Escuelas temporales para los niños desplazados en Pakistán

Ante la masiva llegada de familias a los campamentos de desplazados pakistaníes, UNICEF está habilitando escuelas y facilitando material escolar para los niños y niñas. Además, está formando profesores para que puedan afrontar los retos educativos y de apoyo psicosocial que plantea esta situación de emergencia

La mayoría de las personas desplazadas por el conflicto son
mujeres y niños y los sucesos que han vivido han dejado su huella.
«Estos niños han llegado con las manos totalmente vacías. No tenían
nada, ni libros y otros materiales escolares. Además, tenían mucho
miedo», afirma la directora de la escuela del campamento de Chuta
Lahore, Haseena Begum. «La escuela es importante para ayudar a
estos niños a recuperar una vida normal. Esto les ayudará a superar
los traumas causados por los combates y les aportará una rutina
cotidiana».

UNICEF ha participado en la instalación de 32 escuelas primarias
en 20 campamentos oficiales para desplazados internos en la
Provincia de la Frontera Noroccidental. Entre ellas, 11 escuelas,
como la del campamento de Chuta Lahore, se han instalado durante el
último mes.

Además de proporcionar tiendas de campaña y materiales escolares
como cajas con material educativo, mochilas, cuadernos y lápices,
UNICEF trabaja para que estas escuelas dispongan de maestros
facilitando el pago de sus salarios y ofreciéndoles ayuda para
transporte.

Se necesitan más escuelas

Sin embargo, como el número de niños y niñas desplazados aumenta
todos los días, se necesitan más fondos de urgencia para poner en
marcha y mantener las escuelas, tanto en los campamentos como en
las comunidades de acogida.

Por el momento, solamente 22% del total del último llamamiento
de UNICEF ha obtenido financiación. Con sólo 11 millones de dólares
recibidos en relación con los 53 millones necesarios, UNICEF
requiere 41,4 millones de dólares más para poder aportar la ayuda
necesaria más urgente en las esferas de los servicios de salud y
nutrición, de educación y de protección de la infancia.

El 27 mayo, más de 2,5 millones de personas se habían registrado
como personas desplazadas en el norte del Pakistán. Cerca de
200.000 vivían en los campamentos organizados por el Gobierno, pero
la gran mayoría, alrededor de 2,3 millones, permanecen con amigos o
parientes cada vez más desbordados y en refugios temporales
ubicados en el interior de las escuelas y en otros edificios
públicos. UNICEF trata de preservar su derecho a la educación.

«Aquí no tenemos miedo»

Ikram Ullah tiene 10 años y ha tenido que huir junto a su
familia de su poblado de Sinigram, en el distrito de Buner, en la
Provincia de la Frontera Noroccidental, en el Pakistán. Los
combates cada vez más duros ponían en peligro su vida y la de sus 7
hermanos y hermanas. Ikram es uno de los 877 alumnos inscritos
actualmente en la escuela primaria, puesta en marcha en tiendas de
campaña con el apoyo de UNICEF, en el interior de una zona
protegida del campamento de Chota Lahore.

«Allí no podíamos ir a la escuela. Aquí no hay bombardeos. Aquí
no tenemos miedo», dice Ikram, sentado en el patio polvoriento de
la escuela del campamento, con sus dos hermanas más pequeñas,
Hinaz, de 7 años, y Naseema, de 6, que van a la misma escuela.
«Pero echo de menos mi escuela y a mis compañeros de clase».

Mirar hacia el futuro

«Cuando llegamos aquí, no había ninguna escuela para nuestros
niños, pero más tarde oímos hablar de una escuela que acababa de
establecerse recientemente en la comunidad», dice Habib Ullah, un
padre de cuatro niños que se encuentra actualmente en el poblado de
Roshanpura, Swabi.

La familia de Habib Ullah vive en uno de los edificios de la
escuela pública del poblado que ha sido convertida en un refugio.
Le preocupa el futuro de sus hijos, que se encuentran en este lugar
seguro solamente dos semanas después de haber huido de la localidad
de Mingora, afectada por los combates, en el valle de Swat.

«Destruyeron nuestras casas y la situación en la zona es muy
mala. Estoy feliz de haber conseguido huir con mis niños y con las
mujeres de mi familia sin haber tenido problemas», dijo Habib.

Colabora aquí con el fondo de emergencias de UNICEF

Deja un comentario