Los niños y niñas atrapados por la guerra en la República Democrática del Congo
La guerra que azota la República Democrática del Congo desde hace ya diez años, se ha cobrado millones de vidas. El territorio está devastado. La pobreza, el abandono y la violencia han asolado cada esquina del país. Esta tragedia humana se conoce ya como la primera guerra mundial de África
Cada seis meses, pierden la vida el mismo número de personas que
murieron en el tsunami del Océano Pacífico de 2004. El Comité
Internacional de Rescate estima que 1200 personas
mueren cada día en el Congo por causas
directa o indirectamente relacionadas con la guerra.
El continuo enfrentamiento entre el ejército de República
Democrática del Congo y las milicias rebeldes, han alargado una
situación de inestabilidad que hacen de la zona
uno de los lugares más peligrosos para la infancia. Los niños y
niñas son los que más sufren las consecuencias de la guerra. Cada
año, el número de niños que mueren en el Congo, supera al número de
niños que mueren el todos los países sudamericanos juntos. Además,
sufren todo tipo de violencia, abusos
sexuales, malnutrición,enfermedades y constantes desplazamientos que
acaban con su infancia.
Consecuencias de la guerra sobre la infancia
Los niños son el futuro de un país destruido
por la guerra, en ellos recaen las esperanzas de alcanzar mejores
tiempos. Sin embargo, son también las principalesvictimas de la violencia. Por este motivo, UNICEF
trabaja en proyectos que protegen a la infancia de sus principales
amenazas.
Los niños en la guerra
Se estima que la República Democrática del Congo es el país con
más niños soldados del mundo. Más de 30.000 niños están
incorporados en grupos armados. La pobreza, el abandono,
la falta de hogar y la falta de protección, convierten a los niños
en blancos perfectos para el reclutamiento.
Estos grupos armados utilizan a los niños no sólo
como soldados, también ejercen funciones deespías, porteadores y sonesclavos sexuales. A raíz del acuerdo de paz del
2003 se han desmovilizado más de 18.000 niños y niñas soldado pero,
a pesar de ser un avance importante, los reclutamientos siguen
produciéndose.
Patrick (no es su nombre real) tiene 17 años y ha
sido rehabilitado por UNICEF en el centro de Goma. Con tan sólo 11
años fue reclutado por un grupo de militares rebeldes y a los 13
años ya podía manejar armas sin ayuda:
“En Kinsangani luchamos contra el ejército de
Uganda durante seis día. 17 soldados de nuestro batallón fueron
abatidos y a mi me hirieron en el hombro. Maté a mucha gente. No
quiero volver a ser nunca soldado. Ahora quiero ser mecánico y
UNICEF puede ayudarme”.
Infancia robada
Otra cuestión que preocupa a UNICEF son los abusos
sexuales que constituyen ya una plaga en el este del país.
Tan sólo en el año 2005 fueron denunciados 25.000 casos. La
violación se utiliza frecuentemente como arma de
guerra para humillar e intimidar al enemigo.Las
principales víctimas son mujeres y niños.
Las chicas que como consecuencia de una violación se quedan
embarazadas son rechazadas por su comunidad. A las
enfermedades venéreas, se les suman los trastornos psicológicos que
estas experiencias traumáticas les producen. El
VIH/SIDA forma parte de la realidad de miles de niños y
niñas. La falsa creencia generalizada de que mantener relaciones
sexuales con niños es un método de curación para el SIDA dispara la
cifra de casos violación y de contagios entre niños y jóvenes.
Marta (no es su monbre real) tiene 14 años y vive
con su familia al norte de la provincia de Kivu. Cuando tenía 13
años su madre le envió a comprar un vestido para su propio
bautismo. Por el camino, aprovechando la oscuridad, fue atacada y
violada por un grupo de su vecindad. Como consecuencia, dio a luz a
dos gemelos en el Hospital de África en Goma. En un principio,
Marta odiaba a sus bebés pero ya ha aprendido a quererlos.
Realidad cotidiana
Ocho años de guerra han consumido el país. La pobreza
extrema, los continuos desplazamientos y
el flujo migratorio hacen muy difícil el acceso a
unas condiciones de vida dignas. 4,7 millones de niños en edad
escolar no asisten a la escuela. El 71% de la
población no tiene acceso a saneamiento, ni a
fuentes adecuadas de agua potable, ni a una sanidad básica. 1 de
cada 3 niños no están vacunados contra el sarampión y la
malaria es una plaga que sesga cada año miles de vidas. La
malnutrición es otra de las terribles consecuencias de la guerra.
Un alarmante 31% de los niños y niñas menores de cinco años están
bajos de peso.
Michael vive con sus padres en Lemba; un suburbio de la capital
de Kinshasa. Tuvo que abandonar sus últimas clases en el colegio
porque sus padres no podían afrontar los gastos de la escuela.
“Ayudo a mi madre a vender queroseno en mi barrio para poder pagar
el colegio. No cojo el autobús para reducir gastos. Si camino
deprisa, puedo llegar a la escuela en una hora”.
La República Democrática del Congo es rica en recursos
naturales. La explotación de minas de oro, cobalto y diamantes es
una de las actividades económicas más importantes del país.
Muchos niños trabajan en estas minas en condiciones deplorables
y peligrosas. El duro trabajo en la mina provoca enfermedades de
las que difícilmente pueden recuperarse. El trabajo infantil es una
de las muchas razones por las cuales los niños y niñas no pueden
asistir a la escuela.
En el centro de las grandes ciudades, muchos niños viven solos
en las calles abandonados por sus familias. Los atracos y la
violencia son una rutina en sus vidas. La policía lejos de ser un
apoyo, abusa continuamente de estos niños La supervivencia es su
día a día.