UNICEF trabaja en el regreso a sus hogares de miles de desplazados por la guerra en Pakistán
Una parte de los dos millones de habitantes de la Provincia de la Frontera Noroccidental de Pakistán, desplazados por el conflicto armado en dicha región, han comenzado a regresar a sus hogares. UNICEF, en colaboración con el resto de agencias de Naciones Unidas y el Gobierno de Pakistán, está trabajando para garantizar que los desplazados que vuelvan a sus casas lo hagan de manera voluntaria y en las mejores condiciones de seguridad.
La mayoría de los desplazados atribuye al calor y a las
difíciles condiciones en los campamentos el motivo de su deseo de
retornar a sus hogares lo antes posible. «Volvemos debido a las
altas temperaturas. Aquí hace demasiado calor y todos mis hijos han
contraído enfermedades», comenta Ali Zafar, que hasta ahora vivía
en el campamento de Jalozai, en el distrito de Nowshera. En estos
asentamientos provisionales, donde la única protección contra los
elementos con que cuentan las familias son las tiendas de campaña,
las temperaturas pueden alcanzar los 40 grados centígrados.
Volver en condiciones seguras
“Ante este panorama, queda claro que los desplazados no quieren
permanecer en los campamentos. Desean regresar a sus hogares lo más
pronto posible», explica el Director de Programas de Emergencia de
UNICEF, Louis-Georges Arsenault. Ahora bien, antes de iniciar el
proceso de vuelta, UNICEF ha querido asegurarse de que los
funcionarios del Gobierno paquistaní aportarían pruebas “de que se
dan las condiciones de seguridad necesarias para el regreso, con el
fin de que podamos brindar ayuda a los desplazados que quieran
volver a sus hogares», añade Arsenault.
A pesar de que el número de personas que regresa sólo representa
una pequeña parte de los 2 millones de habitantes desplazados,
UNICEF tiene la esperanza de que muchos más vuelvan pronto a sus
hogares en condiciones seguras. Mientras tanto, la organización
seguirá prestando ayuda tanto a los niños y mujeres de los
campamentos que retornan a sus casas como a los que permanezcan en
los asentamientos provisionales.
Sin embargo, un 90% de los desplazados no vive en los
campamentos sino en comunidades de acogida. Esta circunstancia
aumenta las dificultades que amenazan a las familias de la región,
tanto las desplazadas como las locales.
«En algunas viviendas hay hasta 50 personas en una habitación, y
viven en esas condiciones desde hace varios meses, en una época de
extremo calor. Esto no puede continuar indefinidamente, porque está
creciendo exponencialmente la tensión. Esperamos que el retorno de
los desplazados se produzca progresivamente, y esto es lo que
estamos planificando», apunta Arsenault.
Necesidad urgente de financiación
La mayoría de las personas desplazadas por el
actual conflicto en el norte de Pakistán son mujeres y niños.
UNICEF trata de garantizar su derecho a recibir servicios de salud,
a que dispongan de instalaciones adecuadas de agua y saneamiento, a
que sus hijos estén protegidos contra la violencia, el abuso y
laexplotación y a que no se interrumpa su educación.
Para ello, se necesita un aumento rápido y
considerable de la financiación. En la actualidad se han recibido
menos de una cuarta parte de los fondos que UNICEF considera
necesarios para dar una respuesta adecuada a la crisis hasta
finales de 2009. Debido a que sólo se han obtenido 12,8 millones de
dólares, en vez de los 53,3 millones requeridos, UNICEF precisa
40,5 millones de dólares para ayudar a proporcionar la asistencia
que se necesita con más urgencia en servicios de salud, nutrición,
educación y protección de la infancia.
Educación y salud
Precisamente, educación y salud constituyen dos de
las principales prioridades de UNICEF. En cuanto a educación, la
organización busca garantizar que unos 700.000 niños en edad
escolar del total de un millón de menores desplazados por el
conflicto puedan volver a clase en septiembre, cuando se reanude el
año escolar. No obstante, un gran número de edificios de la zona
del valle de Swat, donde se registraron los combates más intensos,
han quedado destruidos, y unas 4.000 escuelas de la región aún
funcionan como refugios de los desplazados.
«Hacemos todos los esfuerzos posibles por definir
estrategias y colaborar con el Gobierno paquistaní para encontrar
otros sitios donde albergar a los refugiados», anota el alto
responsable de UNICEF.
En lo referente a salud, UNICEF ha llevado a cabo
campañas de vacunación en los distritos de Mardan y Swabi entre el
15 junio y el 3 julio, con el fin de prevenir los brotes de
enfermedades potencialmente mortíferas como el sarampión. Durante
ambas campañas se vacunó a más de 556.000 niños y niñas de entre 6
meses y 13 años de edad, en su mayoría alojados en comunidades de
acogida.
UNICEF también está ayudando a aumentar la
capacidad de los centros sanitarios de los distritos afectados, con
objeto de que puedan brindar atención adecuada a los numerosos
pacientes nuevos, especialmente a los niños y niñas.