Conflictos y salud maternoinfantil: el caso de Afganistán

El primer derecho de todo niño es el derecho a la vida. Sin embargo, los niños y niñas de Afganistán se enfrentan hoy en día a enormes obstáculos para poder sobrevivir. El caso de Afganistán no es único: allí donde hay un conflicto armado, las posibilidades de supervivencia de los bebés y sus madres caen dramáticamente. UNICEF trabaja para mejorar el acceso de estas madres y niños a servicios de salud especializados

En los últimos ocho años se han logrado avancesnotables en Afganistán. Entre ellos figuran el aumento del nivel de
acceso a la atención de la salud y al agua
potable
, y la erradicación casi total de la poliomielitis.
Sin embargo, el acceso a las comunidades apartadas es limitado, por
que también lo son los servicios que pueden recibir. Cada día
resulta más difícil profundizar el los avances alcanzados.

Para superar esos desafíos, UNICEF se ha fijado una meta clara,
que consiste en fomentar la buena salud y la nutrición de los niños
y niñas mediante un conjunto de intervenciones complementarias.
Para ello cuenta con la colaboración con el Ministerio de Salud
Publica y decenas de aliados.

La reducción de la mortalidad maternoinfantil

Uno de los principales objetivos del programa de salud y
nutrición de UNICEF consiste en reducir la mortalidad
maternoinfantil mediante la prestación de apoyo y el
fortalecimiento de los sistemas nacionales de salud. Los
indicadores de Afganistán en esas dos esferas de la salud figuran
entre los peores del mundo.

Como parte de su política de reducción de la mortalidad
maternoinfantil, UNICEF suministra incubadoras para los bebés
prematuros y brinda ayuda a las unidades de alimentación
terapéutica para niños desnutridos. En muchos casos, las madres
están demasiado enfermas o débiles para alimentar a sus hijos.

Alia Kochi, jefa de la Unidad Pediátrica del Hospital Mirwais de
Kandahar, describe la situación: «Nos enfrentamos a muchos
desafíos. Todas las madres que se encuentran aquí sufren de
desnutrición».

«Pero al mismo tiempo», continúa diciendo, «deben seguir
amamantando a sus hijos. Son mujeres que viven en situación de
pobreza y no pueden comprar en el mercado alimentos nutritivos para
sus hijos e hijas. Aquí se vive una situación de completa
inseguridad y esperamos que UNICEF continúe brindándonos los
suministros que necesitamos para tratar a estos niños y niñas
desnutridos».

Junto a sus aliados, UNICEF colabora con los programas ampliados
de inmunización destinados a combatir las enfermedades prevenibles
como el sarampión y la poliomielitis. En la provincia de Kandahar,
UNICEF, la Organización Mundial de la Salud y otros aliados vacunan
a todos los niños menores de cinco años que cruzan entre Afganistán
y Pakistán, dos de los cuatro países donde la poliomielitis sigue
teniendo carácter endémico.

Más atención especializada de los partos

Uno de los factores fundamentales para la reducción de la
elevada tasa de mortalidad materna es garantizar la atención
prenatal y la ayuda profesional durante el parto. Pero en la
actualidad, aún son muchas las mujeres afganas embarazadas que
carecen de acceso a atención médica durante el parto, ya sea por
razones culturales, económicas o geográficas.

«Debido a que estamos geográficamente apartados, tenemos la tasa
de mortalidad materna más elevada de la provincia de Bamyan»,
explica el Gobernador Habiba Suhrabi.

UNICEF apoya los programas destinados a ampliar la atención
prenatal de las embarazadas. Una de las maneras en que lo hace es
dando más acceso a los servicios de personal capacitado durante el
parto, ofreciendo educación sobre la lactancia materna y
capacitando al personal de los hospitales y a los agentes
sanitarios comunitarios.

Alianzas en pro del desarrollo

Para poder avanzar en esas circunstancias tan difíciles, UNICEF
apela a las alianzas, que abarcan a las comunidades y hasta a los
propios niños y niñas, así como a las organizaciones no
gubernamentales, los demás organismos de las Naciones Unidas y los
donantes.

UNICEF y sus aliados colaboran diariamente en el terreno en
hospitales, clínicas, escuelas y hogares para garantizar que los
niños y niñas afganos puedan disfrutar del derecho a iniciar sus
vidas de la manera más sana posible y a disfrutar de una vida
adulta sana y prolongada.

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