Una adolescente cuenta cómo vive en medio del conflicto armado

Según la Oficina de Coordinación de la Asistencia Humanitaria de las Naciones Unidas, la población de Gaza necesita con carácter urgente combustible, alimentos y suministros médicos. UNICEF ha podido distribuir alguna ayuda, como botiquines sanitarios y conjuntos básicos de agua para las familias. Pero hace falta mucha más asistencia

Los combates han afectado especialmente a los niños y niñas de
Gaza, de manera que UNICEF colabora con sus aliados para la
protección de la infancia produciendo y difundiendo mensajes en la
radio y la televisión dirigidos a las familias, para ayudarles a
mantener a salvo a sus niños y a detectar y tratar los síntomas de
trauma emocional que puedan manifestar los menores.

Las escuelas continuan cerradas en todo el territorio. «No
podemos ir a la escuela para aprender porque en las calles corremos
mucho peligro», declara Yasmin, de 16 años de edad, en una
entrevista telefónica con Radio UNICEF.

Escuelas y mezquitas bombardeadas

Una escuela administrada por el Organismo de Obras Públicas y
Socorro de las Naciones Unidas en la que había buscado refugio
centenares de personas fue bombardeada el lunes 5 de enero. El
ataque dejó un saldo no determinado de muertos y heridos. Ese mismo
día, un cohete disparado desde Gaza hizo impacto en una guardería
de la región meridional de Israel causando daños al edificio aunque
no bajas.

El hogar de Yasmin sufrió daños debido a los bombardeos a
principios de la campaña militar israelí.

«Queremos vivir. Somos seres humanos y queremos vivir»

«Bombardearon una mezquita frente a mi casa»,
explica. «Me asusté mucho porque los cristales de
la ventana de mi habitación se rompieron y cayeron sobre la cama.
Yo estaba durmiendo, soñando. Comencé a llorar.
Salté de la cama y huí de mi habitación. Fui al cuarto de mis
padres y dormí toda la noche con ellos».

Yasmin agregó que debido al bloqueo impuesto a Gaza durante 18
meses, en el territorio resulta difícil conseguir cristales. «Por
eso cubrimos las ventanas con papel de aluminio, para protegernos
del frío del invierno».

La paz será muy difícil

Debido a que el grueso de las operacionesmilitares se desplazó al norte de donde se
encuentra el hogar de Yasmin, la joven ha vuelto a dormir en su
habitación. Sin embargo, aún no puede salir de su
casa
.

«No puedo ni salir a la calle, porque es muypeligroso«, comenta. Yasmin conversa con sus
amigas por teléfono o, cuando hay electricidad, intercambia
mensajes de email.

«Resulta muy difícil pensar en la paz«, explica
Yasmin, «porque ni Hamas ni Israel desean la paz. Pero quizá si
pudieran dialogar, podrían intercambiar opiniones.
Quizá, pero es muy difícil».

Yasmin señaló que si tuviera la oportunidad de hablar con los
dirigentes de ambos lados les diría que deben poner fin a los
combates.

«Queremos vivir», dijo. «Somos seres humanos y queremos
vivir»
.

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