua.
Una aproximación innovadora a las cifras
El informe conjunto de UNICEF y la Organización Mundial de la
Salud (OMS), titulado «Progresos en agua potable y saneamiento: un
enfoque en saneamiento» se ha lanzado ahora, a medio camino del Año
Internacional del Saneamiento (2008). El informe valora, por
primera vez en la historia, los progresos mundiales, regionales y
por países, empleando un innovador concepto «de escala». Esto
permite mostrar las prácticas de saneamiento con un mayor detalle,
permitiendo a los expertos destacar las tendencias en el uso de
instalaciones de saneamiento mejoradas, compartidas y no mejoradas,
así como la tendencia de la excreta al aire libre. De modo similar
la «escala del agua potable» refleja el porcentaje de la población
mundial que utiliza agua canalizada en su vivienda, en sus terrenos
o en su jardín, a través de fuentes de agua mejoradas como las
bombas de agua comunitarios o fuentes de agua no mejoradas, como
lagunas y ríos.